Cerrar los parques bibliotecas y el Museo Casa de la Memoria de la ciudad de Medellín en época de vacaciones es una mala señal que se envía a la sociedad sobre la importancia que tienen estas instituciones para la cultura,
Cerrar los parques bibliotecas y el Museo Casa de la Memoria de la ciudad de Medellín en época de vacaciones es una mala señal que se envía a la sociedad sobre la importancia que tienen estas instituciones para la cultura, la educación y el goce del tiempo libre. Gracias a la presión ciudadana la Secretaria de Cultura tuvo que reversar la decisión y abrir estas instituciones antes de la fecha previamente acordada por resolución.
Efectivamente la Secretaria de Cultura Ciudadana de Medellín mediante resolución 194 de 30 de diciembre de 2016 autorizó el cierre del 1 al 15 de enero de 2017 de 6 parques bibliotecas y 10 bibliotecas de la ciudad. La justificación que sustenta esta decisión, según la resolución, tiene que ver con cuestiones de vigencia fiscal y procesos contractuales que se deben surtir.
La reacción de la ciudadanía no se dejó esperar y algunos mensajes circularon expresando el descontento en las redes sociales como el de @LuisHSanta_Vergonzoso es que Medellín, la ciudad que le debe su transformación a la cultura y la educación hoy tenga cerradas 16 bibliotecas; o el mensaje de @JorgeMelguizo Bibliotecas cerradas en enero en Medellín, un mal síntoma. De igual manera diferentes medios periodísticos de la ciudad y el país cubrieron la noticia con titulares como: 16 bibliotecas públicas de Medellín están cerradas (EL MUNDO); Polémica por cierre del 80 % de las bibliotecas públicas de Medellín (El Colombiano); Tras controversia, reabren bibliotecas públicas en Medellín (El Tiempo).
No hay mal que por bien no venga, como dice el refrán, de la desafortunada decisión adoptada por la Secretaria de Cultura Ciudadana de cerrar estas instituciones culturales y educativas, la ciudadanía y sectores que generan opinión en Medellín reaccionaron rápidamente rechazando la medida y calificándola de retrograda. Esta reacción a favor de mantener abiertos los parques bibliotecas, las bibliotecas públicas y el Museo Casa de la Memoria se debe leer de manera positiva lo que quiere decir que estas instituciones han logrado un lugar en la sociedad.
La demanda por espacios de recreación, cultura y educación es un fenómeno moderno que ha obligado a las instituciones que ofrecen estos servicios como son los museos (en su denominación más amplia) a ampliar su oferta de servicios y horarios de atención al público. Por ejemplo, el Museo de Antioquia sólo cierra tres días al año (1 de mayo, 25 diciembre y 1 de enero), aunque es importante decir que en época reciente esta Institución sólo cerraba un día al año.
La decisión de la Secretaria de Cultura Ciudadana de Medellín de cerrar por quince días los parques bibliotecas y bibliotecas públicas, atendiendo a razones de orden administrativo, fue una pésima decisión que se corrigió oportunamente pero que no deberá repetirse en el futuro; es de la esencia de estas instituciones su renovación permanente, dado el cambio permanente de sus públicos y contenidos, lo que no es una justificación para cerrar, así sea temporalmente, las instituciones.
Ojalá que el señor Alcalde y su equipo de cultura y educación, reconozcan en esta experiencia suscitada por el cierre temporal de estas infraestructuras, la necesidad de reforzar su compromiso con la cultura, la educación y el bienestar ciudadano que cada día requiere de más y mejores iniciativas institucionales para el goce del tiempo libre; de igual manera se hace necesario que las personas que están al frente de estas instituciones tengan la formación y la sensibilidad que permita ampliar la influencia de estos parques y bibliotecas más allá de las paredes de estos centros culturales.
(*) Profesor Universidad de Antioquia