El título de esta columna, es el mismo nombre del maravilloso libro del doctor Alirio Valencia Agudelo, comunicador  social, especialista en Pedagogía para el desarrollo del aprendizaje autónomo, magister en Ciencias Sociales de la Americana Andragogy University  de los Estados Unidos, y, además, autor de  otros 10 títulos que recogen la historia y la vida de los municipios de nuestro querido Suroeste antioqueño.

Haciendo suyas las palabras del escritor, novelista, poeta, periodista y dramaturgo portugués, José Saramago, Premio Nobel de Literatura 1998, el autor dice, en la presentación de su libro: “Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia”. Recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica fue,  justamente, lo que consiguió el doctor Valencia Agudelo, con su libro Pueblorrico, 150 años de historia 1866-2016 (Medellín, 2016), un compendio de 292 páginas  bien escritas y documentadas, distribuidas en siete capítulos, así: Colonización y fundación del municipio; Educación y cultura; Religión y Parroquia; Economía y ecología; Deporte y recursos humanos; Veredas con vocación de progreso, y Hechos que hicieron historia. En este último capítulo, con el buen tino del comunicador social avezado, el autor narra de forma amena y respetando la cronología del caso, los hechos históricos, culturales, sociales, económicos y hasta pintorescos, que han servido de collage para tejer la vida de este pueblo, que, definitivamente, a mi modo de ver, es un auténtico pueblo desde su arquitectura, su cultura, y su organización social y administrativa; y es rico, por cuanto cada campesino, por humilde que él sea, tiene hoy su buena parcela para vivir y producir tranquilo. Muchos pueblos de Antioquia, ¡ya se quisieran para sí, esta riqueza!

El autor no ahorró esfuerzo en su amoroso empeño por documentarse y presentar la historia de su tierra, llena de logros y encanto: “Rescatamos historias y secretos que estaban bien guardados en la mente de personas que aún recuerdan cómo se formó el municipio, cuáles fueron las primeras familias que llegaron a este territorio y cómo era la vida en tiempos pasados”. Tienen, pues, los pueblorriqueños todos, niños, jóvenes y adultos, a primera mano, en  este libro, una fuente  deliciosa para encontrar sus raíces; saber quiénes son sus ancestros, de dónde proceden, cómo vivieron los primeros habitantes de aquella parroquia denominada Betsaida, y de cómo se pasó, de esa pequeña aldea, al hoy floreciente municipio de Pueblorrico.

Nuestra querida Antioquia, uno de los 32 departamentos que hoy conforman a Colombia, está compuesta de 125 municipios, singulares y hermosos, llenos de cultura propia, paisajes encantadores, riquezas naturales y gentes especiales y laboriosas: cada uno de nuestros municipios debería contar con un cronista de las calidades de Valencia Agudelo, que muestre a Colombia, nuestra belleza, y que dé cuentas de las raíces de cada pueblo, de sus fundadores, de su génesis; que muestre a nuestros niños y jóvenes, de dónde venimos; para que,  gozando de esa historia, sepamos amar nuestra tierra y podamos así ser partícipes de su vida futura, de forma generosa, responsable y llena de amor por Antioquia.