Trump reiteradamente insiste en limitar la entrada de inmigrantes y refugiados con el pretexto de que los recién llegados traen consigo los males del Tercer Mundo
“La migración en cadena debe terminar. Algunos llegan y se traen a toda su familia. Inaceptable”. Palabras del presidente Trump en referencia a la política que permite a los ciudadanos naturalizados solicitar que su familia cercana logre la residencia legal en los Estados Unidos. Pues paradójicamente, los padres de la primera dama, Melania, lograron sus “Green Cards” mediante el programa de inmigración familiar y a partir de esta semana se convirtieron en ciudadanos.
A lo largo de la historia, los Estados Unidos ha sido el sitio de llegada de millones de inmigrantes y la reunificación familiar la base del proceso migratorio. Los Knavses, el apellido de los padres de Melania procedentes de Eslovenia son parte de la familia presidencial y es común verlos en actos oficiales, además de viajar con frecuencia con los Trump y compartir su tiempo en la Casa Blanca, el penthouse de la Torre Trump de Nueva York, Palm Beach y New Jersey.
Está claro que el programa de reunificación familiar para los suegros de Trump es algo que merece toda la consideración pero no para el resto de inmigrantes que buscan lo mismo para los suyos. Muy simpático que para Centro de Estudios de la Inmigración, un “think tank” que apoya mayores controles a la inmigración declare que los “Knavses siguieron las leyes” en referencia a los millones de indocumentados que luchan a diario esquivando a la migra.
Trump reiteradamente insiste en limitar la entrada de inmigrantes y refugiados con el pretexto de que los recién llegados traen consigo los males del Tercer Mundo. Que los mexicanos son delincuentes y violadores. Que la pandilla M13 se apoderó de varias ciudades. Que el ataque terrorista de octubre en Nueva York protagonizado por un inmigrante de Uzbekistán a quien le otorgaron una visa por el sistema de Lotería matando a varias personas cerca del World Trade Center, son todas las disculpas favoritas para restringir la migración legal.
Por otro lado, Melania en su momento Knavse, entró a los Estados Unidos bajo una visa llamada “Einstein” otorgada a “individuos con habilidades extraordinarias”, como modelo de pasarela. Luego en 2006 se hizo ciudadana naturalizada. Posteriormente tuvo la fortuna de conocer a Trump y ser la Primera Dama de origen extranjero. Una historia que muy pocas pueden contar. El verdadero Sueño Americano.
Parece que vivimos en un país donde hay 2 sistemas migratorios. Uno para la gente que no tiene poder alguno y otro en el que la entrada es VIP y exclusiva para unos pocos. Muy bueno para los Knavses que ahora pueden disfrutar de todos los privilegios y derechos de ser ciudadanos.