Bajo la coordinacion del Ministerio de Educación Nacional, Unicef como facilitador de la Mesa Nacional de Educación en Emergencias, ha apoyado la activación de la ruta de prestación del servicio educativo y del estado de la infraestructura escolar, para el regreso a clases de las niñas y los niños de Mocoa de manera articulada y rápida.
 
Para que los niños y niñas regresaran desde el martes al colegio también fue necesario hacer un trabajo de recuperación psicosocial con los maestros, quienes no sólo se vieron afectados personal y familiarmente por la avalancha, sino también por la pérdida de varios de sus alumnos. Unicef, junto con los miembros de la Mesa Nacional de Educación en Emergencias, y bajo la coordinación del Ministerio de Educación, acompañó a los maestros y a los rectores para que pudieran estar en condiciones para retomar el servicio educativo y recibir a alumnos antiguos y nuevos.
 
“Desde Unicef hemos estado trabajando para apoyar la atención de la infancia en Mocoa y lo continuaremos haciendo para fortalecer y renovar los espacios que le corresponden a la infancia. Y sabemos que un modo fundamental de hacerlo es mediante la educación, pues proveer educación constituye un paso inicial en la normalización y protección de la vida de las niñas y los niños”, afirma Roberto De Bernardi, representante de Unicef Colombia.

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Actualmente Unicef como facilitador en el país, para la acción en Agua, Saneamiento e Higiene, está estructurando la estrategia de promoción de higiene que incluye kits o paquetes básicos de higiene para los niños y niñas, así como ubicación de filtros de agua para las escuelas, acciones que evitan enfermedades infeccionas como las respiratorias y la diarrea.
Se espera que en las próximas semanas Unicef y sus aliados entreguen más de diez aulas temporales completamente dotadas que sirven como medida transitoria para prestar el servicio educativo hasta que se normalicen las condiciones del municipio.

Unicef cuenta con experiencia mundial en intervenciones rápidas y eficaces en situaciones de emergencia, en especial en lo que se refiere a la rehabilitación de espacios para el aprendizaje. “Las escuelas pueden convertirse en el punto de partida para que las niñas y niños reciban servicios de atención y apoyo, entre ellos los relacionados con el agua, nutrición, salud, protección y esparcimiento”,  puntualizó De Bernardi.