El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se encontró hoy 15 de febrero con el presidente estadounidense. Se esperan muchas aclaraciones en cuanto a un posible Estado palestino.
Donald Trump le dio inicio a una nueva política norteamericana en el conflicto palestino israelí. Rompe con la posición de la administración Obama y sus predecesores. Ya la prioridad no es la creación de dos estados para cada pueblo, sino que podría concluirse en la creación de un solo Estado. Declaró que le dejaba la responsabilidad a ambos pueblos de trabajar y decidir del fin del conflicto: " me gustará la (solución) que le guste a las dos partes. Puedo vivir con cualquiera de las dos” afirmó en una rueda de prensa que tuvo lugar antes de la llegada del líder israelí.
Así, Estados Unidos le dejaría el poder de decisión a los principales involucrados, tieniendo un papel de acompañador. Sin embargo ambas partes deben de esforzarse en dejar de lado el odio hacia su vecino y pensar en la paz, según Trump.
Por su lado, Netanyahu confirmó que su posición sobre la resolución del conflicto no había cambiado y declaró confiar en la política antiterrorista del presidente estadounidense para que "retroceda la oleada del Islam radical".
Frente a las declaraciones de ambos países, el pueblo palestino salió ofendido por la posibilidad que se descarte la creación de una nación palestina. A esto se le suma una reunión que tuvo lugar en la ciudad de Jerusalén, en paralelo de la visita del primer ministro israelí a EE.UU, en la que varios diputados y organizaciones se reunieron en el Parlamento. La diputada Tamar Zandberg afirmó que "todos tenemos una agenda y un objetivo político común: parar la ocupación israelí".
Todos los miembros de este encuentro concordaron con que el conflicto ya había durado demasiado y que “50 años son suficientes”.
94 muertos dejó terremoto de magnitud 6,5 en Indonesia