El quinto intento fallido de Colombia para clasificar al Grupo Mundial en la Davis evidenció nuevamente que el tenis nacional avanza a paso lento cargando aún lastres históricos.
Desde hace años el tenis colombiano está metido en un círculo vicioso: las entidades deportivas nunca han asignado recursos suficientes para esta disciplina pues el país no ha alcanzado una figuración importante en el panorama internacional. Pero no ha podido hacerlo precisamente por la falta de capital, pues talento hay. En ese vaivén se han perdido oportunidades históricas con generaciones de tenistas desde la década de los 70. Ante esto, la pregunta que asoma es, ¿cuántas generaciones más van a pasar para que el tenis colombiano tenga mayor espacio dentro del proyecto deportivo de Coldeportes y el Comité Olímpico?
Luego del revés ante Croacia que significó el quinto intento fallido de llegar al Grupo Mundial de la Copa Davis, Santiago Giraldo anunció su retiro temporal de la actividad por temas de salud. Entre su plan individual de trabajo Santiago consideró esa pausa es necesaria. Pero ese retiro transitorio de quien alcanzó a ser el colombiano mejor ranqueado en la historia del tenis masculino es un campanazo sobre otra generación que empieza su paso al costado. Y es que los hombres que hicieron parte de la serie ante Croacia: Alejanadro Falla (33 años), Juan Sebastián Cabal (31), Alejandro González (28), además de Robert Farah (30), quien no estuvo por lesión, evidencian en su edad que la hora de la sangre nueva está llegando.
Ignacio Arroyave, entrenador antioqueño desde hace casi 20 años y veterano capitán del país en Copa Federaciones, se muestra optimista. “Vamos por buen camino en el tema de la renovación. Tenemos a Daniel Galán, nuestra raqueta más prometedora actualmente, al igual que Nicolás Mejía que ahora es 35 del mundo en el ranking junior. En mujeres tenemos a Emiliana Arango con un futuro muy bueno y a María Camila Osorio. Y detrás vienen otros buenos prospectos. Es decir, exponentes hay, toca esperar que la empresa privada: Colsanitas, Argos, Celsia, Talentos Postobón, sigan presentes y se vinculen otras más. Sin esos vínculos una carrera es insostenible par a nuestros tenistas”, piensa Arroyave sobre la renovación. Algo que Jaime Restrepo, otro veterano formador referente del tenis nacional, no ve tan claro. “Se habla mucho de Daniel Galán, por ejemplo, nuestro principal referente de cara al futuro. Pero, ¿cuántos años tiene Galán? Tiene 21 y está cerca del top 200 del mundo. Entonces es un poco relativo, nosotros siempre hemos sacado jugadores técnicamente muy buenos. Surgen y surgen, pero las proyecciones y las metas si no las redefinimos nos quedamos en lo mismo”, piensa Restrepo, que sí coincide con Arroyave en otros puntos como el reconocimiento a esta última generación que aunque tampoco logró un título ATP en individual, sí los lograron en dobles y además tuvieron una activa y valiosa presencia en el circuito élite durante varios años.
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Ambos técnicos también apuntan a la importancia de buscar salidas que permitan huir al menos un poco del estancamiento que sufre el deporte por falta de recursos. “Tenemos una red de entrenadores colombianos muy calificados en el exterior con sus academias como Gabriel Jaramillo, Miguel Tobón, Mauricio Hadad, que tienen a su disposición importantes centros deportivos, además de los vínculos con las otras federaciones de la región, eso nos permite generarle nuevos espacios de entrenamiento a nuestros tenistas en los procesos formativos como campamentos y pretemporadas que evidentemente hacen diferencia en el desempeño de ellos”, dice Arroyave, mientras Restrepo apunta obligaciones para la dirigencia y la parte técnica como buscar capacitaciones e intercambio de prácticas y aprendizajez de países referentes del tenis en el continente. “Yo entiendo por ejemplo que el tema cultural tiene mucha influencia en el componente mental de los tenistas, pero también hay procesos y toda una parte científica que podríamos estudiar de otros países para replicarlo en nuestros jugadores, porque a parte del tema de recursos no es un secreto que la debilidad mental de los nuestros nos han llevado a fallar en momentos claves”, apunta Restrepo.
Todas esas son iniciativas válidas que surgen de la necesidad, pero a menos que la empresa privada se vuelque masivamente a impulsar el tenis, el aumento de apoyo de Coldeportes y el Comité Olímpico es ineludible para subir un escalón en este deporte que hoy parece lejano.
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“Lamentablemente el tenis sigue teniendo fama de rico y además está altamente profesionalizado. Entonces la prioridad de Coldeportes para asignar fondos pasa por el lado de nosotros y no se detiene mucho. Hay otros deportes como las pesas que garantizan mayor posibilidad de medallas y que por lo tanto su subsidiados casi en su totalidad por el Gobierno. Pero el tenis colombiano tiene la capacidad de conseguir triunfos en un ciclo olímpico, por eso seguimos a la espera de que nos presten atención y nos brinden esos recursos”, señala Héctor Monroy, director ejecutivo de la Liga Antioqueña de Tenis, quien además piensa que hay proyectos viables que la Federación puede presentarle a Coldeportes y optimizar los recursos. “Hay modelos como el canadiense, que por años destinó un capital importante para masificar el tenis en las provincias. Pero hace diez años decidieron concentrar ese presupuesto para ubicar entre tres y cinco tenistas en el top ten de los circuitos (femenino y masculino) y ese modelo les ha dado resultados. Es decir, son propuestas buenas, adaptables a nuestro entorno y posibilidades, pero que necesitan sí o sí de ese aval institucional”, complementa Monroy.
En ese mismo sentido de buscar planes viables para presentar a las entidades deportivas apunta la extenista Fabiola Zuluaga. “La actualidad del tenis femenino está muy cambiante. No hay un claro país dominador y se está en un momento de recambio, de reajuste en el circuito. Nosotros tenemos buen futuro en el tenis femenino. Con esas dos condiciones y el apoyo que históricamente hemos pedido, yo vería posible tener una figuración importante en el circuito, en Copa Federaciones y en el ciclo olímpico. Hemos conseguido medallas en Juegos Panamericanos y hace años estuvimos en el Grupo Mundial de la Fed Cup. O sea, talento hubo, hay y va a ver. Y estoy convencida que antes hemos hecho mucho teniendo en cuenta que no somos un país con cultura tenística. Ahí toca es esperar a que las entidades correspondientes y la empresa privada en mayor medida que ahora, pongan de su parte y no siga pasando el tiempo viviendo la misma situación”, concluye la cucuteña Fabiola Zuluaga.