Venezuela, Colombia y las potencias

Autor: Alfonso Monsalve Solórzano
6 agosto de 2017 - 12:09 AM

La solución democrática en Venezuela es un asunto de solidaridad política, pero también de seguridad nacional en Colombia.

Venezuela: una convocatoria a una constituyente fraudulenta, denunciada incluso por la empresa que hizo el conteo electrónico, y la fiscal, que calcula que no participó ni el 15% del censo electoral; Diosdado Cabello, jefe del cartel de los soles, nombrando a dedo las directivas de ese organismo espurio. Más de una centena de muertos, la comunidad internacional en contra del fraude, incluyendo -tibiamente- al papa, la Unión Europea y las sanciones de Estados Unidos.

Lea también: Asamblea destituye a la fiscal venezolana

Y ni que decir, de la situación económica de ese país. Ricardo Haussman, venezolano de origen, uno de los más grandes economistas del mundo, y director de uno de los más grandes centros de investigación de Harvard señala que, de acuerdo con el FMI, “en 2017 el PIB de Venezuela se encuentra el 35% por debajo de los niveles de 2013, o en un 40% en términos per cápita. Esta contracción es significativamente más aguda que la de la Gran Depresión de 1929-1933 en Estados Unidos, cuando se calcula que su PIB per cápita cayó el 28% […]. Entre 2012 y 2016, las exportaciones de petróleo se desplomaron US$2.200 per cápita, de los cuales US$1.500 obedecieron al declive del precio del crudo. Estas cifras son exorbitantes dado que el ingreso per cápita en Venezuela en 2017 es menos de US$4.000. Es decir, si bien el PIB per cápita cayó el 40%, el declive del ingreso nacional, incluyendo el efecto precio, es del 51%”.

El sueldo mínimo -que es el de la mayoría, bajó el 75% (en precios constantes) entre mayo de 2012 y mayo de 2017. Medida en dólares del mercado negro, la reducción fue del 88%, de US$295 a solo US$36 al mes.

Y lo de la nutrición es dramático: en términos de la caloría más barata disponible, en el mismo lapso (2012-2016) con el salario mínimo se pasó de poder adquirir 52.854 calorías diarias a solo 7.005, una disminución del 86,7% e insuficiente para alimentar a una familia de cinco personas, suponiendo que todo el ingreso se destine a comprar la caloría más barata. “Con su sueldo mínimo, los venezolanos pueden adquirir menos de un quinto de los alimentos que los colombianos, tradicionalmente más pobres, consiguen comprar con el suyo”. (http://prodavinci.com/2017/07/31/actualidad/el-colapso-de-venezuela-no-tiene-precedentes-por-ricardo-hausmann/).

Es decir, no sólo hay represión política; hay, también, un país económicamente inviable y, literalmente, con hambre y con una gravísima situación de salud, no sólo porque muchos médicos se han ido, sino porque no hay medicinas y la infraestructura hospitalaria está destruida o en mal estado. De hecho, hay informes que indican que, en los últimos 6 meses, el 74% de los venezolanos han perdido entre 8 y 15 kilos por carestía y escasez (https://noticias.caracoltv.com/america y es notorio el deterioro del sistema de salud del país hermano. Hay, en definitiva, junto con una intolerable opresión,  una aguda crisis humanitaria y lo peor es que el gobierno de Maduro se niega a reconocerla, sacrificando a su pueblo para mantener su tiranía.

Vea también: Venezuela, hambre represión y esclavitud.

Además del pueblo venezolano, es Colombia quien más afectada se ve por esta crisis: centenares de miles de ciudadanos del vecino país han cruzado la frontera y muchos lo hacen para quedarse, buscando cualquier trabajo legal o ilegal.  Y es sabido que madres venezolanas viene a dar a luz a nuestro país y un gran número de enfermos solicitan asistencia médica (incluyendo algunos heridos por la dictadura). Los recursos de nuestra nación son pocos y la tiranía madurista lo sabe.

En realidad, está usando la catástrofe de su pueblo para desestabilizar a Colombia, creándonos una situación que a la larga resultaría insostenible. Por eso, es esencial para Colombia que el gobierno bolivariano salga y se instale un régimen democrático que tome las medidas económicas de reconstrucción, acepte ayuda humanitaria internacional y termine con la opresión de su pueblo. Sólo así se revertiría la actual tendencia migratoria. Y se terminaría con la amenaza militar que pende sobre nosotros, esgrimida siempre que el régimen intenta desviar la atención sobre sus propios problemas. No es que tenga dinero para librar una gran guerra, pero si puede causarnos un daño grave. La solución democrática en Venezuela es un asunto de solidaridad política, pero también de seguridad nacional en Colombia.

Vea también: Venezuela resiste o muere

Pero el punto es que la dictadura todavía se sostiene, a pesar de la oposición mayoritaria y el rechazo de la comunidad internacional. ¿Por qué? Porque Cuba, ese país colonial sui generis, necesita la riqueza venezolana del petróleo y otros negocios que todavía puede hacer, y por eso da soporte represivo. Porque China tiene intereses estratégicos en el petróleo venezolano y es su principal acreedor. Porque Rusia tiene en ese país su mayor mercado de armas en Latinoamérica y Venezuela es una piedra en el zapato, desde el punto de vista de sus planes de gran potencia, contra Estados Unidos. Porque cuenta con el apoyo de las Farc y el Eln, que tienen miles de hombres y armas en el vecino país, y que, dado el caso, combatirían a favor del régimen. Y porque el gobierno de Santos, aliado con las Farc (y acercándose al Eln) a través del pacto de paz, no va a tomar medidas reales para aislar a la dictadura, porque su caída afectaría de manera drástica el papel que esas guerrillas están jugando en Colombia en su empeño de tomarse el poder.

Una salida relativamente pronta de Maduro y su banda pasaría por un acuerdo entre Estados Unidos y China, que garantice que los intereses del país asiático en Venezuela no serán afectados, y otro, con Rusia, que le haga ver a esta la inconveniencia estratégica, en términos de su relación con USA, de mantener el soporte al régimen venezolano. Y una posición clara de Colombia, que Juan Manuel Santos no tomaría, a no ser que entendiese el costo que para él tendría no actuar en serio frente al país del norte. En este escenario, Cuba dejaría de ser un actor relevante. Pero ¿qué tan posible es que se den estas condiciones?

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Comentarios:

Mariacristina
Mariacristina
2017-08-06 13:01:08
Es Claro: Maduro no ha cerrado ni cerrará la frontera con Colombia porque está usando la catástrofe de su pueblo para desestabilizar a Colombia, creándonos una situación que a la larga resultaría insostenible.

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