Ahora estamos viviendo un verdadero “Toconvar” (Todos contra Vargas Lleras).
El país está viviendo una campaña política presidencial, caracterizada porque los grandes columnistas nacionales se han venido lanza en ristre contra Germán Vargas Lleras de una manera desaforada. Estaba, como anillo al dedo, recordando que en otrora fueron famosas las estrategias de los “tocon”. Desde luego, ellas provenían de los propios contrincantes políticos y no de los opinadores del país. Se recuerda la más famosa de todas, la que se dio durante la campaña presidencial de 1998, en respuesta a la coalición de dirigentes políticos, económicos y académicos que fue refractaria a su aspiración electoral, en donde el candidato oficial del liberalismo a la sazón, Horacio Serpa Uribe, acuñó una sigla para referirse a esta alianza, que tildó de "amangualados" y "gavilleros". La denominó “Toconser”, que era un apócope de Todos contra Serpa. En efecto, Serpa terminó derrotado y destrozado por el bloque unido de sus hercúleos opositores y ganó la presidencia en segunda vuelta, Andrés Pastrana.
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La historia se repitió, de cierta manera, cuando el casi unánime periodismo de opinión hizo contrapeso de gran calado contra Álvaro Uribe Vélez, quien se sobrepuso y logró salir avante en dos candidaturas presidenciales repletas de asedio y malquerencia. Los artículos contra él pululaban en la gran prensa y no había día en que no se dieran columnas venenosas y fieras contra sus intereses. Aun así, y frente a tan endemoniados francotiradores de la pluma, en el 2002, se convirtió Uribe Vélez en el primer presidente en ganar las elecciones en primera vuelta desde que se instauró la medida en la Constitución de 1991. Y en la reelección del 2006, Uribe Vélez alcanzó el 62,35% total de la votación (&&&&&&&&07397835.&&&&&07.397.835), superando el número de votos alcanzados en el primer periodo, convirtiéndose en el mandatario con mayor votación obtenida en la historia electoral de Colombia. Claro está que Juan Manuel Santos lo dejó luego con la medalla de plata, pues consiguió 9.004.221 votos en el 2010.
Ahora estamos viviendo un verdadero “Toconvar” (Todos contra Vargas Lleras). Baste mirar la última edición de la Revista Semana, donde en un mismo ejemplar, Daniel Coronel lo tilda de ser “el candidato de frágil memoria” y sardónicamente concluye que una coalición con Álvaro Uribe los llevaría juntos a la presidencia a nombre de la honestidad y la decencia. Antonio Caballero, bilioso como siempre, también asocia a Vargas Lleras con Álvaro Uribe y por eso titula “Dios los cría”. Expresa que “ambos comparten el gusto por el uso de la fuerza que hundió a Colombia en el tremedal del paramilitarismo”. El burletero (que no humorista) Daniel Samper Ospina, no se queda atrás y también –para variar–, se refiere a Vargas Lleras y desarrolla en su columna un esfuerzo dizque por aprender a ofrecer piropos al nieto de Carlos Lleras Restrepo, en un artículo simplemente por llenar espacio y cobrar sus honorarios.
Si repasamos el último fin de semana, de cara a las columnas de opinión, observamos un artículo en El Tiempo de Adolfo Zableh, titulado “El colegio de Vargas Lleras”, quien explica por qué no votaría por él. Y vemos otro de Felipe Zuleta Lleras, titulado “Campaña sangrienta”, en donde se alude también a Vargas Lleras y al tono de la campaña presidencial. Esto para citar solo dos ejemplos que se enfilan hacia el candidato presidencial que más centímetros acumula hogaño en diatribas, andanadas y mandobles del columnismo nacional. Y así por el estilo, lo monotemático se ha vuelto para los opinadores una fijación frente a Vargas Lleras. No hay día en que no haya venablos, fortaleciendo el “Toconvar”.
Definitivamente, en Colombia las campañas se hacen “en contra de” y no “en favor de”. También recuerdo el año 1974, cuando el Pollo Alfonso López derrotó a Álvaro Gómez Hurtado (el hombre de lo fundamental), 56% a 31%, y todo el tiempo el voz a voz era que había que votar contra Gómez Hurtado, dizque porque era hijo de Laureano Gómez. Seguimos como antes, aunque los calendarios se vengan encima.