Al menos seis personas murieron y otras 40 resultaron heridas, en su mayoría civiles, en un atentado suicida de los talibanes, al inmolarse un insurgente este miércoles en un vehículo cargado de explosivos cerca de un cuartel policial en el sur de Afganistán. La detonación se produjo hacia las 11.00 hora local (06.30 GMT), cerca de la entrada del cuartel general de la Policía en Lashkargah, capital de la provincia de Helmand, indicó  el portavoz de la policía provincial, Salam Afghan.

"El terrorista hizo detonar su vehículo cerca de la entrada principal de los cuarteles de la Policía, un espacio que usan también como aparcamiento muchos civiles", dijo Afghan, que añadió que entre los muertos hay tres mujeres y dos soldados. El portavoz anotó también que entre los 40 heridos más de la mitad son estudiantes de una madrasa o escuela coránica ubicada a pocos metros del lugar de la explosión, a los que se suman también tres soldados.

"Algunos de los heridos están graves", concluyó Afghan. Otro policía, que pidió el anonimato al no estar autorizado a hacer declaraciones, había dicho a Efe con anterioridad que el número de muertos "supera los diez", aunque esa cifra fue luego rebajada.

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Los talibanes reivindicaron el atentado en un mensaje del portavoz insurgente Zabihullah Mujahid en la red social Twitter. "Un ataque contra las marionetas enemigas fue llevado a cabo cerca del cuartel general de la Policía de Helmand, en el que tres vehículos blindados (...) fueron destruidos, muriendo varios soldados", dijo el portavoz talibán. Este atentado de los talibanes se produce un día después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara que su país seguirá implicado en la guerra de Afganistán, donde permanecen desde hace casi 16 años, con el envío de más tropas.

Aunque Trump no precisó cuántos soldados enviará, fuentes del Congreso citadas por los medios apuntan que serán alrededor de 4.000 los militares que engrosarán las filas estadounidenses en el país asiático, donde ya hay destinados unos 8.400. Según el informe del Inspector Especial para Afganistán (SIGAR) de Estados Unidos divulgado este mes, la guerra en Afganistán está "estancada", con los insurgentes controlando el 40 % del país.