El presidente norteamericano justificó la reunión asegurando que así es la política.
El presidente de EE. UU., Donald Trump, insistió este lunes en defender la polémica reunión que mantuvo su hijo mayor en junio de 2016 con una abogada rusa de la que esperaba obtener información para dañar a la entonces candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton.
"La mayoría de los políticos hubieran ido a una reunión como a la que asistió Don Jr. para obtener información de un oponente. ¡Eso es política!", comentó Trump en su cuenta personal de Twitter.
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La declaración del mandatario contrasta, como muchas otras veces, con el objetivo de la Casa Blanca de tratar de dejar en segundo plano las últimas revelaciones de la trama rusa con la inauguración de una semana dedicada a promover los productos "Made in America".
En ese contexto, Trump encabezará un acto en la Casa Blanca con fabricantes de los 50 estados del país para celebrar los productos hechos en EE. UU.
Además, el miércoles Trump prevé emitir una proclamación sobre la importancia de fomentar la producción nacional, de acuerdo con lo adelantado por la directora de asuntos de prensa de la Casa Blanca, Helen Aguirre Ferré.
En abril pasado, el Departamento de Comercio de EE.UU. abrió sendas investigaciones para determinar si las importaciones de aluminio y de acero son una amenaza para la seguridad nacional, como paso previo antes de que Trump decida qué medidas se pueden tomar al respecto, entre ellas fijar aranceles o establecer cuotas.
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Varios medios, entre ellos el diario The Washington Post, han subrayado las contradicciones de que el mandatario abandere la etiqueta "Made in America" cuando la mayoría de los productos de la Trump Organization se producen fuera de EE.UU.
Además, según una investigación reciente del Post, la línea de ropa de Ivanka Trump, hija mayor y asesora del presidente, se produce exclusivamente en fábricas de países como Bangladesh, Indonesia o China que emplean a trabajadores de bajos salarios.