Programas de atención a migrantes venezolanos, cada vez más necesarios

Autor: León David Marin Alvarez
23 abril de 2017 - 02:01 PM

Unos con sus documentos en regla, y otros sin papeles, venezolanos continúan arribando a la capital antioqueña para desempeñar diferentes oficios en las calles.

Medellín

Ante la crisis y las manifestaciones en contra del Gobierno que se registran en Venezuela, sus ciudadanos siguen saliendo hacia las naciones cercanas, entre ellas Colombia, por lo que el fenómeno migratorio ha despertado preocupación en diferentes ámbitos en el país, entre ellos el área de la salud, así como los sectores empresarial y comercial.
Por esto, el Ministerio de Salud y Protección Social determinó reforzar los servicios médicos con tres mil millones de pesos, especialmente en el área de urgencias, según reveló el viernes a medios nacionales el ministro Alejandro Gaviria, titular de esa cartera.
Gaviria manifestó su preocupación porque a las instituciones de salud, principalmente al hospital Erasmo Meoz en Cúcuta, están llegando venezolanos que requieren atenciones de alto costo, como pacientes que padecen cáncer, y otros que requieren diálisis renales.
Pese a esta iniciativa de orden nacional, fuentes de la Alcaldía de Medellín consultadas por EL MUNDO afirmaron que en el ámbito municipal no hay definido aún un programa de atención o acogida a venezolanos y que el tema sigue siendo competencia de Migración Colombia, del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Control fronterizo
Por su parte, Migración Colombia informó que como resultado de los controles en las áreas fronterizas con el vecino país, con corte al 9 de febrero del presente año se inadmitieron 609 ciudadanos venezolanos que pretendían entrar a Colombia sin cumplir los requisitos legales, mientras que en 2016 la cifra fue de 1.115.
La entidad señaló que desde marzo de 2016 se implementó un plan de trabajo focalizado en las zonas fronterizas, con el objetivo de verificar la situación de ingreso y permanencia de extranjeros en el país, como consecuencia del cierre de frontera que realizó el Gobierno de Nicolás Maduro.
Pero todo indica que el éxodo de venezolanos seguirá. El miércoles 19 de abril se realizó la “madre de todas las marchas” en contra del Gobierno de Maduro con numerosos heridos y hasta muetos, en un escenario de confrontaciones contínuas. Al cierre de esta edición se llevaba a cabo otra marcha en honor a los caídos en protestas.

Rebusque en Medellín
Nancy Martínez vende arepas venezolanas que ella misma prepara y que almacena en una nevera blanca de poliestireno (icopor). Cuenta que se levanta a las dos de la madrugada para sacar una producción de unas 60 unidades.
Mientras sonreía a los potenciales clientes que subían y bajaban las escaleras de acceso a la estación Aguacatala del Metro, dijo que “la situación de Venezuela está muy fuerte, y el que tiene la posibilidad de salir, lo hace para ayudar a su familia. Aquí trabajando puedes ayudarlos allá donde estén”.
Viajó a Medellín en compañía de su hermana y su cuñado, ambos profesionales, y que también venden las arepas que ella prepara, ubicados en las afueras de la estación Poblado, cerca de la entrada al Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid. “Ellos están aquí también y se encuentran vendiendo arepitas mientras tanto porque están buscando empleo”, aclaró.
Narró que decidió migrar a Medellín porque le habían hablado muy bien de la ciudad. “Aquí las personas son demasiado cálidas. Son ‘calidositos’, que me han tratado muy bien. No he tenido ninguna mala cara de nadie. Me han recibido muy bien y se los agradezco”. “La vez que yo me vine en el autobús, porque me vine por tierra, venían venezolanos que iban a Ecuador y Perú”, mencionó.

