Con críticas de sectores políticos sobre la celeridad de las obras propias y con la preocupación de la población por perjuicios a los comerciantes y reasentamientos poco efectivos, la Alcaldía continúa con la planeación de sus proyectos claves para la movilidad de la ciudad.
Finalizar el Metrocable de Miraflores, ejecutar el del Picacho y dejar avanzado el corredor de la 80 son los principales desafíos que enfrenta la administración del alcalde Federico Gutiérrez en materia de transporte masivo de la ciudad.
Frente a estos retos, las principales dudas entre sectores políticos y la población que será impactada por esas obras es el poco tiempo que queda para desarrollarse, la poca celeridad en su estructuración y el riesgo de desarraigo que existe en las poblaciones asentadas en las zonas de impacto de los proyectos.
El alcalde Gutiérrez, en un evento de presentación del cable Picacho luego de hacer pública la convocatoria y condiciones para la licitación, afirmó que estas obras están siendo planeadas a la mayor brevedad y con todo el rigor técnico para que impacte positivamente a las comunidades aledañas.
“Hoy vemos hecho realidad el tranvía de Ayacucho y el metrocable de la Sierra. ¿Saben desde qué año se empezó a concebir este proyecto? Desde 2008, cuando era alcalde Alonso Salazar. Luego, llegó otro alcalde y se encontró con una obra diseñada y financiada. Este fenómeno se da en Medellín porque tenemos una empresa confiable como el Metro”, aseguró.
Sobre este asunto, Jaime Mejía, concejal del Centro Democrático, expresó que “en general, esta Administración viene en un gran retraso en materia de infraestructura por falta de determinación. La insistencia de nosotros era que no esperara que la nación le girara estos dineros, sino que incorporara dineros propios y cuando venga el pago del Gobierno se inviertan en otras iniciativas de ciudad”.
Por su parte, Luz María Múnera, concejal del Polo Democrático Alternativo, aseguró que pese a que quisiera ver funcionando algunos de los proyectos del Plan de Desarrollo, ninguna de las obras concebidas por la actual Administración “está marchando”.
“Ellos han dicho que esto se da porque estaban acabando obras de la Administración pasada, que la Administración venía con varias dificultades, pero ya van 18 meses y ni siquiera han comenzado a pavimentar las calles. Creo que esta Administración no se ha rodeado de un personal que tenga la capacidad técnica de gestionar una ciudad como Medellín”, indicó la concejal de oposición.
Además, otro de los obstáculos que ha enfrentado el Plan de Desarrollo en materia de infraestructura es el problema del reasentamiento de las familias ubicadas en las áreas de las obras y la resistencia que esto suscita en la comunidad por el arraigo territorial.
Gutiérrez invitó a los ciudadanos a que “cuando llevemos proyectos de desarrollo a los territorios es para que quienes han estado históricamente en estos territorios, se vean beneficiados y no desplazados.
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“Deben entender que es un gana-gana para todos; debemos reconocer las realidades sociales de las familias, pero también hay que comprender que los territorios deben transformarse y se debe dar apoyo para que se den y se faciliten estos proyectos”, acotó en su discurso.
Múnera no se mostró de acuerdo con este enfoque de la política de protección a moradores y replicó que “Medellín gasta montos supremamente altos en arriendos temporales que se han vuelto permanentes debido a que no tenemos definidos mecanismos claros para proteger a los ciudadanos de la obra pública y cómo garantizar el derecho al territorio”.
“Le pagaron mil millones de pesos a la Universidad Nacional para que hiciera un estudio que indicara el camino para construir una política pública de protección a moradores, que es un compromiso del POT. Parece que ya lo entregaron, pero no nos lo han entregado a pesar de que lo hemos pedido de forma sistemática”, reclamó la concejal.
Habitantes de La Paralela piden garantías
Sobre la obra de la línea P, que será construida en el Picacho e impactará a las comunas del Doce de Octubre y Castilla, Federico Gutiérrez aseguró que “en octubre tiene que quedar adjudicado este proyecto, el cual se espera ejecutar en un año y medio; es decir, esperamos iniciar obras a comienzos de 2018 entrante, de modo que el segundo semestre de 2019 entre en operación”.
El alcalde manifestó que debido a que el Gobierno Nacional no transfería aún los recursos prometidos, decidió que el municipio asumiría todo el pago, y que el monto aportado por el Ministerio de Hacienda sería invertido en otro proyecto de ciudad.
“Ya comenzamos con la gestión predial que es un paso muy importante, para poder terminar rápido esta obra que es indispensable para esta comunidad y para toda la ciudad”, agregó.
Sobre la línea P, Mejía expresó que le “alegra que el proyecto haya salido a licitación, pero tiene 258.000 millones de pesos y el cable cuesta más de 258.000 millones; es decir, hay un déficit de alrededor de 40.000 millones de pesos. Se debe hacer la gestión predial de 391 propiedades, de las cuales se deben comprar 247 en el sector de la paralela donde va la estación principal y no se ha hecho una sola gestión en este frente, lo cual pone en riesgo la viabilidad de la obra para esta Administración”.
Otra de las inconformidades que despierta este proyecto, son las dudas que han generado las políticas de reasentamiento en los habitantes de La Paralela, sector por donde estará ubicada parte de la obra de movilidad.
Diana Hernández Cárdenas, habitante de este lugar y miembro de un grupo de habitantes que consideran que se verían afectados por la obra, manifestó, pese a que el alcalde aclaró que se está estudiando la posibilidad de habilitar unos lotes de este mismo sector para reasentar a las personas, que “nosotros vamos a ser desplazados urbanos”.
