La poesía no es sólo escrita, también es hablada, cantada, bailada y actuada. Los pueblos indígenas llegaron al Festival de Poesía de Medellín para demostrarlo.
Luego de iniciar un año en medio de la incertidumbre de sí se realizaría o no, el Festival de Poesía de Medellín llegó a su edición número 28. “Este festival cuenta con una fuerza propia otorgada por la ciudad misma y por lo poetas del mundo entero”, indicó Gabriel Jaime Franco, coordinador general y cofundador del Festival.
Resaltó, además, que los inconvenientes que se presentaron con el Ministerio de Cultura se resolvieron gracias a la presión internacional, que contó con las solicitudes de 152 países enviadas a la ministra.
La decisión de dedicar el Festival al chamanismo y los cantos originarios se debió, según explicó Franco, a que estos pueblos tienen una visión de la naturaleza opuesta a la que se tiene actualmente y que ha generado el deterioro del medio ambiente.
“Insistir en el actual momento del planeta y de la historia, el que re-miremos nuestra relación con la naturaleza es esencial, de lo contrario vamos al abismo y posiblemente parte de la respuesta la tengan estos pueblo originarios”, narró.
Asimismo, mirar estas culturas y sus rituales pueden hacer que la humanidad vuelva a sus raíces, a sus mitos y seguramente al recuperar esa historia propia mejore la situación actual de la conciencia humana.
Pueblos originarios como epicentro
Por su parte, Víctor López Rache, poeta colombiano, manifestó que es la primera vez que asiste a un Festival en donde el chamanismo y las expresiones de los pueblos originarios son el epicentro, lo que le genera mucha curiosidad.
Después de estar en 30 o 40 años trabajando con la poesía, él ha aprendido que hay cosas misteriosas y que puede descubrir con estas personas, quienes enfocan su poesía a la naturaleza y a las culturas nativas.
Otro de los invitados a este Festival es Juan Gregorio Regino, poeta mazateco de México, sus poesías están enfocadas a los temas rituales, a la conexión del hombre con la naturaleza, con los dioses, del lenguaje y el conocimiento que tienen estas comunidades y que al cultivarlo pueden alcanzar una visión más holística del mundo.
“Mi mayor recurso son las formas literarias que no existen en la poesía Occidental, recursos estilísticos que en mi lengua existen y que eso a mi me permite emerger como un poeta contemporáneo, pero que se nutre de una poesía ancestral que está vigente y que hoy en día es más contemporánea que nunca”, resaltó el poeta.
Para Regino es muy valioso que la poesía comunitaria, como él la llama, esté vigente en un mundo en el que hay ausencia de valores, de educación espiritual, ambiental, ya que esta puede ofrecer ese vinculo con la naturaleza, con los hombres y con las deidades, “creo que todo esto debería ser un aliento, una inspiración hoy en día ante tanta crisis que estamos viviendo en todos los aspectos de la vida”, expresó.
Hacer poesía qué es para los indígenas
Para los grupos indígenas hacer poesía va más allá de la palabra escrita, es un proceso que tiene que ver con la espiritualidad, la pureza, el ayuno y no puede estar aislada de la danza, de los cantos, de la representación teatral, de la relación con la tierra y una infinidad de elementos de composición que muchas veces no pueden trasladarse a los escrito.
Una diferencia entre la poesía Occidental y la poesía de los grupos indígenas, explicó el poeta mazateco, es que la de estos es una poesía más colectiva, más espiritual que cumple funciones rituales y de equilibrio interno y del hombre con su medio ambiente.
López Rache, por su parte, destacó que el tema de los poetas nacidos a partir de 1950 en Colombia fue la violencia del estado y que esto se debe a que la poesía es lo único que da un testimonio cierto de una realidad por atroz que sea y por bella que se exprese.
Esta es su tercera vez en el Festival, la última fue en el 2000 y aseguró que todas las veces es como un renacer, porque a través del tiempo va acumulando muchas cosas pero también va olvidando otras, así que este tipo de festivales sirven para renovar la visión del mundo, renovar la palabra, los pensamientos y conocer otros poetas de nuevas generaciones.