A pocos días de celebrar el cumpleaños número 60 de su tradicional Desfile de Silleteros, los campesinos de Santa Elena expresaron preocupación ante un presunto riesgo de extinción por parte de las nuevas generaciones.
Por 150 años los campesinos del corregimiento de Santa Elena se han encargado de construir una manifestación cultural silletera, la cual han tratado de impartir a las nuevas generaciones con el fin de conservar su identidad e historia.
Actividades tradicionales de esta cultura, como el Desfile de Silleteros, han permitido su visualización en el ámbito internacional. Ellas se erigen además como una forma de generar ingresos, mientras continúan con su tradición cultural. Sin embargo, y pese a haber sido reconocidos como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, los silleteros apelan a la necesidad de más apoyo que les permita y garantice proteger y revitalizar su manifestación.
Fue por esto que cinco corporaciones de silleteros, Cosse (Corporación de Silleteros de Santa Elena), Corporación Familia Londoño, Corporación Rutas del Placer, Corporación Flores del Silletero y Corporación Internacional de Silleteros por el Mundo, decidieron gestionar, junto al Ministerio de Cultura y la Secretaria de Cultura de Medellín, un Plan Especial de Salvaguardia (PES) a la tradición de la que son dueñas. Eso fue en 2011 y aunque el Plan avanza en cumplimiento del cronograma, sus acciones aún no permiten visualizar una salida segura al riesgo inminente de que toda la tradición silletera algún día no tenga quien la realice.
Para responder qué es lo que el PES silletero le garantizará a los campesinos de Santa Elena que se niegan a esta posibilidad, Luz Marina Jaramillo, integrante de la Unidad de Memoria y Patrimonio de la Secretaría de Cultura de Medellín, explicó que los “planes de rescate” de este tipo son “un instrumento técnico con las herramientas necesarias para que las comunidades en toda Colombia poseedoras de manifestaciones culturales de relevancia adelanten procesos de concertación social, política y cultural para proteger, evaluar, diagnosticar y definir en qué estado está la manifestación y a partir de ahí hacer acuerdos que les permitan gestionar lo que a través de la Ley se considera Patrimonio”.
Dado el primer paso, los organismos institucionales se propusieron facilitar los medios financieros y técnicos para el desarrollo del proyecto, el cual hasta la fecha ya ha trabajado con la comunidad de Santa Elena en la ejecución del proyecto Diplomado para la gestión autónoma del Patrimonio, en el cual se invirtieron $38 millones.
“Este Plan surgió de un estudio realizado de la historia y contexto de los riesgos que hay para la pérdida de la manifestación, porque como todo Patrimonio Inmaterial corre el riesgo de perderse, ya que este se transmite de manera oral de generación en generación”, afirmó Yadira Duque, directora de la Corporación de Silleteros de Santa Elena.
Son once proyectos los que hacen parte del PES silletero que buscan apuntar a los diferentes riesgos de extinción de la manifestación, teniendo como estrategias centrales de preservación la recuperación de la memoria, la tenencia de la tierra y el regreso a la vocación agrícola y floricultora, entre otras, tal y como lo comentó Duque.
Juliana Forero, coordinadora del grupo de Patrimonio Inmaterial del Ministerio de Cultura, expresó que a pesar de las preocupaciones de la comunidad silletera no existe un riesgo de extinción de esta manifestación. Sin embargo, en el PES silletero se identificaron posibles riesgos entre los que están que la estructura social silletera no es lo suficientemente sólida ni unificada, la falta de articulación social que dificulta la actuación en conjunto, los desacuerdos sobre las transformaciones estéticas del Desfile de Silleteros y de las silletas y la explotación económica que hacen distintos actores de la manifestación cultural, que se evidencia a la tendencia a su privatización a través de marcas registradas.
“En el proceso de diagnóstico participativo, la comunidad silletera planteó algunos problemas relacionados con el fomento a la producción de conocimiento que resultan riesgosos para la preservación de la manifestación cultural. Tanto el territorio como la manifestación en sí han sido objeto de múltiples abordajes académicos en los que, de una u otra manera, los agentes productores de conocimiento se han acercado a la comunidad, de ahí que ella sepa de la realización de estudios e investigaciones, pero de los cuales en general se desconocen sus resultados e inclusive su utilidad”, resaltó Forero.
La producción de conocimiento se ha hecho en su mayoría desde una perspectiva alrededor de la comunidad y desde una lógica extractiva que hace que esta se sienta explotada y tratada de manera utilitarista, desconociendo sus saberes que, pareciera, solo tienen valor en tanto sean objeto de análisis de los académicos, según informó Juliana Forero.
