Las sanciones podrían tener reversa si se celebran negociaciones significativas, se respeta la democracia, hay un calendario electoral completo y se liberan todos los prisioneros políticos.
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) respaldaron este lunes las sanciones a Venezuela, como un embargo de armas y de material que pueda utilizarse para la "represión interna", así como un marco legal para imponer medidas selectivas contra los responsables.
"Además de los esfuerzos políticos y diplomáticos para apoyar una salida pacífica negociada a la crisis política, el Consejo ha decidido hoy por unanimidad adoptar medidas restrictivas, subrayando su preocupación por la situación en el país", anunciaron los ministros de los Veintiocho en un comunicado. Los ministros explicaron que las medidas adoptadas se utilizarán de forma "gradual y flexible" y que podrán ser "expandidas" a quienes "no respeten los principios democráticos o del Estado de Derecho" o estén implicados en "la violación de los derechos humanos".
Para ello, el Consejo dio este lunes luz verde a la base legal para crear una lista de personas sancionadas a las que congelaría sus bienes o prohibiría entrar en territorio comunitario, pero que por el momento no cuenta con ningún integrante. Fuentes europeas reconocieron que se baraja el nombre para esa lista, sin dar más precisiones, aunque por el momento se trata de esperar a ver si el embargo de armas y de material que pueda utilizarse en la represión surten efecto y fomentan la vuelta al diálogo entre el Gobierno y la oposición.
Los ministros puntualizaron, asimismo, que podrán dar marcha atrás a las sanciones "en función de la evolución de la situación en el país". Se refirieron, en particular, a la celebración de negociaciones "creíbles y significativas", al respeto a las instituciones democráticas, a la adopción de un calendario electoral completo y a la liberación de todos los prisioneros políticos.
En el mismo contexto, hicieron hincapié en que estas medidas restrictivas "no han sido diseñadas para perjudicar a la población venezolana", cuya apurada situación "la UE quiere aliviar". "Como siempre, todo lo que hacemos nosotros está orientado a incentivar la celebración del diálogo entre el Gobierno y la oposición con el objeto de alcanzar una solución pacífica, democrática y dialogada a la situación que vive Venezuela", indicó el ministro español, Alfonso Dastis, a su llegada a la reunión.
Reacciones a las medidas
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, expresó en su cuenta de Twitter su apoyo al embargo de la Unión Europea (UE) a Venezuela. "Las sanciones contra el Gobierno de Venezuela son la decisión correcta y llevan al camino hacia la democracia", señaló Tajani. En referencia a la institución que él mismo preside, Tajani añadió que "el Parlamento Europeo ha sido el primero en pedirlas y seguirá apoyando al pueblo de Venezuela".
La portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, condenó las sanciones, por considerar que aumentan la tensión en el país. "En lugar de fomentar el diálogo y tratar de aportar calma y tranquilidad", la Unión Europea "está apostando por la confrontación y aumentar la tensión, poniéndose del lado de la oposición golpista", manifestó la política en un comunicado.
Para Albiol, las medidas "están diseñadas para seguir respaldando la estrategia de Estados Unidos y la derecha europea", que "pretende acabar con el Gobierno a toda costa, sin pasar por las urnas, por no seguir los dictados de Washington". "El papel de la UE debería ser otro, debería ser el de propiciar el diálogo, respetar los resultados electorales y las salidas pacíficas, en lugar de meter más presión", subrayó.
También aprovechó para criticar a la UE por el "indecente doble rasero que aplica a las cuestiones de derechos humanos". "Hoy van a por Venezuela y el pueblo venezolano, mientras que continúan haciendo la vista gorda con países como Arabia Saudí, Marruecos u otros países latinoamericanos donde las violaciones de derechos humanos importan menos porque los gobiernos son amigos", denunció la eurodiputada, quien también se refirió a "socios honoríficos" de Bruselas como Turquía e Israel.