Este martes, el candidato del Partido Haitiano Tèt Kale, Jovenel Moïse, se convirtió en el 58° presidente de Haití en una ceremonia que tuvo lugar en el parlamento, situado en la capital, Puerto Príncipe. El empresario bananero de 48 años había ganado las elecciones por primera vez en octubre de 2015 pero los resultados se cancelaron debido a un supuesto fraude masivo. Las nuevas elecciones fueron pospuestas cuatro veces hasta que se confirmó, el pasado 3 de enero, la victoria de Moïse en las presidenciales del 20 de noviembre de 2016. El nuevo presidente ostentará el cargo por un período de 5 años.
Delegaciones de Estados Unidos y otros 77 países estaban presentes junto con Danilo Medina, presidente de República Dominicana. También asistieron Evo Morales, presidente de Bolivia; Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, y Rafael Correa, presidente de Ecuador.
El nuevo presidente toma el poder de un país en situación crítica: el cólera sigue matando centenares de personas, el huracán Matthew destruyó el país en octubre del año pasado, sin contar con la alta pobreza reinante y la poca implicación política de los ciudadanos.

Consolidar las instituciones
En este contexto, parece difícil creer que Haití fue el primer país de América Latina en independizarse de Francia en 1802, de modo que ha tenido tiempo para adquirir instituciones sólidas y una sociedad estable. Sin embargo, la corrupción sigue siendo un problema mayor que ha afectado la estabilidad política, posicionando al país en el puesto 159 del índice de percepción de corrupción. 
Para Juan David Escobar Valencia, director del Centro de Pensamiento Estratégico de la universidad Eafit, Moïse deberá empezar por implementar unas instituciones creíbles. Sin confianza entre los ciudadanos y los políticos, no se podrá trabajar en otros asuntos. Este problema afectó las elecciones de 2015, donde se puso de relieve el fraude, y también las de noviembre 2016, donde solo 21 % de los votantes se movilizaron. Según el analista, esto se debe al hecho de que anteriormente no se ha trabajado para que las instituciones funcionen normalmente, facilitando la corrupción. De hecho, la victoria de Moïse tuvo que ser confirmada después de una semana de verificaciones. 
A propósito de Moïse, el portavoz del gobierno de transición, Lucien Jura, declaró que "el mensaje del presidente es el mismo: vamos a unir a los haitianos para sacar al país de lacrisis. El presidente cree en inclusión social". Esto podría dar esperanza al pueblo haitiano, que ya ha perdido la confianza en sus líderes políticos. 

Profunda crisis humanitaria 
Desde 2010, Haití ha tenido que luchar contra una epidemia de cólera sin precedentes. La enfermedad fue importada por cascos azules de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en aquel año. Para 2017, se esperan 30.000 casos de cólera según, las previsiones del Plan de respuesta humanitaria. 
A esto se le suman los estragos provocados por el huracán Matthew, que azotó al país en octubre de 2016. 2.1 millones de personas fueron afectadas y otras 573 personas murieron. La catástrofe fue tal que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), presente en Haití, preparó un plan “post-Matthew” en los 3 años que vienen. Para llevarlo a cabo están solicitando casi 300 millones de dólares. Sin embargo, acorde con Escobar Valencia, es muy poco probable que obtengan total financiación y que se lleven a cabo todos los objetivos del Pnud. Los objetivos de la organización son ambiciosos ante la grave situación del país. Esta semana, una misión de la ONU vendrá a Haití para evaluar precisamente cuáles son las necesidades principales y “recomendará opciones para la configuración y presencia futura de la ONU en Haití" declaró el portavoz Stéphane Dujarric en una rueda de prensa. La Comunidad Europea anunció también que colaborará con 35 millones de euros para desarrollar al país y reconstruirlo después de Matthew. 

Moïse quiere “mejorar la vida de todos los haitianos”
En su discurso de investidura, el nuevo presidente declaró que ocuparía los 5 próximos años en acabar con los abusos de poder. Reconoció que tenía mucho trabajo por delante para mejorar la situación del país. Llamó a todo el pueblo haitiano a colaborar en el esfuerzo y “hacer historia con una Haití nueva y moderna”. También rindió homenaje al gobierno anterior y agradeció los esfuerzos de todos aquellos que han "contribuido al retorno del orden constitucional" después de una crisis política de más de un año.

Haití, país más pobre de América Latina
4,84 dólares, es lo que tienen los haitianos para vivir diariamente
58.5% de personas vivían debajo del umbral de pobreza en 2012
8.765 millones es el PIB (producto interior bruto) del país
50.000 personas siguen viviendo en campamentos con escasos recursos después del terremoto de 2010