El largometraje será estrenado este miércoles en Colombia, tierra natal de los realizadores, luego de participar en diferentes festivales cinematográficos del mundo.
La pasión por el cine es lo que llevó a los miembros del colectivo colombiano Fric frac films a invertir su talento en filmar Una mujer, una cinta para la que solo contaron con 1.000 dólares y que han conseguido llevar a algunos de los festivales más importantes del continente.
Ahora regresan a su Colombia natal, donde la película se estrena este miércoles con el sello de haber triunfado en el Festival Internacional de cine de León (México) y la participación en otros certámenes de relumbrón como el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici).
"Sabíamos que teníamos que escribir algo realizable dentro de los recursos que teníamos, hicimos la película que pudimos con lo que teníamos, eso fue muy pensado desde el guión", comentó Camilo Medina, cocreador de "Una mujer" junto a Daniel Paeres.
Para su ópera prima pensaron con qué contaban: "una casa, un auto y un bebé", el hijo del propio Medina y con todo ello comenzaron a trabajar. Metieron todos esos elementos en su batidora creativa y sacaron un guión después de muchas horas de trabajo que robaban de su tiempo de ocio.
"A raíz del personaje femenino de 'Gabriela' (la protagonista) empezamos a reescribir ese guión pensando en la producción, lo que podía ser y lo que podíamos llegar a realizar. Fue un reto porque veníamos pensando que el mecanismo de producción no iba a ser uno tradicional y solo contábamos con el apoyo de nosotros mismos", agregó Medina.
Para rodar, solo contaron con nueve días en medio de una Semana Santa, el único momento en que todos los miembros de la producción podían dedicarse a "Una mujer" en exclusiva. El resultado es una película que ha seducido a los jurados de festivales de todo el mundo -también ha entrado en la selección oficial de certámenes en Perú, Rumanía o Zanzíbar- y que es además un elogio al tesón del grupo de amigos apasionados por el cine.
La cinta, que también muestra en ocasiones las carencias propias y normales de una producción de tan bajo presupuesto, narra la historia de Gabriela, una mujer que regresa a su país y se debate acerca de qué hacer con un hijo que abandonó con su padre.
Lea más sobre: Fría acogida a la primera película de Cannes 2017
A su regreso intenta retomar sus relaciones y se encuentra a su antigua pareja que ha rehecho su vida con otra mujer que trata a su hijo como si fuera propio. Ese es el punto de partida que usaron Medina y Paeres para "hablar de ese extravío existencial" que supone "buscar el lugar de uno en el mundo", reconoce el primero de los guionistas.
"Sobre todo (trata) de la perspectiva de la mujer, tomamos experiencias propias, de terceros, nos amarramos mucho de ellas y al escribir el guión lo llevamos más al extremo por lo que intervienen situaciones ficticias", agrega Medina.
A través de la vida y el regreso de Gabriela narran "el momento de la vida entrando a la adultez", cuando considera que sienten "la sensación de crisis existencial, del vacío y de encontrar ese lugar".
Haber elegido a una mujer para la protagonista, les ha llevado a recibir críticas y elogios, ya que como el propio Medina explica "hay quien siente que tiene un tono machista porque siente que (Gabriela) es la mala". Pero también han encontrado quienes observan en el filme "un punto feminista porque Gabriela no necesita de un hombre para ser feliz".
De ese modo buscan también romper un tabú en una sociedad como la colombiana que, para Medina, "sigue teniendo una mentalidad patriarcal". El debate está abierto y, tras el periplo por los festivales, los colombianos podrán decidir cual de las dos versiones consideran más ajustada.