Al iniciar la temporada escolar, vuelven los horarios y los deberes. Por lo general, a los estudiantes les cuesta acomodarse nuevamente a la rutina; el diálogo y el acompañamiento de los padres son de gran importancia para que el regreso a clases no sea un problema.
Cada nuevo año, padres e hijos se preparan para un cambio de rutina que se repite siempre por esta época: el regreso a clases. Las madrugadas, las asignaturas, los compañeros y los profesores nuevos requieren que los estudiantes se adapten a las circunstancias.
Alexánder Rodríguez, terapeuta familiar de la Universidad Católica Luis Amigó y magíster en Educación, recomendó que los padres conversen con los estudiantes, por lo menos ocho días antes de que empiecen las clases y se inicien a efectuar cambios en su rutina.
Incluso, “a los niños hay que prepararlos desde diciembre, si bien esta es una temporada lúdica, familiar, de paseos y juegos, los niños deben entender que la Navidad es un espacio transitorio al que le sucede el regreso a clases”, señaló Rodríguez.
El elemento clave para que haya una buena transición entre las vacaciones y la temporada escolar está en el diálogo. El experto explicó que hay que “expresarle a los niños que tienen que dejar atrás las vacaciones porque dentro de poco regresarán a la rutina escolar. Es importante que no sólo los padres conversen esto con los menores, sino también otras figuras de autoridad”.
Rodríguez precisó que es necesario que estos diálogos se den con anterioridad “para que el corte en las rutinas no sea abrupto, que paulatinamente se cambie la hora de despertar, del baño, el tiempo que se ve televisión, que se le dedica a los videojuegos, a los hábitos alimenticios que son distintos en vacaciones. Hay que redignificar los horarios”.
Durante las vacaciones no sólo los tiempos de la comida cambian, sino también la dieta. Hay que reducir los dulces y retomar lo que normalmente comen los niños en la temporada escolar, señalan los expertos.
Rodríguez enfatizó que es muy importante “conversar cualquier cambio y con más razón si se cambia de colegio, “hay que conversar y explicar las razones para esa decisión, mediar con la palabra, apelar a la verdad, no decir mentiras”.
Colombia Aprende presentó una serie de recomendaciones en las que señala que además del proceso previo de adaptación, los padres deben continuar con el acompañamiento de sus hijos y concluyó que “todas las investigaciones y estudios internacionales muestran una relación positiva entre ciertas prácticas familiares y los resultados escolares, dejando en claro que cuando los padres muestran interés en la escuela, hacen preguntas y colaboran en las tareas, los niños aprenden más motivados y logran mejores resultados”.