Sobrecarga
De acuerdo con Miguel Jaramillo Luján, consultor y analista en política y gobierno, la migración venezolana preocupa a muchos porque genera una carga al sistema de protección social colombiano “en la medida en que las leyes de una u otra manera amparan incluso hasta el ciudadano ilegal que está en el país o a la persona que ha tenido que migrar por alguna circunstancia”.
Además, aseguró que los migrantes también “sobrecargan y afectan el tema de las condiciones del empleo por haber tanta sobre oferta de mano de obra incluso muy calificada, de personas con un nivel profesional alto sin los debidos papeles para poder trabajar. Muchas veces ellos aumentan la oferta de personas vacantes pero las ofertas de empleo bajan en su calidad, en sus cualidades y eso afecta el mercado laboral en Colombia”.
Asimismo señaló que quienes llegan huyendo de la crisis venezolana son en muchas ocasiones profesionales con altos grados de instrucción que al llegar a ciudades como Medellín deben realizar labores de mano de obra no calificada. “Lo que presenciamos en las calles es que hay personas con posgrados que están manejando taxi; doctores especialistas que están en la calle vendiendo ropa o vendiendo dulces”.

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Buena energía
Durante más de seis meses, Ana Karina Acuña quiso salir del vecino país con rumbo a la capital antioqueña. “Ya no podía más. Veía que la situación allá era insoportable. Yo dije: no, yo me tengo que ir y me quiero ir es para Medellín. Y yo veía fotos y me metía en internet y veía todo lo que estaba pasando y decía que no quería otra ciudad sino esta”, expresó.
Llegó hace un mes en compañía de su esposo. Dejó a sus hijos, de 14, 23 y 27, en Venezuela. Dijo que le ha ido muy bien en tierras antioqueñas porque su esposo ha tenido bastante trabajo desempeñándose como pintor.
Para ella, se trata de un nuevo inicio y anhela llenar su casa “de todo”. Por ahora cuenta con una cama individual y un mueble que le regalaron unos vecinos. “Con toda la gente que me he topado me ha ido súper bien. Yo supongo que no a todo el mundo le pasará igual, pero me imagino que es la energía que cada quien tiene”.

Planes de verificación
Migración Colombia indicó que por el plan de trabajo focalizado en las zonas fronterizas luego del cierre de frontera ordenado por el Gobierno venezolano, se implementaron cuatro planes especiales de verificación en los principales ejes viales terrestres y zonas vulnerables en áreas limítrofes.
Dichos planes han ido involucrando no sólo a poblaciones fronterizas con el vecino país, como Riohacha y Cúcuta, sino a las principales ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Santa Marta y Bucaramanga.
Las verificaciones involucran personas naturales y jurídicas. Así, con información acerca de que estarían empleando extranjeros irregulares, durante 2016, se impusieron 5.632 sanciones administrativas, en las que se cuentan multas, deportaciones y expulsiones. Por contratar extranjeros venezolanos sin cumplir los requisitos legales fueron sancionadas 65 personas jurídicas, afirmó la entidad.
Por otro lado, Migración Colombia, en coordinación con la Fuerza Pública, “ha desarrollado controles y verificaciones migratorias (control hotelero, visita a empresas, establecimientos de comercio, controles viales, entre otros) en los departamentos fronterizos con Venezuela; estos planes, dado el aumento de la migración irregular se han extendido a otras zonas  donde se ha conocido la presencia de estos migrantes”, añadió la información.

De manera regular
Hace siete meses, Carmen Adriana Arango, su esposo David Pocaterra y su hija llegaron a Medellín provenientes de Venezuela.
La mujer comentó que su padre es colombiano, y que aunque nació en el país caribeño ella también cuenta con la nacionalidad colombiana, mientras, aclaró, que su compañero sentimental nació en Bogotá pero creció en Venezuela.
Narró que cuenta con el título de docente en Educación Integral, que obtuvo en su país de origen pero que no puede ejercer su profesión en Colombia.
Añadió que los recibieron unos amigos de su esposo, que conduce un taxi por las vías metropolitanas, y afirma que pese a que ella y su hija no han podido estabilizarse laboralmente “en cuestión de un mes logramos lo que en Venezuela te cuesta casi cinco o seis años; y todavía nos falta”.
Por su parte, Pocaterra afirmó que en el país caribeño obtuvo tres títulos: en aviación, idiomas y música, no obstante, “cuando uno emigra usted tiene que guardar los ‘chips’ como profesional y estar dispuesto a ejercer labores de oficio, con la rapidez del caso, porque salimos en condiciones muy precarias”.
Para él ha sido complicado someterse a “lo cotidiano para emigrantes: llegar a un sitio que no conoces, la identidad, las costumbres”.
En materia laboral, “para quienes ha sido muy difícil ha sido para mi esposa y para mi hija, pero estamos trabajando en ello y yo estoy entregado, como lo he hecho siempre, en cuerpo y en alma a mi familia”, recalcó.

