Los directivos de las cámaras del Congreso argumentaron su negativa al ingreso de los líderes guerrilleros basados en los “líos con la justicia” que aún tienen por resolver
Al menos 20 horas antes de la audiencia pública en la que sería lanzado el Pacto por la Vida y por la Paz, una iniciativa que busca el acompañamiento ciudadano en los proceso de paz con las guerrillas de las Farc y el ELN, se emitió una prohibición de entrada al Congreso a los líderes de estas organizaciones por parte de los líderes de este organismo legislativo.
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La representante Ángela María Robledo había citado en el Congreso para este sábado 29 de abril, contando con el respaldo de congresistas como Iván Cepeda, Alirio Uribe, Roy Barreras, Víctor Correa, Óscar Ospina, Alberto Castilla y Óscar Hurtado; pero los presidentes, tanto del Senado como de la Cámara, Mauricio Lizcano y Miguel Ángel Pinto, respectivamente, prohibieron enfáticamente la entrada de los líderes de las Farc y el ELN, Iván Márquez y Juan Carlos Cuellar, invitados al evento.
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Los directivos de las cámaras del congreso argumentaron su negativa al ingreso de los líderes guerrilleros al recinto basados en los “líos con la justicia” que aún sostienen, quienes además no están formalmente desarmados según los presidentes.
Esta decisión fue expresada en un comunicado firmado por ambos presidentes en el que afirman que se enteraron del desarrollo de este evento apenas en una rueda de prensa celebrada este viernes.
La representante Robledo aseguró que los dos presidentes fueron invitados a este evento, y debidamente informados de su programación, por lo menos desde hace 5 meses. La congresista señaló el hecho como una medida irresponsable, ya que desde su punto de vista ellos pudieron manifestar su decisión con anterioridad y no haber desarticulado la reunión ad portas de su celebración con esta inesperada medida.
La decisión fue tomada con especial sospecha debido a que el Secretariado de las Farc ya hizo el proceso de desarme, por lo que sí tendría las condiciones para ingresar al Congreso. A esto se le suma la participación de Roy Barreras, quien pertenece al mismo partido que Lizcano, en la organización de la audiencia, por lo que se sostiene la tesis de una intención de sabotaje al evento.