El actor, quien se presentará en el Teatro Matacandelas el próximo 28 de enero a las 7:30 p.m., con la obra El almuerzo desnudo de William S. Burroughs, habló con Palabra&Obra de teatro y tentativa.
Qué lo llevó al teatro?
El teatro apareció como azar fortuito, como naufragar en un paraíso artificial inesperado, encontré un taller de iniciación teatral dictado por los actores y director del Teatro Matacandelas en la Oficina Central de los Sueños y esa curiosidad que nació con las lecturas de Sófocles en la cátedra del profesor Carlos Vásquez, Edipo rey me arrojaron a esas playas armoricanas
Explíqueles a nuestros lectores tres formaciones estéticas de su estética teatral.
La primera deformación o el ejercicio del teatro, la recibo y aprendo en mi alma mater que es el Teatro Matacandelas, en donde el juego, el sueño y la muerte, a través de la literatura, la música y la pintura, son los elementos fundacionales de mis proyecciones actuales. La segunda desinformación, proviene de la academia, la poesía, la filosofía y la ciencia estudiadas en la Universidad de Antioquia. Y el tercer homúnculo a modo de Frankestein, fue ser hijo de padres diseñadores, mi madre entre telas y figurines y mi padre rodeado de letraset e ilustraciones.
¿Por qué decidió montar El almuerzo desnudo de William Burroughs?
Voy a citar a mis maestros Peláez y Musati, El almuerzo desnudo me está montando a mí, yo voy a Burroughs y su literatura para desmontar mis miedos al lenguaje, al control de los aparatos estatales y morales, de los dogmas religiosos y las certezas políticas. El almuerzo desnudo me devora y me escupe a los pies de un viejo yonqui y bestial.
¿Encontró en Burroughs una estética teatral instintiva o racional en su narrativa para este montaje?
Además del bricolaje, como herramienta de construcción y máquina para impulsar la imaginación, y los diálogos de algunas secciones de su novela, Burroughs en El almuerzo desnudo no permite extraer nada racional, destrona y destroza la narrativa aristotélica, sobre todo en esta obra. Entretanto, para poder brindarle al espectador un hilo conductor me tocó apoyarme en una de sus últimas novelas llamada Las tierras occidentales, en donde cita las siete almas egipcias.
¿Qué es lo que le interesa de El almuerzo desnudo como mediación con lo extrasensorial y extraordinario del sueño y lo inconsciente?
Me interesa la sátira como herramienta eficaz para enfrentar temáticas que a mí me interesan , como la guerra contra las drogas, la pena de muerte, las segregaciones raciales y sexuales y los mecanismos de control a aborregamiento colectivo como las noticias, las redes sociales, y lo que denominamos como verdad.
¿Cómo lo llevará a la escena, en su real naturaleza de insubordinación y rebelión desde el sentido de lo simbólico?
Decidí dividirla en ocho escenas, una para la accidental muerte de su esposa que desato su virus como escritor y las siete almas egipcias acompañándolo al descenso final hacia sí mismo, que sería en la pieza la destrucción del yo, la abolición del ego y la dispersión en todas las voces que lo constituyen. Para cada escena me apoyé un poco en James Joyce y la estructura del Ulises, en donde cada capítulo está escrito en un estilo característico de la literatura occidental; en este caso, lo apliqué al estilo de nuestras narrativas más populares, mi almuerzo desnudo va desde la novela negra, pasándose a una película porno, coqueteando con el insulso video musical, atravesando el talk show, un noticiario despiadado, perdón por el pleonasmo, o un confesionario de reality en el tercer mundo.
¿Cómo abordó la invectiva, el insulto irónico, la crítica al consumo, la dominación y sometimiento de los deseo?
Como diría el doctor Benway, uno de sus personajes: “¡Aborrezco la brutalidad, no es eficiente! Pero la amenaza de la tortura es útil para destruir la identidad del sujeto. ”Los espectadores espero se sientan como cuando uno va al dentista y decide no entrar a consulta al escuchar el sonido brillante y metálico de las fresas eléctricas.
La conexión y el nexo con la música, para que no sea un teatro musical: ¿Desde dónde y por qué la hace a su manera, como su invención musical y teatral?
Almuerzo desnudo y sus relaciones con todo el movimiento rockero de los años 60 hasta los 90 me facilitó la búsqueda y desarrollo de la banda sonora, son conocidas sus relaciones y colaboraciones con: Patti Smith. David Bowie, Frank Zappa, Laurie Anderson, REM, Ministry, Nirvana, Blondie, incluso hizo un musical con Bob Wilson y Tom Waits llamado Black Rider.