Hernández manifestó que hasta momento no les han notificado sobre el reasentamiento de los habitantes de esta área. Sin embargo, “se ha generado mucho temor en mi comunidad porque nos enteramos de esto a través de los medios de comunicación. Por un lado nos anunciaron un proyecto muy bonito, pero nos preguntamos dónde está la socialización con las personas; no somos partícipes de estas obras”, agregó.
“No nos han dicho nada sobre el pago de nuestras viviendas, ni han mostrado los lugares donde probablemente se pueda ubicar los habitantes de la Paralela. Aquí hay mucha gente y solamente contaron eso en la parte alta del proyecto, en la comuna 6”, aseveró.
Alcaldía superó obstáculos para continuar línea M
El alcalde Federico Gutiérrez dio un parte positivo de las obras del Metrocable Miraflores, tras las deficiencias detectadas en dos muros que potenciaban la capacidad de la estación del tranvía con el mismo nombre, en donde se generaba la conexión entre ambos modos de transporte.
A la par, informó que “de este corredor, ya entregamos el tranvía y la línea de la Sierra. De acuerdo con los ajustes técnicos que hicimos por dificultades que se dieron en una de las estaciones, se entregará el año entrante, entre junio y agosto. Este proyecto está financiado, tiene que entregarse y funcionar para la comunidad”.
Sobre este inconveniente con la obra, Juan Carlos Bustamante, cuya casa fue afectada por las obras del Tranvia de Ayacucho, manifestó que espera que no se den más inconvenientes en la construcción del cable y denunció que “la política de reasentamiento de la Administración y el Metro es muy poco amable y los habitantes no se quieren ir porque este sector muy tradicional”.
Mejía expresó su optimismo por esta obra de la Administración anterior y agregó que espera que avance “porque es necesaria para la comunidad.
Comerciantes temen afectación en la 80
En la Administración anterior, el entonces alcalde Aníbal Gaviria indicó que del Fondo Medellín Ciudad para la Vida quedaban 300.000 millones para la construcción del Tranvía de la 80, que para entonces tenía un costo proyectado de 1,8 billones de pesos. Gaviria solicitó al Gobierno Nacional recursos para completar la financiación de ese tranvía, proyecto apoyado por el presidente Juan Manuel Santos, pero no por el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
Hoy, el alcalde Federico Gutiérrez sigue con la misma lucha: tratando de que el Gobierno Nacinal asigne los recursos para dar inicio a la primera etapa. Pero primero, asegura Gutiérrez, hay que gestionar el cable de Picacho “porque si no el Gobierno Nacional se nos asusta mucho”.
El mandatario aseguró que La 80 ya tiene la estructuración financiera, y a final de 2017, tendrá los estudios técnicos y diseños. Además, aseguró que para adelantar esta obra mientras llegan los recursos desde el Ministerio de Hacienda, comenzará con los frentes complementarios, los cuales son siete desniveles en las intersecciones de la 80 que facilitaría la movilidad del tranvía o tren ligero; con el fin de dejar una obra consolidada para que la finalicen futuras administraciones.
El concejal Mejía reiteró la importancia de invertir en un sistema de transporte limpio que articule el occidente con los demás corredores existentes y por eso en la corporación permitieron que se destinaran recursos de la venta de las acciones que tenía EPM en Isagen.
“Yo le dije al Alcalde que tomara un billón de pesos para que tuviera garantizado al menos la primera fase que va desde la estación Caribe a Floresta, pero solo tomó 600.000 millones esperando que el Gobierno aportara a un proyecto que cuesta más de tres billones. Si no le han girado 100.000 millones para el cable Picacho, menos para este tranvía”, sentenció.
Por su parte, los comerciantes de la zona de influencia temen que ocurra igual que con La 30.
“Estamos preocupados por el futuro de 2.000 árboles. Nos dicen siempre que van a mitigar los efectos de estos sistemas, pero la realidad es otra. En las otras obras, los comerciantes que no se quiebran durante la obra, lo va haciendo paulatinamente después”, sostuvo Jaime Giraldo, miembro del gremio de comerciantes de esta vía arteria.
“Están en riesgo más de 1.400 comerciantes, 12.000 empleos directos y 50.000 personas que no sabemos qué vamos a hacer. Lo último que piensan es en los afectados, como se ha visto con otros proyectos” concluyó Giraldo.
Estas obras beneficiarán gran parte de la población: Concejal Mejía
El concejal Jaime Mejía manifestó que si bien estos proyectos tienen personas en contra, en especial a las personas que deben ser reubicadas, “para nadie es un secreto que estas obras benefician a gran parte de la población, no solo a los que viven en las zonas de influencia del proyecto, sino de toda la ciudad.
“No se puede desconocer que las iniciativas de movilidad limpia como la eléctrica, como los metrocables, tranvías y el metro favorecen e impactan favorablemente a la ciudad, pero obviamente habrán personas que estarán afectadas directamente, como las que son reubicadas en el momento de ejecución de esta. Por ejemplo, cuando se hizo el Metroplús en la calle 30”, recordó el Concejal del Centro Democrático.
El corporado agregó que para solucionar estos problemas, “se debe buscar mecanismos de concertación para que la ciudad avance y se desarrolle en materia de infraestructura y movilidad, pero también mitigando el impacto negativo que pueden generar estas intervenciones en algunos sectores específicos”.