Las relaciones no son buenas entre Reino Unido y Rusia, luego de que la primera Ministra británica, Theresa May, acusara a Rusia de estar detrás del homicidio del exespía Sergei Skripal y, además, anunciara la expulsión de 23 diplomáticos rusos de territorio inglés.
El Reino Unido informará este miércoles a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU sobre los últimos detalles en torno al envenenamiento de un exespía ruso residente en ese país.
Lo hará en una reunión a partir de las 3:00 p.m., hora local de Nueva York, según informó la presidencia de turno del Consejo, que este mes ocupa Holanda.
El encuentro de urgencia fue solicitado por la delegación británica con el fin de informar al máximo órgano de decisión de Naciones Unidas sobre la intoxicación del exespía Sergei Skripal y su hija Julia.
Londres anunció este miércoles que va a expulsar a 23 diplomáticos rusos, el mayor número en los últimos 30 años, después de que Moscú no haya aclarado el envenenamiento con un agente de fabricación rusa.
La primera ministra británica, Theresa May, dijo ante el Parlamento de su país que Rusia ha reaccionado "con un completo desprecio" ante la "gravedad" del incidente ocurrido el pasado día 4, pese a que este país les ofreció una "oportunidad" de que proporcionaran una explicación.
Según subrayó, el Kremlin ha reaccionado "con sarcasmo, menosprecio y resistencia" ante lo sucedido y su respuesta "ha demostrado un completo desprecio por la gravedad de estos acontecimientos".
Rusia, al igual que el Reino Unido, es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
Por su parte, la embajada rusa en Londres calificó de inaceptable las expulsiones de los diplomáticos y aseguró que "toda la responsabilidad por el deterioro de las relaciones entre
Rusia y el Reino Unido descansa en las actuales autoridades británicas".
Asimismo, consideró las medidas como “inamistosas, absolutamente injustificables y cortas de miras".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró hoy que su país no tiene relación con el envenenamiento del doble espía y su hija, y que considera inaceptables las acusaciones sin pruebas.
El ministro de asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo este miércoles que Rusia responderá a los requerimientos de Londres diez días después de recibir una petición oficial de explicaciones, tal como marca el Convenio para la Prohibición de Armas Químicas.
También señaló que Rusia "no tiene ningún motivo" para querer envenenar a Skripal, el antiguo espía ruso que se pasó después al M16 británico.
Las fuerzas de seguridad británicas continúan investigando el envenenamiento de Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, hallados inconscientes el domingo 4 de marzo en la localidad inglesa de Salisbury tras haber sido expuestos a un agente nervioso.
Las autoridades no han ofrecido más detalles sobre esa sustancia e investigan dónde pudo ser fabricada para tratar de determinar quién es el responsable de ese ataque.
Skripal fue un agente de la inteligencia militar rusa captado por los servicios secretos británicos del MI6 en los años noventa.
Rusia le encarceló por revelación de secretos y fue liberado en 2010 en un intercambio de espías con Estados Unidos, tras lo cual se refugió en el Reino Unido.
El ministro de relaciones Exteriores inglés, Boris Johnson, dijo esta semana que el Gobierno del Reino Unido "responderá con contundencia" si se descubre que Rusia está detrás de la intoxicación, que hace recordar el asesinato en Londres en 2006 con polonio radiactivo de otro exespía ruso, Alexander Litvinenko.