La VIII Cumbre de las Américas congregará este viernes y sábado en Lima a alrededor de 20 jefes de Estado y de Gobierno y numerosos vicepresidentes y cancilleres de América.
La VIII Cumbre de las Américas calentó motores con todos los foros de la sociedad civil y organizaciones en marcha para finalizar los documentos y propuestas que se entregarán
a los mandatarios que se reunirán este viernes y sábado en Lima.
En el V Foro de los Jóvenes, organizado por el Young Americas Business Trust (YABT) con el apoyo de la Organización de Estados Americanos (OEA), alrededor de 500 personas comenzaron dos jornadas de debates que culminarán con una declaración que trasladarán a los Gobiernos participantes en la cumbre.
Los asistentes consensuarán sus propuestas en grupos de trabajo sobre gobernabilidad democrática, corrupción, desarrollo sostenible, cooperación entre instituciones y alianzas público-privadas.
La primera jornada de la reunión concluyó con la presencia del presidente de Perú, Martín Vizcarra, y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, quienes elogiaron el interés de los jóvenes en los problemas que afectan a la región.
La Cumbre de las Américas recibirá la propuesta del Foro de los Jóvenes el jueves, junto a las declaraciones y sugerencias de otras reuniones preparatorias, como las del Foro de los Indígenas y el Foro de la Sociedad Civil, cuyas reuniones se iniciaron este martes y continuaron durante la jornada.
En paralelo, se inauguró, en la sede del Congreso peruano, el III Encuentro de la Red de Parlamento Abierto de ParlAméricas, donde el presidente del Congreso peruano, Luis Galarreta, resaltó el papel del Legislativo para enfrentar la corrupción en la región.
Este encuentro congrega a legisladores de más de 20 países de América para debatir sobre la importancia de los Estados abiertos para la gobernabilidad democrática frente a la corrupción, así como rol que el poder Legislativo desempeña en el desarrollo e implementación de soluciones a este problema.
Además, el presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas de Perú (Confiep), Roque Benavides, adelantó que la III Cumbre Empresarial de las Américas, que comenzará este jueves, se hará con la idea de trasladar a los gobernantes del continente que "el sector público y el privado tienen que trabajar juntos".
Benavides dijo que la cita, que reunirá a centenares de directivos de las más importantes empresas del continente, espera que los gobernantes también lleguen a esa conclusión y "crean" en el sector privado, pese a lo que puede pensar "algunos vecinos" de Perú, una referencia a países como Venezuela o Bolivia.
Entre las actividades, también cerca de 20 ex jefes de Estado y de Gobierno participantes de la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) pidieron que la cumbre desconozca las elecciones convocadas en Venezuela y Cuba por carecer de autonomía y libertad.
Este documento fue firmado, entre otros, por el costarricense Miguel Ángel Rodríguez, el boliviano Jorge Quiroga, el español José María Aznar, el mexicano Vicente Fox, la panameña Mireya Moscoso y el uruguayo Julio María Sanguinetti.
Durante la jornada, además, se realizó el primer día de la Cumbre de los Pueblos, un encuentro alternativo en el que alrededor de 400 representantes sindicales y civiles de la región trataron temas como la crisis política que afronta Perú, y la situación de Cuba ante el bloqueo económico de Estados Unidos.
En esa línea,el dirigente del partido socialista peruano Juntos por el Perú (JPP), Gonzalo García Nuñez, afirmó que esta cita es "el espacio que realmente representa a los pueblos de la región", mientras que la Cumbre de las Américas, será "una cumbre de vicepresidentes y funcionarios muy deslucida".En la cita, que tendrá como tema central la "Gobernabilidad democrática frente a la corrupción", no participarán el presidente de EE.UU., Donald Trump, quien será reemplazado por su vicepresidente, Mike Pence; ni el de Venezuela, Nicolás Maduro.
Perú retiró la invitación a Maduro en señal de protesta tras la convocatoria anticipada de elecciones, un proceso que considera que no tiene las garantías suficientes.