El plan de Crecimiento Verde avanza en el país para garantizar el crecimiento económico sin deteriorar el medio ambiente. Sin embargo todavía falta “aterrizar” los programas y hacer un inventario de los recursos naturales para saber hasta dónde se pueden explotar, según los expertos.
Justo cuando las afectaciones ambientales han ocasionado varias alarmas por la calidad del aire del Valle de Aburrá; y se llevará a cabo la celebración del Día Mundial del Agua el miércoles, se lanzará el primer Plan de Crecimiento Verde y Desarrollo Compatible con el Clima en la jurisdicción Cornare, que busca promover la conservación de la biodiversidad, la inclusión y el desarrollo económico.
Desde el Departamento Nacional de Planeación se trabaja en el Crecimiento Verde como una política para lograr un crecimiento industrial que no afecte el medio ambiente. Sin embargo, un experto en el tema aseguró que para poder desarrollar correctamente este plan hace falta elaborar primero un inventario de los recursos naturales, que determine hasta dónde se pueden explotar. El panorama se complica más, según explicó, por la falta de investigación para poder obtener la información pertinente.
En días recientes Hernando José Gómez, director de la Misión de Crecimiento Verde, señaló que el sector privado debe liderar esta iniciativa para convertirla en una estrategia de largo plazo, ajena, además, a los cambios en la administración política del país. Acorde al planteamiento, Maryluz Mejía, presidente ejecutiva de Acodal, manifestó que el gremio ya se encuentra listo para contribuir activamente con la iniciativa y participar en la Misión, gracias a la experiencia acumulada en 60 años de actividad en asuntos de saneamiento ambiental y manejo de agua y residuos sólidos.
Explicó Gómez que con el Crecimiento Verde se busca hallar oportunidades económicas fundamentadas en los bionegocios (actividades económicas rentables que se basan en el aprovechamiento de productos de la diversidad biológica y los diferentes ecosistemas), generando ganancias y ahorro a partir del uso eficiente de los recursos naturales, y cuidando la sostenibilidad de los mismos.
También, anunció que el próximo mes de dará inicio a estudios clave de la Misión, que tienen que ver con los índices de productividad del agua, la tierra, el manejo de materiales sólidos, y las energías renovables.
“Todavía falta información”
Juan David Osorio Múnera, magister en Economía del Medio Ambiente y los Recursos Naturales y docente investigador del departamento de Economía de la Universidad de Antioquia, resaltó que “el Crecimiento Verde es una estrategia adoptada por varios países entre ellos Colombia, con el objetivo de coordinar el crecimiento económico y la conservación ambiental, es decir, lograr que la producción de un país aumente pero que al mismo tiempo ese aumento en la producción y en los ingresos de ese país no impliquen un deterioro en los recursos naturales sino de qué forma se puede crecer y al mismo tiempo disminuir o minimizar el impacto que se tiene sobre los recursos naturales y el medio ambiente”.
No obstante, el experto acotó que “el tema suena muy bonito y es importante su inclusión en la Misión de Crecimiento Verde, establecida por el Departamento Nacional de Planeación, pero se generan muchas dificultades para su implementación y se debe a que se requiere más información sobre el capital natural que tiene el país, y ahí tenemos la primera falla: que nosotros no tenemos suficiente conocimiento sobre los ecosistemas, las especies, sus tasas de reproducción, la salud de los ecosistemas y desconocemos el valor económico y social que este capital tiene para la sociedad, lo cual dificulta que se tomen decisiones acertadas sobre el aprovechamiento de los recursos naturales de forma sostenible y en coordinación con el crecimiento económico”, puntualizó.
Además, Osorio aseveró que “la información se genera a partir de la investigación y en el país aún hay pocos recursos destinados para la ciencia y la formación de científicos en las áreas de conocimiento que aporten información valiosa para el país”.
¿Es posible crecer económicamente y minimizar el impacto?
Osorio Múnera apuntó que “los economistas , empresarios, políticos y la sociedad en general han entendido que la economía y el bienestar social dependen del capital natural y por ello se están encontrando alternativas de hacer un uso amigable de los recursos que nos brinda la naturaleza, es decir, de ser eficientes en su uso como generador de insumos para la economía y de asimilador de desechos y contaminación.
Añadió que la economía como ciencia social debe hacer su aporte y revaluar el modelo económico actual, ya que el crecimiento de la economía y el aumento de los ingresos no han sido suficientes para poder contrarrestar los problemas sociales y de deterioro ambiental.
Entonces sobre la pregunta: ¿es compatible estar creciendo económicamente y minimizar el impacto que se tiene sobre los recursos naturales?, indicó que “es posible crecer económicamente y reducir el impacto sobre el ambiente, pero creo que es exagerado afirmar que vamos a empezar a hacerlo en el corto plazo sin deteriorar los recursos, ya que este objetivo requiere de mejoras tecnológicas, cambios de comportamiento en el consumo y en los modelos de producción, los cuales son resultado de políticas y programas en el mediano y largo plazo’’.
La situación en Antioquia
Carlos Bernardo Restrepo, director de Seguimiento y Evaluación de la Secretaría de Medio Ambiente Departamental, comentó a EL MUNDO que con el Crecimiento Verde “la diferencia se va a notar en el cambio de cultura que queremos implementar desde la Gobernación de Antioquia” y aclaró que el trabajo de la Administración apunta a una transformación que cobije a “la ciudadanía en todos los niveles: comercio, industria, academia y hogares, propendiendo por una economía circular, una economía del reaprovechamiento”.
