Con Precedida por el sobresalto que le impuso la propagandística denuncia de Gustavo Petro sobre el riesgo de fraude en el escrutinio de las elecciones de primera vuelta presidencial, ha comenzado la importante ha iniciado la semana de silencio electoral. Este tiempo En este período se imponen impone severas restricciones a la propaganda política, las manifestaciones públicas y la divulgación de encuestas, sondeos o predicciones de resultados, a fin de que , esperando que se abra un período para ese silencio les dé a los ciudadanos espacio para escoger su candidato, que los ciudadanos escojan candidato, si no lo han hecho, o incluso consideren segundas alternativas, si lo ven necesario. considerar alternativas distintas a las que habían considerado, sopesando los argumentos sobre cambiar su voto, si lo ven necesario.

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Las denuncias de Gustavo Petro contra el Gobierno Nacional y la Registraduría del Estado Civil, arguyendo que no habían convocado misiones técnicas de observación electoral y no han resuelto los problemas del software del conteo y escrutinio, encontrados por el Consejo de Estado en el caso de las curules no asignadas al partido Mira en 2014, fueron desmentidas por los acusados. Los desmentidos redujeron el acto del aspirante de Colombia Humana a un evento propagandístico. Sin embargo, ni Gobierno ni autoridades electorales disiparon el temor de la opinión pública por el riesgo de que las elecciones de primera vuelta sean manchadas por fraude electoral.

A pesar del desmentido, existen razones para la preocupación por las elecciones del 27 de mayo. Por lo mismo, es necesario que candidatos, campañas políticas y los ciudadanos se apresten a presentar y sustentar debidamente las

Las denuncias sobre riesgo intento de fraude, intervención de funcionarios públicos en política, trasteo o compra de votos, asignación de falsos testigosjurados, abusos de poder de autoridades electorales u otros delitos , y los distintos delitos electoralescontra la pureza del sufragio. , son necesarias como instrumentos de control en unas elecciones afectadas por presiones de distinta índole. Por su gravedad, no pueden ser simples actos propagandísticos destinados a concentrar la atención mediática y de la opinión pública cuando se han cerrado otras puertas para obtenerla.

 Por lo tanto, el candidato o la campaña política que tenga pruebas sobre fraude o intento de fraude electoral está en el deber de ponerlo en manos de las autoridades competentes: Y frente a los riesgos de que han alertado activistas de distintos partidos, es preciso que el Consejo Nacional Electoral, la Comisión de seguimiento electoral, la Procuraduría, la Fiscalía y las misiones de observación electoral, así como la MOE, ; también podrán presentarlas a las organizaciones de la sociedad civil, como la MOE, que hacen seguimiento electoral. estén alertas para detectar estos hechos o recibir las denuncias debidamente documentadas que les lleguen.

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Dada la delicadeza del proceso electoral en curso y la necesidad imperiosa de garantizar su seguridad, de las autoridades electorales y de vigilancia se espera que reciban las denuncias y se comprometan con investigaciones expeditas, objetivas y precisas, que sí ofrezcan garantías a los denunciantes y a la ciudadanía, de que cumplirán con sus obligaciones de imparcialidad y respeto a las decisiones del soberano en las urnas.

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Los ciudadanos se enfrentan a una semana decisiva en la que pueden estudiar y reestudiar propuestas y perfiles de los candidatos, que son bien distintos entre sí, a fin de tomar las decisiones que les garanticen expresar en su voto del 27 de mayo, su apoyo a quien encarne el proyecto de país y sociedad que anhelan.