El Túnel del Toyo Guillermo Gaviria Echeverri es un proyecto sin antecedentes en Colombia que tendrá a disposición todas las herramientas tecnológicas necesarias para la adecuada ejecución de la obra.
Este miércoles, tras superar todos los requisitos legales de la etapa de preconstrucción, se dará inicio a uno de los megaproyectos más importantes del país y del departamento en los últimos 50 años: el Túnel del Toyo. Un proyecto con una inversión de 1,83 billones de pesos que permitirá conectar a Medellín con el Mar de Antioquia en Urabá en tan sólo cuatro horas de recorrido.
La región antioqueña continúa siendo ejemplo de competitividad y progreso para los territorios. 780.000 millones de pesos es la suma que aporta la Gobernación de Antioquia, en cabeza de Luis Pérez Gutiérrez, para hacer realidad la construcción de esta obra.
Asimismo, el Municipio de Medellín participa con 520.000 millones de pesos y el Estado, a través del Instituto Nacional de Vías (Invías), hace lo propio con 530.000 millones para la ejecución de la segunda etapa.
Es la primera vez que una Administración local invierte en un proyecto de carácter regional, pues lo que se pretende, según ha expresado el alcalde Federico Gutiérrez, es generar condiciones de desarrollo e impactar de manera positiva a las familias de la subregión de Urabá y de la capital antioqueña.
De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura de Antioquia, el inicio de la construcción será en zona rural cercana al municipio de Cañasgordas, para lo que se proyecta se necesitará la mano de obra de más de 750 personas y contará con un campamento y dos zonas industriales.
Además, el Túnel del Toyo contará con un Centro de Control y Operaciones (CCO) desde el cual se controlarán todos los sistemas de los túneles, tendrá el apoyo de un CCO alterno y entre ambos se tendrá disponibilidad de grúas, personal de bomberos, policía de carreteras y funcionarios encargados de la operación y mantenimiento.
Wilmar Adrián Manco Fernández, alcalde del municipio de Giraldo, Antioquia, aseveró que la llegada a su territorio de un proyecto como el Túnel del Toyo es una gran realidad para los habitantes, pues somos “una localidad que hace 30 años casi ni aparecía en el mapa y con este megaproyecto, que es el túnel vial más grande de Latinoamérica, nos convertiremos en un punto de referencia para el país y para el continente”.
“Ahora los giraldinos gozaremos de los beneficios de la conectividad y estaremos a la altura de municipios de categoría 1. La cercanía con el resto del Occidente de Antioquia y con Urabá nos unirá con nuestros vecinos afianzando el tejido social para avanzar hacia una sociedad mejor”, expresó el mandatario.
Esto, sumado a los avances de las autopistas 4G, es sinónimo de proximidad con los nuevos puertos que se construirán en Urabá, obras que permitirán aproximar los productos de Giraldo y de los demás municipios del Occidente a nuevos mercados. Una oportunidad única para convertirse en territorios exportadores.
“Hoy tenemos una mentalidad y nos estamos preparando para el futuro con este evento que cambiará la calidad de vida de nuestros habitantes. El campesino tendrá su parcela de café y será productiva. Crearemos empresarios del agro puesto que ya están las condiciones para ello”, precisó Manco Fernández.
Tras el Vigésimo Encuentro de Dirigentes de Occidente, el presidente de la República y los alcaldes de las localidades de esta subregión respaldaron la idea de que el Túnel del Toyo lleve el nombre de Guillermo Gaviria Echeverri, ingeniero, empresario y exdirector de este diario quien fue uno de los gestores principales de esta megaobra.
El presidente de este foro subregional, Omar Urrego Acevedo, aseguró que “Urabá será el eje principal de este proyecto, el cual va a catalogar a Antioquia, tal como se dijo desde el Gobierno de Guillermo Gaviria Corre, como ‘la mejor esquina de América Latina’”.
“Desde una perspectiva de la educación, el Túnel del Toyo GGE acercará a todos los jóvenes del Occidente antioqueño con las principales universidades de Medellín. Además, el impacto de la obra en la economía local gracias, al crecimiento acelerado del turismo, mejorará la calidad de vida de todos los habitantes de la zona”, precisó.
Por último, la confianza y las buenas relaciones entre el sector público y el sector privado, de acuerdo con el gobernador Luis Pérez, son lo que hacen posible este tipo de obras, las cuales en otros tiempos se podían demorar entre 30 y 40 años para su construcción pero que ahora, gracias a la tecnología y a la capacidad de la ingeniería colombiana, se logran materializar para ver la luz al final del túnel al cabo de unos cinco o seis años.