Responsabilidad global
El ingreso de venezolanos al país, y específicamente a Medellín “hay que mirarlo desde la óptica de la responsabilidad que tenemos como ciudadanos globales. Nosotros no somos islas en el momento en que estamos, en el Siglo XXI, somos países insertados en el mundo”, lo que nos debe hacer comprender que existen países con dificultades “a los que nosotros seguramente tendremos que darles la mano”, como a Colombia le han ayudado en repetidas ocasiones otros países en el mundo, expresó Carlos Andrés Pérez, director del Centro de Análisis y Entrenamiento Político.
Para él, la situación actual de Venezuela debe concientizar no solamente a las autoridades sino también a la ciudadanía “para acoger a la gran cantidad de venezolanos que tengan la posibilidad o el deseo de salir de ese país”.
Sin embargo, aclaró que las autoridades tienen la responsabilidad de planificar esa acogida para poderles ayudar en materia de educación, salud y demás aspectos de atención social.

“Son muy trabajadores”
Adriana María Mejía es colombiana. Vende café en la estación Poblado del Metro. En su opinión “todos los venezolanos se ven trabajadores, honestos y muy cordiales y amigables”.
“La gente que viene es rebuscando también su alimentación. Yo no veo que ellos sean mucha competencia porque por aquí pasa demasiada gente, por eso para todos hay, gracias a Dios todos se pueden rebuscar”, manifestó.
Según ella, en la estación Poblado, por lo menos entre 15 y 20 venezolanos venden distintos productos, como lapiceros, arepas, manillas, balacas, aretes y collares.

¿Por qué Medellín?
Luis Fernando Vargas, profesor asistente de la Universidad Eafit en el área de Relaciones Internacionales, argumentó que Venezuela se encuentra atravesando “por un momento crítico no sólo en el aspecto económico sino ahora en el campo institucional y político, y eso obliga a que se presente una migración masiva no sólo en dirección de Colombia sino en dirección de los países vecinos. Sin embargo, por razones de dinámica económica, Colombia, sin estar en una situación óptima, se encuentra en un proceso de desarrollo positivo y eso hace que se convierta en un destino más llamativo que otros destinos que tiene Venezuela a su alrededor”.
De igual manera, dijo que “ya Bogotá se saturó, porque es una ciudad que tiene alrededor de unos nueve millones de habitantes y eso hace que las oportunidades sean menores en términos de rebuscarse la vida y por eso, en gran medida, muchas personas optan por acudir a Medellín”.
“Sin embargo, también hay que señalar que eso genera unas afectaciones directas a la economía informal de la ciudad, porque como bien es sabido, el tema del empleo informal en Medellín es muy alto y eso lo que hace es complicar un poco más las cosas en esa dirección”, subrayó.

Contratación legal
Migración Colombia aclaró que “desde el punto de vista migratorio, toda persona, natural o jurídica que vincule, contrate, emplee o admita un extranjero mediante cualquier modalidad, está en la obligación de exigirle al extranjero la presentación de la visa que le permita desarrollar la actividad, ocupación u oficio.  Así mismo, el responsable del extranjero debe informar a Migración Colombia del inicio y terminación de labores dentro de los 15 días posteriores a la ocurrencia del hecho”.
“El incumplimiento a cualquiera de estas obligaciones por parte del empleador, se constituye en causal de infracción migratoria y tiene como consecuencia la imposición de una sanción económica (multa), que puede ir desde uno hasta los 15 salarios mínimos mensuales legales vigentes”, acotó también la entidad.

“Migración, siempre presente”
Para el consultor y analista Miguel Jaramillo Luján “la migración es un péndulo, siempre presente en los territorios, y en el caso particular de Colombia y Venezuela, junto a Ecuador, estamos hablando de tres repúblicas que son siamesas política, histórica, geopoliticamente, socialmente, incluso desde los intereses estratégicos es muy importante entender el pasado, presente y futuro de Venezuela está unido de una manera muy clara y muy concreta con diferentes factores, a la historia y a la vida social y política de Colombia”.

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