Desde el inicio de esta edición del Festival de poesía de medellín, se propuso promulgar mensajes de paz y reconcialición en época de posconflicto en Colombia. "Construyendo el país soñado" fue la consigna que motivó los recitales ofrecidos este año en el certamen.
El XXVII Festival Internacional de Poesía de Medellín cerró este domingo con la fuerza de la poesía que exhortó a luchar por la paz y presentó los poemas como una herramienta para dar voz a los actores del conflicto colombiano, en especial a las víctimas.
En el Parque de los Deseos, repleto, como sucedió hace once días en la inauguración, finalizó el encuentro que congregó a 110 poetas y artistas de 46 países bajo el lema "Construyendo el país soñado" y el objetivo contribuir con el periodo de posconflicto que atraviesa Colombia tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc.
Una treintena de poetas de los cinco continentes bajaron el telón del festival que tocó temas tan sensibles como la desaparición forzada y los derechos humanos con las activistas Bianca Jagger, de Nicaragua, y Helen Mack, de Guatemala, ganadoras del Premio Nobel Alternativo.
Los poemas del palestino Fakhri Ratrout, entre ellos "El hombre bestia" y "Gritos", calaron entre los más de 3.000 espectadores que despidieron el Festival, pues tienen una carga de "dolor humano" con la que se identificaron por vivir un conflicto de más de 50 años.
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"Entre el mundo árabe y el latino hay muchas cosas en común: el mismo sufrimiento. Tenemos los mismos sueños. Luchamos en una guerra y también buscamos paz", dijo Ratrout, quien está convencido de que la poesía "tiene poder y puede transformar".
A través del encuentro en Medellín, donde se llevaron a cabo lectura de poemas, conciertos y paneles, el poeta nacido en Jordania confirmó que la poesía en América Latina es "más fuerte" y refleja el "sufrimiento" atravesado en distintos conflictos, entre ellos el colombiano.
"El mundo siempre tiene que escuchar la voz de las víctimas, y la poesía es la voz más fuerte para hacerlo", reflexionó.
Durante la ceremonia de cierre, que también incluyó un intercambio musical con artistas como Saidash Begzy Oglu Mongush, de la república rusa de Tuvá, y el trovador cubano Polito Ibáñez, la lectura de poemas abordó temas como el amor, la desilusión, la guerra y la decepción.
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"Himno para un amor", del libanés Hanane Aad; "El Poema Posible", del argentino Hugo Francisco Rivella; "Chat Love", de la italiana Caterina Davinio; "Jardín del Castillo", del escocés Gerry Loose, y "Bajo la Sombra de un Jardín", de la colombiana Orietta Lozano, fueron algunos de los poemas elegidos para cerrar un evento que mostró las visiones de escritores de todos los continentes.
Esta edición del Festival, además de las 130 actividades realizadas en centros culturales, bibliotecas, teatros, auditorios, casas de la cultura y universidades, llevó poesía a asentamientos de desplazados y por primera vez exhortó a luchar por la paz en las zonas veredales transitorias de normalización, donde excombatientes de las Farc han dejado las armas y están reincorporándose a la legalidad.
"Un proceso de paz no puede estar completo si no logran darle la voz a la mayor cantidad de gente posible", comentó el poeta francés Stéphane Chaumet, quien prepara un texto de la paz.