El jefe de estado no dio su visto bueno este martes a las leyes que pretendían por un lado acompañar a parejas con problemas de fertilidad y, por otro limitar el número de reconexiones de servicios públicos en los estratos más bajos.
El presidente Juan Manuel Santos objetó este martes las leyes que buscaban reconocer la infertilidad como una enfermedad y también derogó la ley que limitaba la reconexión de servicios públicos a los estratos más bajos, según se pudo conocer de medios radiales.
Los argumentos del Gobierno para no avalar estas leyes se basan en que representan una carga fiscal muy grande para el país, por esta razón el mandatario las declaró como inconvenientes e inconstitucionales.
En la ley de infertilidad, Santos aseguró que "el Estado no puede encargarse del tratamiento de parejas que no pueden tener hijos (alrededor de 235.000 en el país), dado que eso pondría en riesgo la salud de cerca de 4 millones de colombianos".
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Según el Ministerio de Hacienda, el costo por atender a las parejas que tienen infertilidad en el país sería de $13 billones anuales, mientras que el presupuesto total del sector salud es de $40 billones. El jefe de estado consideró que no es posible arriesgar la salud de los habitantes en general destinando esa cantidad de presupuesto a tratamientos de fertilidad.
En cuanto a la ley que limita la reconexión de los servicios públicos, el mandatario argumentó que los usuarios que no pagan incumplen sus obligaciones con las empresas, "esta práctica dificulta que estas presten sus servicios con eficiencia".
Además, el Gobierno aseguró que cuando un usuario no paga por el servicio recibido está obrando como si los demás usuarios tuvieran que correr con su carga individual y financiar transitoria o permanentemente su deuda.
Finalmente el presidente Juan Manuel Santos aseguró que para estas leyes se debía contar con la aprobación del Gobierno, sin embargo, no fue consultado.