No se necesita que la justicia constitucional recalque que el Legislativo es un poder público deliberativo y tampoco que empiece el tránsito del proyecto, para que despegue el debate nacional a la reforma política.
Ese ambiente de controversia ya se advierte previo al inicio del trámite por fast track de esta iniciativa en primera vuelta y hasta el 20 de junio, aunque trascendió que habrá sesiones extras.
Así se desprende de las opiniones y argumentos que formulan tres congresistas antioqueños y de la postura de un candidato al Senado.
En opinión del representante a la Cámara, el liberal John Jairo Roldán, el proyecto es muy necesario.
Considera que tiene temas importantes con los que el Gobierno quiere fortalecer los partidos y acabar con el mercantilismo electoral para que las campañas sean más económicas. 
Pero acepta que habrá discusión.
Por ejemplo, reveló que entre las bancadas se escucha que el tribunal electoral que se propone, y que se denomina Consejo Electoral Colombiano, tiene funciones exorbitantes. 
“El CNE lo está haciendo bien, lo mismo que la Registraduría y no se deberían tocar las competencias de la Comisión Quinta del Consejo de Estado”.
En su concepto, la lista cerrada es un asunto que origina mucha calentura, sobre todo la posición  qubernamental de que empiece a regir desde el  próximo año con las elecciones al Congreso.
Para el legislador bellanita, hay una hecho muy claro y es que el colombiano del común y corriente, el elector, el que vota, está pidiendo que se debe hacer algo en temas electorales y políticos. “No podemos ser inferiores a ese pedido de las comunidades”.
Entre tanto, dijo que los sectores de la coalición que gobierna entienden que se deben cumplir los acuerdos de La Habana y dentro de ellos existe el tema específico de la reforma política y de fortalecimiento de los partidos, que en el fondo es lo que le interesa al nuevo partido que agrupará a los guerrilleros y seguidores de las Farc, y no que existan caudillismos o elecciones unipersonales.
“La Unidad Nacional está jugada con los proyectos del Gobierno”. 
Consideró espinosa la creación de un tribunal electoral, que seguramente tendrá variaciones ahora que el Congreso recuperó su capacidad deliberativa y de modificación de los proyectos.
Frente a las críticas contra las listas cerradas porque favorecerán a los actuales congresistas, hizo ver que los nuevos aspirantes tienen que demostrar que tienen votos. “Esto es con votos”.
Para el caso del Partido Liberal en Antioquia, ve positivo que se mejore su organización, pues muchos votos se han perdido por la rapiña entre los mismos liberales.
“Por el solo logo del partido se está votando para una curul más y podría, en caso que la lista sea cerrada, obtener un quinto escaño y hasta pelear el sexto cupo de Cámara en Antioquia”.
También hizo notar que si se va a aprobar la lista cerrada para que rija en el 2019, no se justifica entonces utilizar ahora el fast track, sino esperar para que mediante otro acto legislativo se defina sobre este asunto con mayor tiempo.
Pero anticipó que palpando el ambiente en las bancadas, hay consenso de aprobar la lista sin voto preferente.
Además, consideró como una grave limitación al quehacer político, que se plantee una financiación de campañas, con la que ni siquiera se podría pagar el transporte y ni los refrigerios.
“En Colombia hay que ponerle todas las condiciones al elector para que vaya a votar, pues si no es así, no lo hace”.
Y aunque aceptó que también tendrá discusión, le gusta que se establezca en dos periodos el tiempo de permanencia en las corporaciones políticas.

Prematuro e inadecuado
El también congresista antioqueño, pero de Cambio Radical, José Ignacio Mesa Betancur, armo la discusión y plantea que su partido no se opone a la lista cerrada, pero que su aplicación no sea inmediata para el 2018, sino para el 2019.
Además, exige reglas muy claras dentro de los partidos, con convenciones o convocatorias democráticas serias, para escoger a los que integrarán la lista y haya un orden de acuerdo con la votación de los aspirantes.
“Cerrar las listas para el 2018 es muy prematuro”, insistió.
También le preocupa la creación de un Consejo Electoral Colombiano lleno de poderes y que podría sancionar a un congresista por otorgar un refrigerio, lo que en su concepto es extralimitar las facultades, además de los peligros que representa dotarlo de funciones de policía judicial hasta para hacer allanamientos.
“Es muy peligroso para cualquier sistema democrático que una entidad tenga demasiados poderes”.
El político envigadeño recalcó que tanto apresuramiento no permite una cohesión de los partidos y menos cerrando las listas en un momento tan inadecuado”. 
Está de acuerdo con que se apruebe una financiación  mixta, una parte estatal y otra por particulares, pero que sea visible, consignable en cuentas y que permita hacerle seguimiento a los que donen a las campañas.
Fue muy enfático en afirmar que Cambio Radical tiene muchas reservas sobre la reforma “y si la piensan votar en bloque, nosotros no lo haremos”.
En su concepto, ve al Partido Liberal muy entusiasmado en votarla, como también a algunos miembros de los partidos Conservador y De la U.
Y dijo que una reforma electoral de esta magnitud, no se pude votar solo por unas instrucciones del Gobierno.

La reforma pasará
Otro representante a la Cámara como el liberal Óscar Hurtado dijo que está de acuerdo en que hay que hacer unos cambios en la política.
Explicó que el Gobierno le está apostando a una financiación de las campañas mayoritariamente estatal, para controlar el flujo de dineros desde el efectivo y el gasto en transporte.
Defendió esa postura al señalar que comparte la propuesta de modificar la forma como se están haciendo las campañas políticas en Colombia.
“Estoy de acuerdo con la iniciativa del Gobierno de fortalecer a los partidos mediante la propuesta que a partir del 2018 las corporaciones públicas se elijan a través de listas cerradas de partidos”. 
Aunque reconoce que no es un mecanismo perfecto, es lo que más se ajusta a un fortalecimiento de los partidos políticos”.
También está de acuerdo que se tramite por fast track, porque quedó demostrado que está en el punto dos de los acuerdos de La Habana, sobre reforma política.
“El hecho de que haya fast track no obstante el fallo de la Corte, hace que el proyecto pase muy rápidamente y que tengamos antes de mitad de año un tema muy concreto y muy adelantado, el trámite del proyecto de ley”.
Y está seguro que la reforma va a pasar.
Aceptó que el Congreso la puede modificar como lo ha planteado la Corte Constitucional, pero no sabe cuáles serían los cambios.
“Veo a la mayoría acogiendo las propuestas de la Misión Electoral y las del Gobierno”.

No es de pactos
Por su parte, el candidato al Senado, Guillermo Palacio Vega, fue vehemente al declarar que la reforma política no puede ser producto de un pacto.
Enfáticamente dijo la reforma política se debe hacer, pero por las necesidades o por toda la problemática que se está viviendo en el ámbito nacional.
Alertó que cerrar las listas es volver a las épocas de los caciques y es cerrarle la oportunidad a nuevos liderazgos como el que él quiere abanderar.
Estaría de acuerdo con cerrar las listas, siempre y cuando se establezcan verdaderos, reales y transparentes mecanismos de decisión interna en los partidos, que está de acuerdo con vigorizarlos.