Con un discurso populista y patriótico, el nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, reafirmó la línea maestra de su campaña "Hacer a América grande de nuevo" para las clases medias y más desfavorecidas del país, la clave de su victoria electoral.
En su discurso inaugural como presidente de Estados Unidos, Donald Trump dejó claro que su prioridad será unificar al país, dividido por las pasadas elecciones, y se comprometió a ser el presidente de todos los americanos para “hacer a EE.UU. grande de nuevo”.
En su alocución Trump se distanció del tono divisorio de su campaña y se postuló como el representante de los olvidados al afirmar que, "el pueblo estadounidense se convertirá en el dirigente del país" y que "todos aquellos que fueron olvidados dejarán de serlo".
"Claramente fue un discurso dirigido al ciudadano promedio que fue el que lo llevó a la Casa Blanca y, en ese sentido, fue un discurso contra el establecimiento. Se mostró como vocero del pueblo frente a una élite política que había estado alejada de los ciudadanos, según su retorica", afirmó el analista internacional y docente del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de la Sabana, Cristian Rojas.
Rodeado por adeptos y varios expresidentes, representantes religiosos y jueces del Tribunal Supremo, Trump se mostró ante EE.UU. como el líder indiscutible del cambio que necesita el país, ahogado por las élites de Washington.
“Vamos a quitarle el poder a Washington y devolvérselo a usted, el pueblo americano”, dijo el mandatario en las escalinatas del Capitolio en un discurso que duró tan sólo 16 minutos.
"Donald Trump es un outsider, un hombre que no es precisamente un americano promedio, entonces pudo darse el lujo de decir que con su mandato podrá 'devolverle el Gobierno al pueblo estadounidense', por eso mismo vimos que estuvo apuntando a temas que afectan directamente al ciudadano promedio, como el desempleo, dejando de lado temas más complejos. Apeló a temas más cercanos a la gente", afirmó.
"Además, no entró en controversia como en otras ocasiones, al no hacer referencia a su principal promesa electoral: construir un muro en la frontera con México; tampoco habló de manera despectiva de los demócratas o de los medios de comunicación, a los que ha acusado de divulgar información errónea. En general, fue un discurso que buscaba tener el efecto de llegar al americano del común", señaló Rojas.
Mientras tanto, para Juan David Escobar, director del Centro de Pensamiento Estratégico de la Universidad Eafit, Trump es un vendedor y con sus palabras de ayer "lo único que hizo fue recapitular los discursos ya ofrecidos por otros mandatarios en donde el populismo y el proteccionismo están muy marcados".
"Sin embargo, no tiene que extrañar que Trump no diera más detalles sobre cómo va a materializar cada una de sus propuestas, porque eso hubiera sido comprometerse a cosas que después seguramente no va a poder cumplir", concluyó Escobar.