El paro de pilotos de Avianca llevó a recordar los primeros años de este siglo.
El paro de pilotos de Avianca llevó a recordar los primeros años del siglo XXI en materia de aviación comercial. Veamos algo de esa historia:
La aerolínea Aces estaba financieramente muy mal pero su administración cuidadosamente se preocupó por exhibir ante el público una imagen optimista. Por ello, cuando entre Avianca y Aces resolvieron unirse, surgió la pregunta: si Aces está tan bien, ¿cómo es que se va a aliar con una empresa en tan mal estado como Avianca? La mala situación de Avianca se reflejaba en el servicio que prestaba, al punto de que ya no se hablaba de Avianca sino de Avianunca. El Superintendente de Sociedades de entonces (año 2001), doctor Emilio José Archila, se opuso a esa integración y, tras ser presionado, decidió retirarse del cargo. Uno de los puntos de Archila era que no debía permitirse esa unión porque daría origen a un monopolio.
La unión Avianaca/Aces, que llamaron Alianza Summa, se hizo entonces vía “fast track”, acudiendo a Aerocivil para operar bajo el esquema de códigos compartidos. Ni a Valores Bavaria (mayor dueño de Avianca) ni a la Federación de Cafeteros (dueño mayoritario de Aces) se les vio interés en soportar financieramente dicha Alianza y así vino la liquidación de Aces, porque resulta que si Avianca estaba abiertamente mal, Aces estaba peor y sus estados financieros, tal como se observó en las asambleas de accionistas que se hicieron para imponer la liquidación, eran cualquier cosa menos un retrato fiel de la situación, pero había otros intereses, como veremos, que llevaban a liquidarla a toda costa. La Superintendencia de Sociedades, por ejemplo, revisó los documentos que presentaron para “respaldar” la decisión de liquidación de Aces. Debido a las inconsistencias mostradas en el balance, solicitó aclaraciones y la respuesta fue que le mandaron un nuevo balance (que la administración no había presentado ante la asamblea de accionistas), el cual tenía, al menos, con respecto al anterior, 19 discrepancias graves. Al fin de cuentas, entiendo, eso quedó así por “orden superior” pero la realidad fue que la junta directiva y la presidencia de Aces, con la mirada de los cafeteros fija en otra parte, hacían y deshacían. Estimo que la Federación de Cafeteros obró negligentemente, dejando que Aces fuera como rueda suelta y, por esa falta de gestión, los cafeteros han perdido patrimonios enormes como la Flota Mercante Grancolombiana, el Banco Cafetero, Concasa, Aces, etc.
En 2004 la situación era crítica en la Alianza Summa y así buscaron comprador. No dudo de que muchos intereses se movieron en esa negociación, la que he calificado de regalo, pues la que se entregaría era Avianca y por eso había también que “limpiar” acabando con Aces. El comprador de Avianca, aclaro, no tenía la culpa de que le brindaran ese presente y con su espíritu de negocio vio la oportunidad de hacerse a una aerolínea que él podía repotenciar, dado su músculo financiero, y llevarla a los niveles que hoy exhibe Avianca, realidad que se refleja en que en 12 años pasó de 34 aviones a una flota cinco veces mayor.
En esa crisis de 2004 los pilotos afiliados a Acdac renunciarían a algunas de sus prerrogativas para ayudar a solventar el problema entre manos. Dicen los pilotos en Acdac que no han recuperado aquello a lo que renunciaron en 2004 para colaborar con la empresa en aquel estado crítico. Desde entonces se han sucedido varias reuniones, pliegos de peticiones, procesos de arbitramento, en fin, hasta haber desembocado en huelga.
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(A quienes gustan de buscar en archivos recuentos sobre estos temas les sugiero las algo más de 600 columnas que escribí para el diario El Colombiano bajo el encabezado “Icaro”, desde agosto/1993 hasta febrero/2006).
P.S.1- No me causó buena impresión el presidente de Avianca, señor Rincón, al referirse públicamente a la huelga de pilotos. Lo noté descompuesto, alterado. Qué enorme diferencia, en el manejo de las relaciones laborales, entre Rincón y Fabio Villegas R., quien fue presidente de la aerolínea durante varios años.
P.S.2- Pregunta: ¿por qué el oficio de controlador aéreo es catalogado como de alto riesgo y no el de piloto comercial?
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