Yéimer Palacios tiene 18 años y es uno de los jóvenes talentos que representarán a Colombia en los próximos Juegos Bolivarianos, que se harán del 11 al 25 de este mes.
En el Bagre, Antioquia, nació hace 18 años un joven tímido pero con todas las condiciones para brillar en el deporte. Yéimer Palacios es de pocas palabras, lo intimidan los micrófonos y le gusta hablar es en competencia, donde gracias a sus marcas no para de colgarse medallas de oro y se constituye como una de las promesas del atletismo colombiano.
Cuando niño, Yéimer se dio cuenta que sus destrezas físicas eran mayores que las de sus amigos, en los juegos no había quien lo alcanzara y primero se cansaban de perseguirlo que él de dejarlos regados, por eso decidió empezar a entrenar y a pesar de que en todas las pruebas lo hacía bien, su fuerte era el salto largo.
“Por medio de mis resultados cada vez me iba a dando a conocer y obtenía más reconocimientos, así que decidí que cuando terminara el colegio me iba a venir a estudiar a Medellín, porque quería ser un gran atleta sin dejar de lado el estudio”, contó Yéimer a EL MUNDO.
Aquel niño que de 16 años decidió salir de su pueblo a la ciudad, tenía hambre de gloria, pero el conocimiento también lo movía, por eso mientras arrasaba con todas las medallas en los campeonatos juveniles nacionales, también obtenía éxitos por fuera de la pista. Yéimer se ganó una beca para estudiar terapia respiratoria, y en la actualidad alterna sus dos pasiones, eso sí, obteniendo excelentes resultados en ambas.
En el presente, este joven es campeón nacional tanto en menores como en mayores y ocupa el primer lugar del ranking nacional en su disciplina, plaza que le permitió obtener el cupo para los Juegos Bolivarianos, un nuevo reto que tendrá que enfrentar con la disciplina que lo caracteriza, si quiere hacer realidad sus sueños.
“Me siento muy emocionado porque son mis primeros Juegos en el plano internacional en la categoría mayores, feliz por competir con grandes atletas y con la ilusión de conseguir una medalla de oro, que me dé el impulso que necesito para aspirar a participar en los Olímpicos de Tokio 2020”, expresó el atleta”.
Su entrenadora, la experimentada cubana Regla Sandrino se ha convertido en la segunda madre de Yéimer, la isleña, que se ha ganado un nombre dentro del salto triple por entrenar a deportistas como Caterine Ibargüen, es exigente pero compresiva y se siente orgullosa no sólo de las aptitudes físicas de su pupilo, sino de la gran persona que es.
“He estado con él desde que comenzó, cuando el vino de El Bagre todavía era un niño y su mentalidad sigue siendo muy juvenil. Para mí Yéimer es un niño estelar, es comprometido y estudioso, no habla mucho pero su desempeño habla por él. Es muy trabajador y poco hablón”, afirmó Regla en charla con EL MUNDO.
Lea también: Maratón de las Flores recibirá reconocimiento por su acción social
Este tímido y estudioso saltador, vive en la Villa Deportiva con otros atletas, pero cada año espera con ansias que sea diciembre para ir a su pueblo, compartir con su familia y disfrutar del pescado frito con plátano que prepara su mamá, pero a pesar de la cercanía con el mes de la parranda, Yéimer tiene su mira puesta en los Juegos Bolivarianos, con un objetivo, volar para dejar de ser promesa y convertirse en una realidad.