Los grandes cedieron terreno, los menos favoritos aprovecharon la oportunidad y hoy se juega una sorpresiva final.
En un torneo que siempre ha sido esquivo para el actual número uno del mundo, Rafael Nadal, y que inició con la ausencia del número dos, Roger Federer, el desenlace se llenó de sorpresas y ahora el título del Masters 1.000 de París quedará en manos de una raqueta inesperada.
Luego de que Nadal anunciara su retiro del campeonato por molestias en sus rodillas, el serbio Filip Krajinovic aprovechó su oportunidad. Para el europeo fue un alivio no tener que enfrentar en cuartos al número uno del mundo y llegar descansado a la semifinal, por su parte el español, deja en vilo al mundo del tenis pues ahora es duda
para el Torneo de Maestros, última competencia del año.
En el partido disputado en la mañana de ayer Krajinovic, de 26 años, venció por 6-4, 6-7 y 7-6 al Estadounidense John Isner, quien partía como favorito por ser el único de los cuatro semifinalistas que se ubicaba entre los diez mejores tenistas del mundo, pero como fue constante en esta competencia se dio la sorpresa y ahora el serbio quien ocupa el puesto número 77 en el ranking mundial será quien juegue la final en París.
En la otra llave el estadounidense Jack Sock, número 16 del mundo, venció por 7-5 y 6-2 a Julien Benneteau, quien hacía las veces de local y había sido hasta ese punto otra de las sorpresas del Masters. Tras eliminar al anfitrión y al español Fernando Verdasco, el tenista norte americano parte hoy como el gran favorito para ganar el torneo, pero como ha quedado demostrado a lo largo de este particular evento, en París, cualquier cosa puede pasar.
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Krajinovic y Sock jugarán hoy la final del último Master 1.000 de la temporada, a partir de las 4:00 a.m.