Entrega de armas Farc borra verdad conflicto colombiano
Con un hermetismo que contraría las costumbres de las Farc en el proceso de paz, comenzó ayer la primera fase del protocolo de entrega de armas a la ONU, consistente en el registro, identificación, monitoreo y verificación de la tenencia de las mismas, a lo que seguirá una segunda fase de recolección, almacenamiento, extracción y disposición final. Es doloroso constatar que el protocolo de entrega no incluye la anotación de los seriales de las armas, ni su individualización forense, que permitirían la trazabilidad de cada artefacto en el conflicto, como país de fabricación, lugar de venta y vincular cada arma a delitos cometidos con ella de los que se tengan evidencias en investigaciones penales. Si bien la entrega garantiza que no haya repetición de actos violentos con esas armas, el componente de verdad se desvanece cada vez más, pues sin esa información todo depende de las “verdades” que den las Farc.
¿De qué verdad hablamos cuando vamos a presenciar la eliminación de las pruebas y, por ende, de lo único que podría facilitar posteriormente un proceso de reparación?