Colombia recibirá 100 millones de dólares para financiar programas estables que ayuden a "implementar una paz sostenible" y que pondrán el foco en "las zonas más afectadas" por décadas de conflicto con grupos insurgentes.
La promesa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de rebajar el gasto en materia de asuntos exteriores, se vio reflejada este lunes en un drástico recorte en la propuesta de presupuesto del Departamento de Estado, que ha obligado a rediseñar la lista de prioridades en América Latina.
La reducción presupuestaria de la cartera de Exteriores ronda el 32%, lo que supondrá un recorte de 17.831 millones de dólares en el presupuesto del año fiscal 2019 en comparación con la partida de 55.632 millones del año 2017.
En caso de que el Congreso apruebe la propuesta, el recorte tendría una especial resonancia en la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), responsable de numerosos programas de ayuda tanto en América del Sur como en Centroamérica, que pasaría de recibir 1.633 millones dólares en 2017 a sólo 1.377 millones en 2019.
Desglosada esta partida, la intención del Departamento de Estado es destinar 1.114 millones de dólares a acciones de ayuda permanente y eliminar completamente la partida de cinco millones para hacer frente a operaciones de contingencia en el extranjero, que es la que provisiona fondos para hacer frente a crisis humanitarias puntuales.
Sin embargo, pese al recorte generalizado en el presupuesto del Departamento de Estado, cabe señalar un aumento significativo en los "fondos para el desarrollo y el apoyo económico", que tras recibir 4.673 millones de dólares en 2017, percibirá 5.063 millones en 2019, según el documento divulgado este lunes por esa agencia federal.
De esta partida, 515,9 millones de dólares irán destinados a hacer frente "al impacto de las organizaciones criminales internacionales" en Latinoamérica, frente a los 361 millones de 2017, y servirán, entre otras cosas, para desarrollar programas que generen "beneficios legales" y proteger los derechos humanos.
En el caso de Colombia, el país recibirá 100 millones de dólares para financiar programas estables que ayuden a "implementar una paz sostenible" y que pondrán el foco en "las zonas más afectadas" por décadas de conflicto frente a grupos insurgentes.
Este monto supone una reducción significativa con respecto a la partida destinada a Colombia en el presupuesto de 2017, cuando la cantidad fue de 180 millones de dólares.
Por contra, también México (20,3 millones de dólares) y Perú (20 millones) recibirán en 2019 asistencia para combatir el narcotráfico en la región, lo que supone un gasto nuevo con respecto al anterior presupuesto, cuando ninguno de los dos países recibió ayuda alguna.
Tanto Cuba (10 millones de dólares) como Venezuela (9 millones) recibirán una parte de los fondos presupuestarios, con el objetivo de "promocionar la democracia, los derechos humanos y la libertad" en ambos países, lo que supone una novedad en el caso venezolano, pero un recorte del 50% en el cubano.
Asimismo, Estados Unidos destinará un total de 390 millones de dólares al "fondo para el control de narcóticos", lo que supone 143 millones menos que en 2017, de los cuales 125 millones tendrán a Colombia como beneficiario.
En relación con el dinero destinado a programas de salud en la región, cabe destacar que el actual presupuesto contempla una dramática reducción del 50%, al pasar de los 64 millones de dólares en 2017 a la propuesta de 32 millones para 2019.
Este recorte coincide con la reducción de la aportación estadounidense para la Organización Mundial de la Salud (OMS), que también vería cercenados sus fondos en cerca de un 50%, al pasar de recibir 111.402 millones de dólares en 2017 a 58.176 en 2019.