Proantioquia presentó, en su misión por favorecer la equidad y el desarrollo social y productivo en el ámbito regional, una investigación que arrojó los caminos necesarios para priorizar la educación de calidad en el departamento de Antioquia.
Tras un trabajo reflexivo permanente que obliga a realizar investigaciones acerca del estado actual de la educación en Antioquia, la Fundación Proantioquia entregó al departamento seis líneas de acción que se deben implementar en las instituciones educativas, públicas o privadas, para garantizar una educación de calidad.
“Sabemos que en la región hay una variedad de acciones en desarrollo. Sin embargo, el enfoque transversal a nuestra propuesta es justamente la delimitación de líneas de acción y lugares de intervención, ojalá comunes, para avanzar desde trabajos articulados en la construcción de un modelo educativo sostenible”, comentó el presidente ejecutivo de Proantioquia Rafael Aubad.
Las propuestas entregadas por la fundación partieron desde el contraste realizado con los datos de agencias de cooperación internacional, investigaciones empíricas y experiencias adelantadas en Medellín y Antioquia sobre iniciativas en educación.
A partir de ello, se dieron las seis propuestas que pretenden fortalecer y articular las iniciativas para la dinamización educativa, propuestas que responden a las problemáticas identificadas que no permiten un exitoso desarrollo educativo.
“Con estas líneas buscamos dos propósitos clave: aportar a la alineación de los esfuerzos que hace el sector empresarial en sus intervenciones en educación, así como marcar unos mínimos que ayuden a los hacedores de políticas públicas a garantizar la calidad de las mismas”, precisó Aubad.
De acuerdo con David Bojanini, presidente del Consejo Directivo de la fundación, las líneas de acción fueron clasificadas como “los seis grandes retos”, tratando de establecer los mecanismos de resolución de conflictos educativos a partir de un enfoque que considera algunos elementos del marco lógico de la investigación.
“El primer reto es mejorar la cobertura. Se ha hablado hace mucho rato de que en Colombia tenemos cobertura universal en educación, lo cual no es cierto. También hay un tema muy grave que es la deserción escolar, y justo hay una estadística que nos preocupa la cual afirma que uno de cada tres estudiantes que entran a primaria no terminan la secundaria”, explicó Bojanini hablando de las primeras dos problemáticas que tiene la educación regional.
El funcionario aseguró que es de vital importancia mejorar los desempeños de los estudiantes, debido a que los resultados han indicado que los estudiantes de la ruralidad tienen desempeños muy bajos.
“Hemos realizado muchos esfuerzos por mejorar la calidad de la educación pero aún no dan los resultados que quisiéramos, entonces hay que entrar a mirar las estrategias para subir los índices porque en la ruralidad se ve un desbalance considerable en el desempeño institucional”.
Comentó que uno de los retos a priorizar sería el lograr que todos los niños y jóvenes cuenten con la misma calidad educativa, teniendo en cuenta las diferencias entre el sector privado y el público.
Ante esto, se planteó que una de las brechas entre las instituciones públicas y privadas podría ser la formación de los maestros, por lo que consideraron hay que apuntarle a más docentes especializados y capacitados. Se conoció que un 13% de los maestros en Antioquia no son profesionales.
Como último reto Bojanini argumentó que es preocupante el que las niñas sean las más alejadas de la educación en la región debido a los hallazgos que relevan las diferencias de género en los desempeños de los estudiantes
“Entre las propuestas que tenemos ante estas problemáticas es el mejoramiento del clima escolar para lograr la permanencia y la inclusión en las aulas de clase, así como la definición de los qué y los cómo para generar una formación integral y las prácticas reflexivas para el mejoramiento continuo”, aseveró Bojanini.
Dentro de esas estrategias figura además el mejoramiento de la cobertura de la media y el trabajo articulado en la orientación vocacional de los jóvenes que no permitan aumentar los índices de deserción.
“Nosotros pretendemos además con esto que se le preste mucha más atención a la media, siempre hemos hablado de que hay que hacer énfasis en ella pero nunca damos la sostenibilidad real a lo que hay que realizar, también seguirá siendo fundamental la formación de profesores, donde continuamos teniendo demasiadas debilidades. Nos parece que el que cada colegio decida qué es lo que va a enseñar no corresponde a lo que la sociedad reclama y lo que los jóvenes necesitan, así que necesitamos un currículo básico que sea nacional”, agregó por su lado Aubad.
Ambos funcionarios insistieron en la necesidad de hacer intervenciones colectivas para maximizar los recursos y lograr impactos claros y concretos que determinen los actores que están en un mismo territorio.
Además, fijar metas concretas a partir de diagnósticos que involucren variables tanto cuantitativa como cualitativamente desde su inicio.
Finalizaron aclarando que cada institución debe disponerse a la evaluación de sus acciones y del desarrollo de programas.