En un nuevo atentado perpetrado por presuntos grupos ilegales colombianos, tres militares ecuatorianos murieron cuando patrullaban la zona limítrofe.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, condenó el ataque registrado este martes en una zona fronteriza con Colombia, que dejó tres soldados muertos y otros siete heridos, y aseguró que su Gobierno lucha contra el crimen organizado y la delincuencia.
"Rechazamos el acto violento ocurrido hace pocas horas en Mataje, Esmeraldas. Estamos golpeando al crimen organizado y la delincuencia común", escribió el mandatario en Twitter en la que es su primera reacción oficial sobre este suceso.
Moreno trasladó asimismo en nombre del Ejecutivo la "solidaridad con las familias de los tres miembros de las Fuerzas Armadas de Ecuador que perdieron la vida defendiendo la paz y la patria".
El suceso armado se registró por la mañana cuando una patrulla realizaba tareas de vigilancia en el área fronteriza en el sector de Mataje, provincia de Esmeralda, noroeste del país, y se vio sorprendida por la detonación de un artefacto explosivo al paso del vehículo militar en el que viajaban los uniformados.
"Esta mañana, una patrulla que realizaba operaciones de vigilancia y control de la frontera norte, en el sector de Mataje (...) fue afectada por la detonación de un artefacto explosivo artesanal colocado a un costado de la carretera. Producto del hecho se registra el lamentable deceso de tres miembros de las Fuerzas Armadas", señaló el Ministerio de Defensa en un comunicado.
La agresión, que según indicaron fuentes militares fue obra de "grupos irregulares", se produce después de que el pasado domingo dos miembros de las Fuerzas Armadas ecuatorianas resultaran heridos en otro ataque en la zona fronteriza.
En los últimos meses se han incrementado las agresiones contra fuerzas ecuatorianas desplegadas en la zona o que patrullan la divisoria, ataques que las autoridades atribuyen principalmente a grupos de narcotraficantes colombianos u organizaciones afines que dan cobijo a esa actividad.
Este tipo de ataques, generalmente con explosivos detonados por control remoto o proyectiles de mortero, ambos de fabricación artesanal, se han intensificado a raíz del atentado con coche bomba el pasado 27 de enero contra la principal comisaría de policía de San Lorenzo, en Esmeraldas, que dejó 28 heridos y daños materiales a una treintena de casas aledañas.
Ese atentado, que el presidente Moreno consideró un "acto terrorista" ligado a bandas de narcotraficantes, fue atribuido a un grupo criminal bajo las órdenes de disidente de la guerrilla de las Farc conocido con el alias de guacho, que de acuerdo a diferentes informaciones es uno de los que controla el paso de la droga entre Colombia y Ecuador.
Las fuerzas de seguridad ecuatorianas han incrementado en el último año las operaciones antinarcóticos en las provincias limítrofes con Colombia, lo que habría puesto sobre las cuerdas a alguno de los grupos fuertes de la zona.
Asimismo, Ecuador y Colombia se comprometieron el mes pasado, en una cumbre binacional, a reforzar la seguridad en la franja de demarcación y el incremento de efectivos para impedir las agresiones transfronterizas.