La primera ministra británica Theresa May estableció en un discurso en Londres una estrategia con doce puntos claves de cara a las negociaciones sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, después de lo cual se llevará al Parlamento el acuerdo definitivo al que llegue con las autoridades continentales, todo lo cual fue muy bien valorado por los mercados financieros.

La libra esterlina llegó a subir ayer un 2,8% en el mercado de divisas -su mayor ascenso intradiario desde diciembre de 2008- después de que la primera ministra británica precisara sus prioridades para el “brexit”, que incluyen la salida del mercado único e implicación del Parlamento.

La subida de la libra se debió, entre otras cosas, a las garantías de May de que someterá a votación parlamentaria el acuerdo definitivo al que llegue con Bruselas, según indicó la directora de investigación de la firma City Index, Kathleen Brooks.

La Bolsa de Londres, que en los últimos días ha encadenado varios récords gracias a la debilidad de la libra, reaccionó ayer a la baja, pues el avance de la moneda nacional perjudica a las empresas exportadoras. 

Los doce puntos
El primer punto está relacionado con la certidumbre y claridad. May se comprometió a presentar de forma "clara" sus intenciones en las negociaciones con Bruselas, Bélgica (sede de la UE) "siempre que sea posible", a fin de evitar incertidumbres económicas. 

El segundo punto está referido al control británico sobre su legislación. La primera ministra aboga por "retomar el control" legislativo y abandonar la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

El Gobierno británico tendrá en cuenta el punto de vista de los ejecutivos autónomos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte en las negociaciones sobre el "brexit", en lo que constituye el tercer punto para las negociaciones que es que el país vaya unido al proceso de salida.    

May también señaló que se buscará mantener la comunicación con Irlanda, esto debido a que la salida de la UE levantará una nueva barrera entre la República de Irlanda y la región británica de Irlanda del Norte.

El quinto punto, que fue central en la propaganda que llevó al triunfo del Brexit en la consulta popular del año pasado, es Control de la inmigración. El Gobierno británico quiere limitar el número de comunitarios que llegan al Reino Unido, al tiempo que aspira atraer a "los mejores y los más brillantes" europeos para "trabajar o estudiar" en el país. 

May planteó como su sexto punto alcanzar cuanto antes un acuerdo con Bruselas para garantizar los derechos de los comunitarios que ya están viviendo en el Reino Unido y los británicos que viven en otros países de la UE. En ese mismo sentido su séptimo punto es garantizar los derechos laborales, ya que planea trasladar las actuales leyes europeas a la legislación nacional británica para asegurarse de que los derechos de los trabajadores "se mantienen y están perfectamente protegidos". 

Como octavo punto la primera ministra planea que el Reino Unido abandone el mercado único europeo y forje en cambio un "ambicioso acuerdo de libre comercio" con el bloque. El noveno punto apuesta por crear un "Reino Unido global" con capacidad para forjar nuevos acuerdos comerciales con terceros países, el décimo está referido a ciencia e innovación y la cooperación en seguridad y terrorismo con la UE.  El último punto pero no el menos importante es lograr que el proceso de salida sea ordenado, por lo cual la primera ministra defiende que se haga por fases.