Con la obra El Juicio, este jueves inauguran la tradicional muestra de arte religioso de la UPB.
Como cada Pascua, la Universidad Pontifica Bolivariana abrirá una Muestra de Arte Religioso en la Sala de Arte de la Biblioteca Central Mons. Darío Múnera Vélez. La apertura será este jueves, 16 de marzo, a las 6:00 de la tarde.
La obra central en esta ocasión es El Juicio, del artista Jacobo Blandón. Según indicó la Universidad: Blandón pinta “arquetipos que son las representaciones universales de los pensamientos y acciones del día a día”.
En la apertura realizarán un conversatorio en el que participará Blandón junto al Pbro. Juan Camilo Restrepo, capellán del Colegio UPB, y el Pbro. Edward Posada, coordinador del programa de Estudios Literarios.La exposición estará abierta hasta el 22 de abril, el ingreso es con entrada libre, quienes deseen asistir y no sean alumnos de la institución, podrán acceder presentando su documento de identificación.
Jacobo Blandón y El Juicio
Respecto al recorrido del autor, los organizadores de la muestra reseñaron que “ha representado sus reflexiones a través de la pintura y la escultura incursionando en la exploración plástica a través de los medios de fabricación digitales en el arte. Ha utilizado las nuevas herramientas disponibles (impresiones digitales en 2D y 3D, fotografía digital, programación, mapping, ilustración y modelado digital) para plasmar sus ideas y exhibirlas al público”.
En esta exposición, Blandón mostrará el arquetipo del ‘juicio’, “visible a través de la escena que revive el momento histórico de la Pasión de Cristo”. En ella hay diferentes actores que representan las distintas partes que componen un juicio. La obra dispone de dos escenas: en la parte central se ubica un tríptico con la escena del juicio de Jesucristo por Poncio Pilatos; por su parte, en los laterales, el acto del beso de Judas.
Para el artista, Jesucristo encarnó con una misión y en su recorrido estaba destinado a ser llevado a la cruz para trascender en dicho plano y mostrar el camino. Después, debía pasar por una propagación de dolor y muerte para cumplir el ciclo vida-muerte-vida. Y así, posteriormente revivir como el ser que ya ha trascendido.