“Cuando hablamos de Patrimonio Material hablamos, por ejemplo, de un museo que necesita mantenimiento y requiere protección, pero cuando hablamos de Patrimonio Inmaterial es intangible y como todo intangible puede tender a desaparecer, entonces la manera de preservarlo es, primero, que los portadores de esa manifestación sean conscientes de que existe y de como es algo que se trasmite de generación en generación. Son precisamente los niños quienes nos van a permitir que se siga hablando de tradición cultural silletera y que se salvaguarde en el tiempo”, puntualizó Yadira Duque.
Dentro de las estrategias de este PES se encuentra la preservación de las prácticas campesinas adaptándose a lo que pasa en la actualidad y la disposición para gestores de la cultura de un territorio en el que tengan una vida cotidiana en la que se desarrollen sus actividades. El Plan contempla, además, ejercicios educativos en los que las instituciones educativas ubicadas en el área silletera sensibilicen a los jóvenes y los pongan en contexto con el proyecto y así se adapten a la tradición trayéndola al presente, tal y como resaltó Luz Marina Jaramillo.
Jhonatan Londoño, silletero de la vereda Barro Blanco de Santa Elena, afirmó que no cree que la tradición peligre con las nuevas generaciones ya que los jóvenes, como él, quienes han crecido con la historia, la respetan y buscan ocupar algún día un lugar durante el Desfile, sin excluir que siente que se necesitan más incentivos para los que hasta ahora inician.
Martín Atehortúa, silletero de Santa Elena, consideró que para la actualidad de los silleteros es importante el Plan porque es una estrategia que los catapulta más como Patrimonio. “Nos da la imagen de ser uno de los símbolos culturales de Colombia pero a la vez nos permite conservar la tradición, especialmente en unas actividades que nosotros hemos perdido y no las hemos seguido ejecutando como son el cultivo de la flor y la producción agrícola. Además, el tema generacional que se necesita conservar para que no sean solo 60 años de tradición sino más de 120.
Es positivo el plan, además, porque nos une y nos despierta a los silleteros para que continuemos con nuestras actividades culturales, las cuales permiten conservar el Patrimonio”.
Jhonatan Londoño dijo que las expectativas de la región fueron altas al momento de presentar el proyecto, ya que beneficiaría sus actividades culturales, no obstante, resaltó que siente que hay aspectos por mejorar ya que no concibe que este toque las realidades precisas de la comunidad. “Aspectos que se decían se iban a equilibrar, como la centralización, hoy siguen igual, creo que después de la firma hay que entrar más a la realidad identificando los problemas, profundizar más y que el Plan pase de ser un papel firmado a una verdad vivida por los silleteros”.
Su tío, Mauricio Londoño, triunfador en dos ocasiones de la máxima premiación del Desfile de Silleteros, el Premio de Ganador Absoluto, comentó que una de las preocupaciones de la población silletera es que sienten que en el ámbito municipal son tenidos en cuenta solo durante la Feria de las Flores.
“Siento que con el Plan la que más se ha visto beneficiada es la Corporación de Silleteros de Santa Elena, ya que es con ellos con quien se consulta todo, como la nueva categoría del Desfile para este año. Si ha habido apoyo siento que se ha concentrado en esta organización, igualmente e independiente de esto, creo que falta apoyo y socialización con los demás silleteros”, afirmó Londoño.
Como cada año, el momento principal durante el cual se pone en escena esta manifestación cultural es el Desfile de Silleteros, a través del cual los campesinos de Santa Elena han encontrado un espacio privilegiado para dinamizar su manifestación en el tiempo y para ser reconocidos en los ámbitos nacional e internacional. Seguirán luchando por no dejar morir la usanza de la que son dueños.
Es un acuerdo social y administrativo concebido como un instrumento de gestión del Patrimonio Cultural de la Nación, mediante el cual se establecen acciones y lineamientos encaminados a garantizar la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. El PES está regulado por el Ministerio de Cultura y por las leyes 397 de 1997 y 1185 de 2008, el Decreto 2941 de 2009 y la Resolución 0330 de 2010.
Para Juliana Forero, miembro de Patrimonio de MinCultura, los paisajes y espacios de valor cultural que necesitan los silleteros para continuar con su tradición equivalen a todo el territorio de Santa Elena, sus 11 veredas más otras 6 distribuidas entre Guarne, Envigado y Rionegro.
Por su lado, Martín Atehortúa, un silletero, precisó: “Debemos conservar las fincas silleteras, espacios que se han caracterizado por tener una memoria histórica, no tanto desde el punto de vista económico, aunque es importante, sino desde uno simbólico y cultural. Además, el tema de centralidad que es importante para promover la ruralidad y el tema de conservación en Santa Elena, la actividad agrícola y floricultora, espacios que deben existir en el territorio para que todo continúe de manera articulada”.
1.500 millones se han invertido anualmente en el PES silletero.