Philip Cook: “Los niños nos pueden salvar” de los problemas mundiales

Autor: Mariane Lacombe Betancur
26 marzo de 2017 - 02:00 PM

El juego, además de un derecho, viene asumiéndose como clave en la resolución de conflictos que afectan a niños.

Medellín

Philip Cook es director ejecutivo del Instituto Internacional para los Derechos de los Niños y el Desarrollo, una ONG canadiense que trabaja en zonas de conflicto en el mundo entero para ayudar a los niños y promover el derecho a jugar. En una entrevista concedida a EL MUNDO, Cook explicó la importancia del juego y del deporte para reintegrar a los niños en la sociedad y sanar el trauma de las guerras. 

¿Cómo surgió ese interés y compromiso por los derechos de los niños? 
Pienso que una de las cosas que inicialmente me motivó a eso y sigue motivándome es que vivimos en un período en que hay más juventud que nunca antes. Aproximadamente 30% de la población está compuesta por niños. La gente los ve como seres vulnerables por lo que necesitan ser apoyados y protegidos pero también hay que pensar en cómo pueden contribuir en los principales desafíos actuales como el calentamiento global, la migración o los conflictos. Hoy en día, nuestro reto como adultos no es solo pensar cómo salvar a los niños sino cómo los niños nos pueden salvar porque ellos tienen aptitudes que nosotros no tenemos como adultos. 

La Convención sobre los Derechos de los Niños de la ONU tiene gran influencia en su trabajo. ¿Cómo aplica sus valores a proyectos concretos? 
La Convención es un artefacto, fue creada por abogados en derechos humanos pero representa nuestros valores como familia humana. Representa el punto de partida de nuestro trabajo. La idea es, por ejemplo, viajar a Colombia y ver los valores en su sociedad que se pueden conectar con los derechos humanos. Puedo citar tres ejemplos: la importancia de la dignidad humana, las relaciones humanas con los demás y la justicia, no solo en las cortes, sino también el hecho de ser justo, la igualdad.

Después de 25 años trabajando por los derechos infantiles, ¿Cuáles son los proyectos más relevantes que llevó a cabo?
Tenemos diferentes clases de proyectos pero una de ellas en la cual nos hemos empeñado mucho desde el inicio fue apoyar niños en participar de manera relevante en proyectos de desarrollo comunitario. En este caso es importante escucharlos pero no solamente: hay que pensar en cómo concretar lo que dicen en cuanto a cambiar las cosas. Se trata de escuchar y actuar. Otro proyecto relevante es la protección de los niños que implica la identificación de los jóvenes más valiosos y llevar su experiencia al centro de políticas sociales. Eso afecta particularmente a las poblaciones desplazadas que a menudo no tienen voz en decisiones locales pero también los conflictos, los abusos infantiles, la explotación de jóvenes. Proteger a los niños representa gran parte de nuestro trabajo. 

¿Por qué defender el derecho a jugar?
Primero, hay que entender que el juego no es algo frívolo. Como adultos, a menudo consideramos que jugar no es tan importante como la escuela, el trabajo. Los individuos aprendieron a adaptarse a muchas situaciones por el juego. Si le pones atención a la manera en que los niños usan el juego, puedes observar que les sirve para explorar el mundo que los rodea, socializar, aprender sobre relaciones humanas por su imaginación o la interacción con los demás. Lo que hemos notado de nuestras experiencias es que para los niños que pasaron por situaciones difíciles, jugar puede ser una manera de darles sentido y comprenderlas. En algunas partes los niños no pueden jugar por las minas. En los campos de refugiados los espacios son muy restringidos, entonces también intentamos brindarles esos espacios de juego. Además nos enfocamos en el deporte. El fútbol puede ser una buena ocasión para los jóvenes de aprender autodisciplina o trabajo en equipo. 

Usted tuvo la oportunidad de viajar a muchos campos de refugiados que huyeron de la guerra. En su opinión ¿cuáles son los efectos directos y a largo plazo de los conflictos en los niños? 
Hoy en día los niños están más afectados por las guerras que antes. Tomando el ejemplo de Siria, las escuelas y los hospitales son deliberadamente blancos de los ataques. Los niños son cada vez más el objeto de ataques en las guerras porque afectan a toda la población. Otro problema es el de los niños soldados o las niñas violadas, incluyendo el desplazamiento. Los civiles son las principales víctimas cuando las guerras se eternizan, como es el caso de Colombia. No pueden regresar simplemente a sus hogares cuando el conflicto se acaba sino que tienen que mudarse a otras partes.  

