La cocina del piso 18 del Hotel Dann Carlton se convirtió en todo un concierto de instrumentos, de platos y utensilios de cocina, al entrar allí sonaba una melodía de rock metálico. Un enjambre de chicos que sólo se sueñan mandar en su cocina propia estuvo dirigido por los tres maestros responsables de cocinar, a hilo de recuerdos, aquellas recetas que tenían incluida a la tía como los espaguetis, a todo un pueblo de oriente con el postre y a toda la familia antioqueña con el chicharrón. Álvaro Molina, Sebastián Ramírez y Federico Trujillo fueron quienes armaron aquel menú tan simpático como sabrosísimo. Lo que ven en esta página es la realidad sin maquillaje de platos.
Uno: fue todo un acierto el sentar a 310 personas a manteles a disfrutar de la novedosa cocina que anunciaba que se abría el mes de Medellín Gourmet. La gran mayoría de ellas pagando.
Dos: La experiencia de estos tres maestros de fogones los ha unidos como amigos, con enseñanzas que cada uno aportó, secretos de recetas, mezclas, sabores y experiencias contadas sólo dentro de la cocina. Tres temperamentos distintos y cada uno con una especialidad.
Tres: de aplaudir la agilidad de los 20 meseros que entregaron el servicio a cada comensal.
Cuatro: los detalles de Matisses en las mesas fueron fundamentales, porque no hay cosa más bonita en una invitación que los adornos que hacen parte de la mesa, fueron muy admirados. Unas plantitas que parecían de verdad.
Cinco: el maridaje de blanco chardonnay Las Moras para el mote de yuca muy bien. Pero quedamos inquietos con la pareja del postre ¿ameritaba una cava al dulce del postre para darle el acento de liberal?
Seis: la pinta de los presentes estaba para pasarela de alta y baja costura. Unos impecables y otros, silvestres.
Siete: ¿y el Alcalde y el Gobernador por qué no se hicieron presentes en el apoyo de este sector que está siendo muy  importante en innovación en la ciudad?
Ocho: la música que es un tema fundamental en este tipo de eventos no fue muy afortunada por el alto sonido que no dejaba dialogar. Esta era una cena para comentar entre sí y se hizo, pero un poco a griticos. 
Nueve: al tema de la nueva cocina colombiana hay que darle fuerza. Colombia tiene territorios con verdaderos fogones de tradición y ya es hora que nuestro país marque tendencia en los territorios de fama gastronómica internacional. Lo que se sirvió en esta noche es digno de alta cocina.

Diez: este es un esfuerzo valioso.

Movich Hotels: Los directivos de Movich ofrecieron un desayuno en el Hotel Intercontinental, para dar buenas noticias de la cadena que ya suma ocho hoteles en el territorio nacional, la primera es que están haciendo contactos para un Hotel Movich en la ciudad de Miami, Estados Unidos. Y también quieren estar en las principales ciudades de América Latina. Lo segundo es que han invertido más de diez mil millones en la reforma de sus hoteles, por ejemplo, el Inter-Medellín tiene nuevas habitaciones, cambiaron tapetes por pisos de madera; el tema de la gastronomía tendrá principal atención con la comida sana y seguirán con la filosofía Movich para la cual lo importante es la hospitalidad. Su principal eje de negocios es el alojamiento, tuvo un excelente comportamiento en el 2016. El Intercontinental-Medellín es uno de los íconos más importantes que tiene la ciudad.