Expertos destacan sus investigaciones sobre geografía de las plantas
Más de dos siglos después de sus importantes aportes a la geografía de las plantas, Francisco José de Caldas viene recibiendo por fin un merecido reconocimiento en destacadas publicaciones de carácter internacional.
La geografía de las plantas o fitogeografía estudia la distribución de las poblaciones vegetales en nuestro planeta. En el caso de los Andes americanos, las plantas se distribuyen como función de la altura y la latitud. Estudiar entonces las zonas de vida de las diferentes especies en dicho entorno fue un trabajo intenso y de varios años por parte de Caldas.
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Cuando el neogranadino hacía recorridos que lo llevaban, por ejemplo, de Santafé a Quito, su capacidad de observación le permitió registrar que las plantas, e incluso las especies animales, cambiaban con la altitud. Más aún, se tomó el trabajo se señalar la altura máxima, la altura mínima y el ancho de la zona donde se podía encontrar determinada planta. Se interesó en especial por plantas de interés económico, tal el caso de la Chinchona, de donde se extraía la quina.
Alexander von Humboldt es considerado el fundador de la fitogeografía gracias a la publicación de un libro al respecto, primero en francés en 1805 y luego en alemán en 1807, una vez regresó de su recorrido por América entre 1799 y 1804. Pero Caldas, antes de su encuentro con el prusiano, en forma independiente venía estudiando el mencionado fenómeno natural desde 1796.
Los dos naturalistas compartieron conversaciones y excursiones varios meses hacia comienzos de 1802 en la Presidencia de Quito, hoy Ecuador. Como el neogranadino tenía un mejor conocimiento de las condiciones del trópico, se considera muy plausible que apoyara los esfuerzos del prusiano para concretar las ideas que sobre el tema traía desde Europa. Y los Andes fueron para este un laboratorio ideal.
Si se revisan varios libros de la enorme producción de Humboldt, en especial las dos ediciones citadas, aparecen menciones y elogios a Caldas, pero nunca con referencia a la geografía de las plantas. Y por largo tiempo, también las publicaciones importantes de la comunidad científica no reconocieron el trabajo pionero de Caldas.
Este columnista ha venido revisando las publicaciones científicas sobre geografía de las plantas y ha encontrado que, en la última década, cinco artículos y dos libros, todos de importante relevancia internacional, están reivindicando los méritos de Caldas. En particular, mencionaremos lo relativo a los dos libros.
Un primer libro de 2009 es la versión inglesa del libro de Humboldt antes mencionado, publicado por The University of Chicago Press. Se incluye en ese libro una Introducción de 46 páginas escrita por Stephen T. Jackson, profesor emérito de la Universidad de Wyoming. En ese escrito destaca el conocimiento geográfico de la región que tenía Caldas y las enseñanzas que recibió de los europeos Humboldt y Aimé Bonpland. Afirma que Caldas fue una importante figura en el desarrollo del trabajo de Humboldt, pues le proporcionó a este sus amplios conocimientos sobre el ambiente de los Andes. Así mismo, las discusiones y excursiones que compartieron pudieron cristalizar en la decisión de Humboldt de considerar los Andes como la región ideal para ilustrar sus ideas. Finalmente, Jackson reconoce que los estudiosos europeos y norteamericanos se han olvidado de los logros intelectuales de Caldas y de sus contribuciones a los trabajos del barón.
El segundo libro se titula The Origins of Biogeography, publicado por la editorial Springer en 2016 con la autoría de Malte C. Ebach, reconocido investigador y editor del Journal of Biogeography. Cita allí ocho veces a Caldas y se refiere con detalle a sus secciones transversales o perfiles fitogeográficos (láminas que dibujan la variación de las plantas con la altitud en una montaña). Señala que él empleó secciones transversales parecidas a una existente con anterioridad en Europa, pero que lo hizo con mayor efecto; que produjo una serie de secciones transversales precisas e intricadas; y después de traducir un aparte del texto central de Caldas titulado “Memoria sobre la nivelación de las plantas que se cultivan en la vecindad del ecuador”, concluye que sus perfiles fitogeográficos son sorprendentes.
Esta columna es un breve resumen de una conferencia presentada por el autor en la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales el pasado 21 de marzo, como parte de un Seminario de Estudios Caldasianos programado para celebrar los 250 años del nacimiento de Francisco José de Caldas.
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