El procurador general de Colombia, Fernando Carrillo, dijo este martes que la protección a líderes sociales “fracasó” y exhortó al Estado a tomar acciones que vayan más allá de la retórica y buenas intenciones para detener el asesinato de defensores de derechos humanos.
El jefe del Ministerio Público, citado en un comunicado de su despacho, también condenó el asesinato de los hermanos Silvio Dubán Ortiz y Javier Bernardo Cuero, perpetrado el pasado fin de semana en Tumaco.
Ellos eran hijos del líder campesino Bernardo Cuero, quien murió a manos de desconocidos a mediados del año pasado.
Lea: CNR pide atender emergencia por violencia en Colombia
Carrillo anunció que la Procuraduría Delegada del Ministerio Público para Asuntos Penales constituyó una agencia especial para investigar los asesinatos de los hijos de Cuero y su intervención en 40 procesos penales en los que los defensores de derechos humanos sean víctimas o hayan sido judicializados sin justa causa.
Igualmente, el procurador criticó el modelo de protección individual de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y llamó a “hacer efectivos los reclamos de las organizaciones por mecanismos de protección colectiva”.
“Es inaudito e inadmisible que en una población como Tumaco, que fue militarizada para supuestamente garantizar la seguridad de la comunidad, la muerte de los líderes no se detenga”, puntualizó el Procurador.
En el departamento de Nariño (frontera con Ecuador) y del que forma parte Tumaco, las autoridades desplegaron la Fuerza de Tarea Hércules que cuenta con 9.000 hombres para combatir a los grupos criminales, varios de ellos disidentes de las Farc, que operan en la zona.
Tumaco es el municipio de Colombia con más hectáreas de coca sembradas.
El director de la organización Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, reconoció la semana pasada en Bogotá los esfuerzos del Gobierno colombiano para luchar contra los asesinatos de líderes sociales y defensores de derechos humanos.
El funcionario hizo esta declaración tras una reunión en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, varios ministros y altos mandos militares.
Sin embargo, Vivanco resaltó que las condiciones de inseguridad en algunas zonas del país, “especialmente a raíz del proceso de posconflicto", ponen en riesgo a activistas y defensores de derechos humanos.
La organización Somos Defensores publicó un informe el pasado 1 de marzo en el que aseguraron que la violencia contra activistas de los derechos humanos y líderes sociales se cobró 106 vidas en 2017.
En ese mismo informe aseguran que el asesinato de líderes sociales es “la piedra en el zapato” de la política de paz del Gobierno colombiano.
El estudio detalla que el año pasado “en promedio cada tres días fue asesinado un defensor o defensora de derechos humanos en Colombia”, antes de criticar la respuesta del Gobierno del presidente Juan Manuel Santos a este problema.
Sin embargo, Santos dijo el pasado 14 de marzo que 160 líderes sociales han sido asesinados en Colombia desde 2016.
Comentarios:
JOHN JAIRO
2018-03-21 07:48:09
CUANDO DESAPARECEN A LOS LÍDERES SOCIALES
Por: John Jairo Llano Cano
¿Nos estaremos acostumbrando a convivir con la muerte?, es que a diario se oyen y se ven noticias sobre la muerte de Dirigentes Sociales y Comunales que venían haciendo gestiones de alto riesgo como la exigencia de restitución de tierras para esa gran multitud de desarraigados que dejaron los Paracos, la guerrilla y el narcotráfico.
Sale un alto funcionario del Gobierno y manifiesta que las juntas de Acción Comunal son Redes de las Disidencias de las FARC; luego salen otros y expresan que son líos de faldas y no faltará otro que diga que son ajustes de cuentas entre bandas.
¡Lo que sea! Menos atender de fondo esta problemática que se va extendiendo por todo el país acabando con esos Liderazgos tan escasos en medio de tanta zozobra y desesperanza de los grupos poblacionales más vulnerables.
Muere un comunal o Líder Social y pasa la página de manera ligera dejando una familia huérfana de un ser humano que no sacó el tiempo necesario para dedicarlo a ellos; porque la comunidad le exigía estar todo el tiempo al frente de gestiones ingratas y repletas de una indiferencia estatal, de una apatía comunitaria de insensatez, de una evidente ingratitud y de una soledad inmensa en medio de tanta gente que merodeaba el quehacer cotidiano de este Líder.
Ya no mueren de muerte natural estos líderes; nacen muertos en vida según sus labores al servicio de la gente y a esa gente parece no importarle, pues son muchos los reconocimientos y discursos que conmueven, pero son discursos y reconocimientos en la proximidad de la tumba y no de acompañamiento cuando se siente amenazada la existencia de estos Líderes.
Hacer liderazgo es una profesión que cuesta…cuesta dejar de lado las pretensiones individuales y entregarlo todo al colectivo, cuesta vivir con las incomodidades de la mala crítica y hacer gestión gratuita para quienes los critican, cuesta salirle al frente a muchos temas que nadie quiere tratar y salir maltratado, cuesta exigir para los demás una mejor calidad de vida y mayor dignidad en medio de las carencias que debe afrontar el líder, cuesta mucho tener que aguantarse al otro que sólo busca indisponer con sus actos y comentarios.
En fin…cuesta hasta dejar de ser Líder cuando ya se ha avanzado demasiado y se adquiere ese título sin tener que ir a una universidad o pagar el diploma en el mercado negro.
Cada vez aparecen nuevos liderazgos, pero también desaparecen a los líderes apasionados en temas que estorban a muchos y cuya muerte logra que avance la inequidad, que se acalle la fuerza de los argumentos para opacar la corrupción o sencillamente que se logre quitar un estorbo a las pretensiones de fuerzas oscuras al interior de las comunidades.
Cuando desaparecen a un Líder; desaparecen las esperanzas de una parte de alguna población.
Ejercer el liderazgo social y comunitario se lleva en la sangre, se vibra con la gestión y se acaba cuando desaparecen al Líder.
Y mientras tanto…se buscan nuevos liderazgos, se convoca a la gente para que participe en diferentes procesos sociales, se invierte en esos líderes, pero sigue latente un sinnúmero de amenazas que logran que muchos se retiren y se hagan retrocesos que no logran impactar positivamente en esas comunidades en donde el líder hubiese logrado los resultados esperados.
Cuando desaparecen a los líderes, parece que no existieran responsables porque la impunidad se impone, porque se le atribuye a cualquier problemática del momento o porque esos eventos se han vuelto comunes en nuestra sociedad.
¡Cuando desaparecen a los Líderes se viven momentos de tensión en esos territorios que no dejan de ser eso! “Momentos”; porque muy pronto desaparece la angustia o se cambia por otro problema del común.