Para los hombres los árboles tienen un significado muy especial en todas las culturas. Se le tiene cierta reverencia por los beneficios que aporta al hombre.
Los árboles han sido inspiración en la literatura, la poesía, la música. El Árbol de Navidad entra hermosamente a hacer parte de leyendas, es asociado con el árbol de la vida. Una antigua creencia germana contaba que un árbol gigantesco sostenía el mundo y en sus ramas estaban las estrellas, la luna y el sol.
Historias escritas
Para algunas culturas el árbol tiene un significado místico que representa el medio de unión entre el cielo y la tierra. En algunas religiones orientales el árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, las tribus nórdicas europeas y americanas como los druidas, tenían árboles sagrados y alrededor de ellos se reunían para hacer sus rituales en comunión con Dios. Es también muy común que los árboles estén relacionados con la fecundidad, la sabiduría y la longevidad de aquí se conocía la tradición de tener el árbol genealógico en las familias reales y de abolengo. En la Biblia el árbol aparece como un símbolo de la vida que Dios pone en medio del paraíso, como fuente de la inmortalidad, y de esto habla el Génesis y siguen las palabras sagradas con la mención de la muerte de Cristo en el árbol de la cruz.
Tradición de Navidad
Se cuenta que un misionero inglés en Alemania por los lados del siglo VII fue quien acogió esas costumbres paganas de recogimiento alrededor de los árboles y le dio un sentido cristiano, haciendo que el árbol adornado fuera un símbolo de nacimiento de Cristo. Pero los primeros documentos que nos hablan de la costumbre de colocar en Navidad árboles de abeto o de pino en las casas, se vinieron a ver en el siglo XVII y los ubicaron en la región de Alsacia entre Alemania y Francia. Todo comenzó cuando salían con los niños a pasear, mientras los adultos decoraban con dulces y juguetes los árboles sorprendiendo así a los niños a su regreso a casa. Así daban inicio a las fiestas de Navidad. Esta costumbre fue tomando fuerza con el tiempo y se extendió como moda cuando la reina Victoria de Inglaterra hizo colocar un árbol en su palacio, decorándolo con velitas y una serie de bellos y finos adornos.
Tendencias de Navidad
En los días de hoy, el mundo del consumo, del cambio, de las tendencias, de esa relación de globalización en donde todo se sabe, todo se copia, todo se relaciona, la Navidad no podía quedar exenta de ser etiquetada como un producto más de consumo a la moda. Y con la Navidad ese hermoso y llamativo “árbol” que cobija adornos, regalos, luces, ramas, flores, pero todo dentro de una tendencia.
¿Y cuál es la tendencia de moda de este año 2017-2018?
Nos dedicamos a recorrer inmensas vitrinas de Navidad. Vitrinas en donde están los gorditos Papa Noel, los Pesebres, las guirnaldas, las cabritas, los renos, los ángeles, estrellas y luces a la espera de que llegue por ellos. Es la belleza de las tiendas de Jaisned que nos deja asombrados y nos hablan de las tendencias a seguir como si fuera la pasarela de un gran diseñador… el diseñador del cielo. Para este final de invierno y entrada de nuevo año, las tendencias a seguir son dos, que si observamos con atención, son “tendencias” que también están en el tablero de lo fashion a seguir: La primera: todo será una Navidad blanca, llena de nieve, todos los adornos serán blancos. La segunda: es la tendencia vintage que acoge esos colores de la naturaleza, el marrón, el crema o color paja. Los detalles a colocar en el árbol serán los animales, en blanco o en tono paja, todos los animalitos: ardillas, osos, renos, pajaritos, ardillas, siervos, pingüinos, alces, todos ellos combinados con muchas ramas, flores de Navidad y bolas irregulares. Hay un color que este año igual que es tendencia de pasarelas, es tendencia en los árboles y es ese color rosa vieja.
Los diseños tradicionales que enmarcan la Navidad del rojo y el verde con el dorado seguirán. Igual que el tener un árbol todo en rojo.
Lo importante es el compartir en familia el amor, cariño, amistad, aprecio, generosidad… de una época enmarcada con el sentimiento de esperanza, de algo nuevo que viene.