La oposición ya atrancó ciudades este jueves 20 de julio, con un paro de 24 horas en el que se cortó el tráfico en multitud de calles y avenidas, en una jornada durante la cual murieron cinco personas y más de 360 fueron detenidas.
Dos propósitos sacaron a los venezolanos este lunes de sus casas en una jornada laboral libre en ese país: protestar en los centros de votación contra las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente y abastecerse preventivamente de combustible y alimentos para la huelga de dos días pautada para esta semana.
Este miércoles y jueves hay programado un paro general de 48 horas que aspira a detener toda actividad en las calles del país para presionar al presidente, Nicolás Maduro, a que retire la Constituyente.
Ante esta convocatoria, las gasolineras fueron escenario de largas filas de autos abasteciendo combustible y numerosos supermercados de Caracas cerrarán ese lunes con más estanterías vacías de lo habitual, después de que muchos habitantes hicieran acopio de alimentos y otros productos básicos.
La Embajada de Estados Unidos en Venezuela pidió a sus ciudadanos tomar medidas “preparatorias apropiadas” de cara al paro cívico e instó a evitar las zonas donde se desarrollan diariamente manifestaciones antigubernamentales.
“Aconsejamos tomar las medidas preparatorias apropiadas, incluyendo recolectar suficiente comida y agua por 72 horas”, informó la Embajada en su portal web.
Como parte de la agenda de protestas de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en rechazo a la Constituyente, decenas de opositores venezolanos acudieron este lunes con pancartas a los centros de votación previstos para las elecciones de este proceso el próximo domingo.
Grupos de vecinos empapelaron las paredes de estos recintos con lemas contra el “fraude constituyente” y llamadas a la renuncia de Maduro.
“Aquí no se vota”, decían varios carteles en una escuela en el centro de Caracas.
Uno de los objetivos del llamado “pancartazo” fue exigir a los militares encargados de custodiar los procesos electorales del país que no apoyen esta convocatoria de redactar un nuevo ordenamiento jurídico.
El primer vicepresidente del Parlamento venezolano, el antichavista Freddy Guevara, publicó a través de Twitter una serie de imágenes donde pueden observarse los mensajes opositores, asegurando que eran centros de votación de varias ciudades del país.
“San Cristóbal, Valencia, Mérida, Caracas. En todo el país dijeron que en sus centros de votación el Fraude Constituyente NO VA!", señaló.
Esta actividad se realizó a pesar de que el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, advirtiera de “consecuencias impredecibles” para quienes participaran en ella debido a que estos centros de votación tienen estatuto de zonas de seguridad especial.
Además de esta protesta, la MUD convocó para este lunes a una jornada conmemorativa de las al menos 1000 víctimas mortales registradas durante las protestas que iniciaron el 1º de abril.
El homenaje es visto por los opositores como un compromiso de lucha con los “libertadores”, como llaman a estas personas fallecidas.
Por su parte, el jefe de campaña oficialista para los comicios de la Constituyente Héctor Rodríguez invitó al “pueblo opositor” a distanciarse de la "violencia" y el boicot a la Constituyente, y a participar el 30 de julio en la elección de este proceso.
“Aquí están nuestras manos, aquí están nuestros corazones, vamos juntos a construir la paz. Vamos por la democracia, por la Constituyente a encontrarnos como hermanos”, dijo el chavista a “la mayoría del pueblo opositor” que, según él, no participó en la consulta contra Maduro del pasado 16 de julio.
Entretanto, la negociación entre el Gobierno y la oposición venezolana para evitar la Constituyente es considerado “lo mejor” para la salida a la crisis del país y evitar una “guerra civil”, según el analista Luis Vicente León.
A través de Twitter, León planteó el escenario de una negociación entre ambos bandos para detener no solo la Constituyente sino la agenda de protestas que los antichavistas han preparado para intentar detener la elección del domingo.
“Una negociación imperfecta será infinitamente mejor que una guerra civil y un país bloqueado”, opina el analista que descarta que esas conversaciones puedan incluir un cambio inmediato de Gobierno.