Por su naturaleza una convención de un partido político no está excenta de calenturas, protestas, maniobras, imposiciones, reacciones, desordenes, emociones y problemas. La Convención Liberal Departamental de Antioquia del pasado domingo tuvo un poco de todos esos ingredientes, pero al final los inconvenientes se superaron y esta asamblea de los rojos antioqueños arrojó resultados para bien o para mal de los sectores que conforman a este partido en la región.

Un hecho significativo fue que los matices del liberalismo regional trabajaron, unos más que otros, en la movilización de la militancia y de un censo global de participantes de más de 900 asambleístas, la concurrencia fluctuó en promedio entre los 350 y los 400 asambleístas, que al final fueron los que tomaron, mediante el voto, la principal decisión que fue la conformación de una nueva dirección departamental del liberalismo antioqueño, que fue otro de los acontecimientos de la jornada partidista regional.

Para el Partido Liberal, la Convención en Antioquia mereció especial atención y por eso designó a dos representantes mujeres desde Bogotá. Una de ellas fue la actual secretaria General, Carolina Gómez, y la otra Yira Montero, coordinadora Territorial, que fueron nombradas orientadoras de la Convención. Aunque hubo reparos por la inclinación de ambas dirigentes con el ala parlamentarista, al final lograron sacar adelante esta cumbre. 

Este certamen se realizó en todo el primer piso de las antiguas instalaciones del Club Medellín, en el centro de la ciudad, hoy Club Censa. El sitio fue aceptablemente habilitado para albergar a unos 500 liberales, que en términos generales fueron adecuadamente atendidos por el personal de alimentos y meseros de ese establecimiento, durante las 10 horas de deliberaciones, entre las 9:00 de la mañana y las 7:00 de la noche de ese domingo. El costo del certamen fue asumido obviamente por el Partido Liberal y por cada uno de los sectores del partido en Antioquia.

La Convención se inició con una reunión privada de la dirigencia liberal antioqueña, con la mira de buscar un acuerdo previo para la conformación del nuevo directorio y evitar así una extensa verificación del quórum y de la votación, en lo que no hubo ningún acuerdo.

Desde un principio de la jornada liberal quedó en claro la existencia de dos bloques con distintos intereses para el manejo, la orientación y la organización liberal en Antioquia, lo cual reflejaba claramente lo sucedido semanas atrás en la Convención y elección del nuevo Directorio Liberal de Medellín. 

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El llamado sector parlamentario, encabezado por el presidente saliente de la Dirección del Partido en Antioquia, representante a la Cámara y aspirante al Senado, Iván Agudelo Zapata, junto al senador Luis Fernando Duque, a los representantes John Jairo Roldán y Óscar Hurtado propusieron una presidencia colegiada, conformada por los cinco diputados liberales más el congresista Hurtado.

Pero esa propuesta no fue aceptada por el otro bloque, constituido por el prietista Liberalismo Socialdemócrata, el equipo del parlamentario Julián Bedoya, Participación Liberal del concejal Fabio Rivera y el resucitado guerrismo, liderado por la sorprendente revelación y nuevo presidente del Directorio Liberal de Medellín, Andrés Mesa, quien tuvo sus roces con los congresistas del otro bando, quienes lo increparon diciéndole que no les viniera a dar lecciones de política.

El ala parlamentarista, según el propio Iván Agudelo, argumentó que con su propuesta de directiva liberal para el departamento, se le daba representación a todas las tendencias del partido en el territorio.

Sin embargo, el diputado prietista Luis Carlos Ochoa y el congresista Julián Bedoya, opinaban que las direcciones plurales habían sido un fracaso en la conducción del liberalismo antioqueño y en lo nacional, que era un irrespeto convocar a 500 asambleístas para que las decisiones las tomaran los congresistas, que había que desparlamentarizar al partido, que había que darle autonomía a la militancia y a las regiones, que el liberalismo debe ser incluyente, pues la gente está cansada de que la utilicen y es lo que está acabando con los partidos en Colombia.

Los congresistas ripostaron que la legitimidad la tienen ellos por sus votaciones en las urnas, pero los contrarios adujeron que el poder está en el pueblo. 

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Así las cosas, no hubo acuerdo, por lo cual la conformación del nuevo directorio se tuvo que llevar a cabo con la votación de los convencionistas asistentes y de esa forma se dio inicio a la Asamblea Liberal en Antioquia. Era casi el mediodía del domingo.  

A votar 

Las dos voceras de la DNL abrieron las deliberaciones explicando que el paso siguiente era verificar el quórum a petición del bloque de los parlamentarios, exigencia que fue interpretada por el otro bando como una maniobra para dilatar la Convención, para que la gente se fuera y una jugada para evitar la votación y que fueran derrotados.

Este proceso de verificación de la asistencia de delegados de carne y hueso efectivamente fue desgastador y kilométrico, y se extendió hasta la mitad de la tarde, al término del cual se informó que había presentes 436 delegados de 906 posibles.

El congresista Iván Agudelo manifestó a la Asamblea que no había quórum  decisorio y esto calentó los ánimos de un sector de los asambleístas, sobre todo de los más jóvenes que gritaban “dictador”, “cambio, cambio” y “voto y voto”. Vinieron las consultas hasta con Bogotá, la revisión de las reglas de juego y tras tensionantes momentos triunfó la tesis estatutaria que como ya habían transcurrido tres horas tras la comprobación de la asistencia, se podía continuar decidiendo con los delegados presentes. Así se hizo y se procedió a la votación de cada uno de los convencionistas habilitados por dos planchas que representaban a las dos tendencias que cotejaban por el poder del directorio.

Cada plancha estaba integrada por 18 candidatos, pues el día anterior la Asamblea de Jóvenes Liberales de Antioquia ya había seleccionado a sus dos voceros para la directiva departamental, que está constituida por 20 miembros.

El escrutinio de la votación se conoció después de las siete de la noche y le dio el triunfo a la vertiente que propugnaba por la democratización, por votar y por la desparlamentarización con 250 votos a favor de su plancha por 128 para la del sector de los congresistas.

El camino a seguir era votar por la elección de cada dignidad de la mesa directiva, pero como era notorio el cansancio por la larga reunión, se optó por una nueva reunión entre los dos bandos para definir por consenso los cuadros directivos.

Los ganadores se quedaron con la presidencia, la secretaría general y la tesorería, y cedieron la vicepresidencia y la veeduría, mientras el tribunal de garantías tendrá una composición mixta.
El nuevo presidente del Partido Liberal en Antioquia será el laborioso y serio diputado, del municipio de Cisneros, Luis Carlos Ochoa.