Intimidades ideológicas y electorales de la fórmula al Congreso conformada por Óscar Hurtado y Olga Beatriz González.
La presentación este jueves de la fórmula electoral al Congreso de la República de Olga Beatriz González al Senado y de Óscar Hurtado a la Cámara dejó un aspecto muy claro, pero otro con muchas dudas.
Lo claro es el perfil programático y liberal de ambos, los interrogantes se originan en la parte de mecánica electoral, que no quedó despejada.
Cuando promediando el año pasado el actual representante a la Cámara, Óscar Hurtado Pérez decoló en su campaña para intentar por tercera vez, no consecutiva, retornar a esa corporación legislativa lo hizo en fórmula con el actual senador de origen antioqueño Luis Fernando Duque García, “matrimonio electoral” que no funcionó y a los pocos meses se selló el divorcio.
Hurtado entregó como razones para la separación la deslealtad electoral del equipo de Duque García, que tuvo como “Florero de Llorente” la reunión política en Jericó del otrora gran dirigente político José Prieto Mesa, aliado de Duque García, con otro candidato a la Cámara.
Esto colmó la paciencia de Hurtado, quien inmediatamente anunció a la prensa política la ruptura de esa dupleta, que había sido oficializada con bombos y platillos en una rueda de prensa en el Hotel Dann, en la que causó muchas preguntas el por qué Óscar Hurtado apareció rodeado con varios líderes, pero Luis Fernando Duque se presentó solo.
Pero Duque García tiene su propia versión del divorcio y dijo a EL MUNDO que cuando Hurtado Pérez vio una mejor oportunidad financiera en una candidata antioqueña-tolimense, lo abandonó y salió corriendo hacia ella.
Se refería a la hoy candidata liberal al Senado, Olga Beatriz González, a quien este jueves Óscar Hurtado presentó en sociedad ante los periodistas políticos de Antioquia como la fórmula electoral para enfrentar las muy complicadas urnas de este 11 de marzo.
Hurtado Pérez fue por primera vez miembro de la Cámara entre el 2006 y 2010, pero se quemó para el cuatrienio 2010 al 2014, revivió en las urnas para este periodo, 2014 - 2018 que está feneciendo, y ahora intenta su reelección para el 2018 y 2022.
De Olga Beatriz González, a quien electoralmente se le menciona como Olga B., es poco lo que se conocía de ella políticamente hasta que a finales del 2017 Óscar Hurtado la anunció como su nueva fórmula electoral.
Así las cosas, la presentación de ambos aspirantes ratificó la postura muy liberal, de corte socialdemócrata, de Óscar Hurtado, de lo cual no hay la menor duda y lo acaba de ratificar por las leyes que logró sacar adelante de profundo alcance o calado social.
Y por la intervención de la candidata Olga B. todo indica que se compenetró o tiene plena identificación con los postulados liberales que hicieron grande a este partido en gran parte de la historia nacional de los últimos 200 años y que ayudó a construir.
Olga Beatriz González es una mujer nacida en el Suroeste antioqueño, concretamente en Pueblorrico, municipio vecino a Tarso la tierra natal de Óscar Hurtado, donde fue alcalde y desde donde despegó su carrera política nacional, sin pasar primero por la Asamblea de Antioquia.
A los dos los une la parte programática de apoyo al proceso de paz, en defensa de la clase obrera, también a las minorías étnicas y raciales, por un país decente y sin corrupción, por la reivindicación de los derechos de la mujer, por lograr mejores condiciones en la calidad de vida para el campesinado.
La candidata al Senado no ha hecho su carrera política en Antioquia, sino que se desplazó hacia el Departamento del Tolima, donde militó en el Polo y hace unos diez años se afilió al Partido Liberal de esa región del sur de Colombia, el cual la nominó como opción al Congreso.
Su experiencia electoral se remonta a candidaturas a la Alcaldía de Ibagué, pero ahora quiere seguir el legado liberal tolimense de 40 años, que en el Senado dejaron dirigentes como Mauricio Jaramillo, Hilda Martínez de Jaramillo y más recientemente Guillermo Santos.
Además, es también una víctima de la violencia colombiana por el asesinato de su esposo por balas oficiales, en un episodio acaecido en el Suroeste antioqueño.
Es un huracán de mujer, que habla a las carreras y con un tono de voz alto, con el cual relató sus gestas como líder social y cívica, además de su faceta como empresaria en juegos de suerte y azar.
Entonces, mientras sí hay identidad ideológica, liberal y programática entre los dos aspirantes, la presentación en uno de los salones del Hotel Dorado La 70, dejó muchas dudas sobre quién le pondrá votos a quién.
Por todo lo anterior, es un hecho que Olga B. no tiene trabajo político conocido en Antioquia para endosarle un caudal importante de votos a Óscar Hurtado que le permita respirar con tranquilidad en su durísima faena de asegurar la reelección.
Por el contrario, es Óscar Hurtado el que le puede aportar votos en este territorio a su fórmula.
Precisamente en esta parte de mecánica electoral ninguno de los dos fue capaz de dar explicaciones convincentes, lo que a las claras es la prueba que no hay nada concreto en este sentido.
A la pregunta sobre ¿cuánto votos cree que le puede aportar la candidata al Senado?, Óscar Hurtado se fue por las ramas.
Eso sí como dijo la periodista Carla Marcela Ramírez al menos encontró su media naranja, lo que no pudo concretarse con Luis Fernando Duque.
Hurtado P. es hoy la figura política del movimiento regional Unidad Liberal, UL, del cual también son importantes líderes Héctor Jaime Garro, quien brilló por su ausencia, y Carlos Molina, quien funge como la mano derecha de Hurtado P.
Pues Molina aceptó que les tocará solos con el equipo de UL enfrentar la campaña a la Cámara en Antioquia, pero sacó a relucir un optimismo más que exagerado al calcular que van a sacar 40.000 votos, guarismo que no tuvieron en las mejores épocas de Unidad Liberal cuando contaban en sus filas con figuras como Ramón Elejalde, Rodrigo Flórez, Luis Carlos Díaz y hasta Piedad Córdoba, muchos años antes de su alejamiento del Partido Liberal.