Explicó que el Departamento forma parte del consejo directivo de corporaciones medioambientales como Corantioquia, Cornare, Corpourabá, encargadas del control ambiental, y la autoridad ambiental del Valle de Aburrá y el Área Metropolitana. “Estas entidades sí tienen capacidad policiva, de controlar. Nosotros no la tenemos directamente, pero a través de los consejos sí, por lo que “en los últimos meses hemos estado en una vigilancia directa de la cuenca del río Aburrá o río Medellín y se están controlando los vertimientos contaminantes; se ponen multas, se cierran establecimientos. También hemos hecho unos videos para que la ciudadanía se entere de cómo se hacen las cosas; cuáles son sus obligaciones”. De esta manera, “desde la óptica de las autoridades ambientales estamos trabajando el tema”.
Para Restrepo, los consumidores son fundamentales en el desarrollo del Crecimiento Verde. “El usuario va a aprender a pensar en que un producto puede ser bueno pero depende del empaque, depende de la composición cuál es más amigable con el medio ambiente y cuál no. Eso ya está funcionando hoy en una escala muy pequeña, pero en un par de años cualquier persona va a llegar al mercado y no va a comprar unos zapatos porque dirá que tiene varios empaques”.
En ese mismo sentido, indicó que se debe buscar la manera de reducir el consumo de productos desechables y bolsas plásticas, que “hacen que la naturaleza se contamine”.
“Adicionalmente, el año pasado en el mes de abril, la Asamblea Departamental, mediante la Ordenanza Número 10, nos dio instrucción a los funcionarios públicos del Departamento y a las autoridades medio ambientales y a los municipios, que tenemos una meta, y es reducir los residuos y las basuras, llevándolos a una disposición final de hasta un 20% máximo, o sea, aprovechar el 80%”.
Trabajo con los empresarios
“Lo más complicado es el desconocimiento, porque cuando se acercan y empezamos a evolucionar, ahí es donde se dan cuenta que tomar medidas ambientales es económicamente más rentable, contrario al concepto general donde dicen que esas medidas son costosas y generan detrimento a la rentabilidad de las empresas”, aseguró a este diario Juan Fernando López, subdirector general de Planeación de Cornare.
“Al contrario, aprovechando este tipo de cosas, lo que hemos identificado es un potencial inmenso para que ellos (los empresarios) ahorren y hasta para que tengan beneficios tributarios. Ellos, derivado de los acompañamientos que hemos hecho, han conseguido en algunos casos exclusiones de IVA o exclusiones de renta”, especificó.
“Nosotros hemos venido desarrollando los acuerdos de crecimiento verde, que son un ejercicio de relacionamiento entre la autoridad ambiental, que es Cornare, y el sector empresarial”, donde ya se ha avanzado en temas como la identificación de fuentes alternativas de energía. “Algunas de las empresas ya han venido incursionando con paneles solares o con reconversión industrial. El hecho de pasar del diesel al gas ya mejora las condiciones de emisiones atmosféricas”, acotó.
López subrayó que dentro del Crecimiento Verde se viene trabajando en la subregión del Oriente contemplando también “el desarrollo compatible con el clima, que tiene que ver con la adaptación al cambio climático, es decir, con desarrollar acciones regionales que involucren que los sectores productivos que se establezcan en esta subregión antioqueña se adapten al cambio climático y sean menos emisoras de gases efecto invernadero y menos consumidoras de recursos naturales”.
La Corporación, aclaró, realiza perfiles de emisión de gases con efecto invernadero. Con los resultados “se empiezan a tomar las medidas de mitigación y adaptación, es decir, cómo vamos a hacer nosotros para que la industria, la minería y la agricultura sean menos emisoras de gases efecto invernadero”.
“El centro del plan es la gestión integral del recurso hídrico. A este lo rodean unas líneas estratégicas, que son la conservación de nuestros ecosistemas, un proceso de desarrollo rural incluyente, un proceso de competitividad regional y un ejercicio de entorno resiliente”. De esas cuatro estrategias se han formulado 21 proyectos que tienen que ver, entre otros, con el uso eficiente del agua, así como sistemas de abastecimiento de agua potable, puntualizó el subdirector.
“Presión ciudadana ha contribuido”
Para Daniel Suárez Montoya, activista ambientalista y miembro del colectivo Aire Medellín, las empresas y el país en general no han sido lo suficientemente responsables respecto al tema del cuidado ambiental. Sin embargo, “en los últimos años sí se ha tratado de cambiar el rumbo y pensar mucho mejor las cosas”.
Opinó que en materia ambiental la presión ciudadana ha influido en las decisiones gubernamentales, “como ocurrió el año pasado con Caño Cristales, que de no haber sido por la ciudadanía en ese sector de La Macarena hubiera sucedido algo fatídico para lo que está pensando actualmente desde la parte gubernamental”.
Añadió que el Crecimiento Verde y el pensamiento verde de un país son esenciales, especialmente en un país como Colombia, que es uno de los más ricos en el planeta en cuanto a naturaleza se refiere. “Si se piensa en ese proyecto, obviamente, debe ser de manera responsable”.
Aclaró que esto se debe aplicar también al campo del ecoturismo, donde se deben tomar las medidas para que esta actividad no perjudique las condiciones ambientales de los territorios.
Este es un tema que “depende de todos, de nosotros como ciudadanos, y también del sector de la industria para encontrar soluciones que no afecten el ambiente ni el crecimiento económico”. Porque “por un lado está el progreso, y por otro la conservación de los espacios, por eso debe haber un punto intermedio y un acuerdo entre los industriales y comerciantes, el Gobierno y la ciudadanía, que debe respetar también y hacer que se respete el ambiente, poniendo de su parte”.