La polémica había marcado las elecciones estadounidenses y más recientemente, un candidato de las presidenciales francesas, Emmanuel Macron, también acusó a hackers rusos de actuar en su contra. Hoy Rusia, quien siempre había desmentido aquellas afirmaciones, exige muestras de los hechos.
El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, exigió este sábado "pruebas" a los gobiernos occidentales que acusan a Moscú de ciberespionaje y ciberataques, y apuntó que EE.UU. ha evitado en repetidas ocasiones sentarse a hablar con ellos sobre este asunto.
Lavrov realizó estas declaraciones al intervenir en la Cumbre de Seguridad de Múnich (MSC), donde han comparecieron también la canciller alemana, Angela Merkel, y el vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, y donde acusó a Occidente de emplear dobles estándares.
Deberian "darnos pruebas", exclamó el jefe de la diplomacia rusa tras citar varias de las acusaciones que se han vertido contra Moscú, por ejemplo, por su presunta implicación en acciones cibernéticas en la campaña electoral de EEUU.
Lavrov aseguró que no hay pruebas al respecto pero que, cuando se culpa a Rusia de algo, "nadie busca los hechos", acusación en lo que incluyó a los medios de comunicación occidentales.
"Yo no he visto pruebas" que sustenten las acusaciones contra Moscú, aseveró el ministro ruso.
Además, Lavrov señaló que Estados Unidos ha estado involucrado en acciones de espionaje cibernético y se refirió a la presuntaactividad de la inteligencia estadounidense durante la campaña presidencial francesa de 2012.
En este sentido, el ministro ruso añadió que en repetidas ocasiones a lo largo de más de un año su gobierno ha tratado de sentarse a hablar sobre actividades cibernéticas de sus respectivos servicios secretos, pero lamentó que Washington evitase el tema.
Por último, consideró "interesante" la idea que lanzó Merkel previamente en este foro, al proponer que las actividades cibernéticas se incluyan en el diálogo entre la Otan y Rusia.