Sin Confucio no dimensionaríamos la moral. Sin Cristo no entenderíamos el valor de la caridad
Personajes que aportaron al desarrollo de la civilización y que generaron las inercias que sus seguidores consolidaron o que otros capitalizaron.
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Si no hubiera sido por San Francisco de Asís, no existiría el pesebre y las fiestas navideñas no serían iguales. Si no fuera por Eva, estaríamos todavía en el paraíso. Si no hubiera sido por Caín, Abel habría tenido descendencia y seríamos muchos más. Si no fuera por Noé, quien sabe si existiríamos. Si no hubiera sido por San Pablo, la Iglesia Católica sería otra cosa. Si no hubiera sido por Santo Tomás de Aquino, la Iglesia Católica no se hubiera consolidado gracias al escolasticismo. Si no fuera por Sócrates, la mayéutica no se habría creado. Si no fuera por Platón, la lógica no se habría planteado. Si no fuera por Aristóteles, la idea universal no se hubiera consolidado, ni la metafísica. Si no fuera por Newton la ley de la gravedad aparecería más tarde. Si no fuera por Copérnico, el sol seguiría siendo el centro del universo y no sabríamos de la existencia de Aristarco. Si no fuera por Demócrito, el átomo no se hubiera consolidado. Si no fuera por Descartes, la racionalidad, no se hubiera impuesto. Si no fuera por Kant, el dogma se hubiera impuesto a la razón. Si no fuera por Maquiavelo, el poder sería aceptado con sumisión. Si no fuera por Leonardo, no habría hombres universales. Si no fuera por Bolívar, seríamos súbditos de la corona española. Si no fuera por Colón, América tendría otra historia. Si no fuera por Lenin, los Zares aún existirían. Si no fuera por Haydn, no existirían las sinfonías. Si no fuera por David, los débiles estaríamos sentenciados. Si no fuera por Heffner, el sexo seguiría siendo un tabú. Si no fuera por Cervantes, Don Quijote no hubiera cabalgado. Si no fuera por Disney, no volveríamos jamás a ser niños. Si no fuera por Dante, no nos aproximaríamos al infierno. Si no fuera por Lutero, nos invadirían las indulgencias. Si no fuera por Julio César, Roma no hubiera sido imperio. Si no fuera por Mahoma, no existiría el Islam. Si no hubiera sido por Galeno, la medicina no sería igual. Sin Broudel, el análisis cultural sería esquivo. Si no fuera por Wagner, la mitología Aria se hubiera mantenido oculta. Sin Graciano no existiría el derecho canónico. Si no fuera por Grosseteste, no tendríamos método experimental. Si no fuera por Monteverdi, no habríamos podido disfrutar de la ópera. Si no fuera por Adam Smith, no reflexionaríamos sobre la riqueza de las naciones. Si no fuera por Zaratustra, no nos imaginaríamos la relación entre profecía y el futuro. Sin Gregorio IX no habría aparecido la Inquisición. Si no fuera por Varrón, no existirían las 9 disciplinas de estudio. Si no fuera por Fulcanelli no nos detendríamos a pensar en el misterio de las catedrales. Si no fuera por Einstein no existiría la relatividad. Si no fuera por Picasso no existiría el cubismo. Si no fuera por Guido de Arezzo, no existiría el pentagrama. Si no fuera por marco Datini, no existiría la doble entrada en los libros de contabilidad. Si no hubiera sido por Gutemberg, no tendríamos imprenta. Sin Hancock no tendríamos llantas. Sin Edison no usaríamos las bombillas. Sin Tellier, no conoceríamos las bondades de los frigoríficos o neveras. Sin Tsai Lun no podríamos acceder al papel. Sin Herodoto no conoceríamos el mundo a través de los mapas. Sin Graham Bell no habría teléfonos. Sin Niepce no podríamos tomar fotos. Sin Nipkon no veríamos televisión. Sin Pascal no tendríamos computadores. Sin Torricelli no podríamos conocer la magnitud de la presión atmosférica. Sin Galileo no tendríamos telescopio para auscultar el universo, ni termómetro para medir la temperatura. Sin Marx no habría comunismo. Sin Comte no habría capitalismo. Sin Montesquieu no existirían los tres poderes del Estado. Sin Diderot no accederíamos a la enciclopedia. Sin Freud no conoceríamos nuestro yo interior. Sin Darwin no nos hubiéramos imaginado la evolución. Sin Fleming no habría antibióticos. Sin los Médicis, muchos artistas no habrían surgido. Sin Erasmo no hubiera aparecido el humanismo. Sin Pirrón y Voltaire no habría escepticismo. Sin Shakespeare no conoceríamos a Hamlet. Sin Licurgo no reconoceríamos la ley. Sin Pericles no sabríamos de grandes estadistas. Sin Ulises no conoceríamos de malicia y aventuras. Sin Calvino no se hubiera consolidado la Reforma. Sin Torquemada no hablaríamos de grandes inquisidores. Sin Epicuro no buscaríamos el placer. Sin Zenón de Citio y Marco Aurelio no comprenderíamos la trascendencia del estoicismo. Sin Bacon no entenderíamos el valor de la ciencia. Sin Alejandro y Gengis Kan no apreciaríamos a los grandes conquistadores. Sin Locke no le abriríamos las puertas al empirismo. Si no fuera por Kierkegaard, no reconoceríamos el existencialismo. Sin Confucio no dimensionaríamos la moral. Sin Cristo no entenderíamos el valor de la caridad.
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Insistimos en la necesidad y conveniencia de dotar a Medellín con un adecuado Centro de Espectáculos.
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