¿Cómo definiría la situación de los niños sirios en campos de refugiados? 
Primero hay que mencionar la terrible situación de aquellos que están dentro de Siria. Pienso que no ha habido una crisis como la que hay allá en toda la historia de la humanidad en términos de crueldad. Es interesante para nosotros trabajar con niños sirios y sus familias en Líbano y Jordania porque la experiencia de la guerra fue terrible, pasaron por cosas que nosotros podemos ni siquiera imaginar: levantarse en medio de la noche porque tu barrio fue envenenado con gases, ir a la escuela y que sea bombardeada. Sufrieron mucho del hecho de haberse desplazado a otras partes y no sentirse bienvenidos por el aislamiento social y la discriminación. Esto es algo que podemos cambiar. El deporte y el juego pueden cambiar positivamente la visión de los jóvenes locales hacia sus pares sirios, crear más espacio en las escuelas y oportunidades económicas para que los refugiados no sean solo un peso en la sociedad. Podrían aportar dinamismo.

¿Cómo calificaría la situación de los derechos de los niños en Colombia?
Colombia es un país en el que históricamente ha habido muchos desafíos en cuanto a los derechos infantiles. Estaremos en el Chocó la próxima semana y allá se han cometido muchas violaciones por el conflicto. Desde una perspectiva más reciente, Colombia ha sido un ejemplo muy progresista a nivel nacional. He estado trabajando con el Gobierno en temas de niñez y si se compara al resto de América Latina, Colombia es más progresista. Incluso mirando al interior, hay regiones, incluso ciudades que son figuras de avance como Medellín y Bogotá. El proceso de paz es la oportunidad de ver cómo la cooperación entre los diferentes niveles de poder se puede llevar a cabo para impulsar buenos actores. También tiene una sociedad muy activa y asociaciones. Estamos trabajando con un grupo en Bogotá, la Familia Ayara, que usa el hip-hop, el graffiti para construir la paz y mantener a los jóvenes fuera de las pandillas y el narcotráfico. Y es más eficaz construir diálogo entre jóvenes que entre jóvenes y adultos que pertenecen a las autoridades. Prefieren hablar con sus iguales, los cuales tienen mucha más influencia.

Ahora que se está llevando a cabo el proceso de paz ¿cuáles son las claves de la reintegración social de los niños de las Farc?
Eso es muy difícil. Trabajamos en otras sociedades como en Sierra Leona donde los niños eran a la vez víctimas e instigadores de la violencia, por lo que fue complicado reintegrarlos. Los hombres jóvenes en particular han fomentado la violencia. No es tan simple. La reinserción laboral es clave en este proceso para la gente que no tuvo la oportunidad de ir a la escuela pero también tiene que haber un proceso de reconciliación. 

Aunque las Farc estén en proceso de dejación de armas, siguen existiendo otros grupos criminales en los que también hay niños. ¿Cómo las autoridades podrían no dejarlos de lado?
Pues se trata de brindar oportunidades para la juventud, en particular los muchachos, de tener acceso al mercado laboral para que no caigan en actividades criminales. Estamos trabajando con la Comuna 13, en la cual algunos muchachos tenían la posibilidad de decir “no” pero otros eran asesinados si rechazaban una propuesta de las pandillas. Entonces hay que reclamar aquellos espacios cívicos y sé que aquí en Medellín hay iniciativas sociales para reclamar comunidades. Seguramente debe sumarse una perspectiva judicial para echar a las bandas. Sin embargo, es importante no tener ideas preconcebidas sobre la vida cotidiana de la gente, es por eso que he tenido cuidado aquí como extranjero cuando se trata de hacer afirmaciones sobre la vida de la gente, entenderla, destacar los retos y las oportunidades en cada comunidad para los jóvenes.

Siria está en una situación terrible pero, ¿Ha considerado futuros proyectos con Yemen? 
Quizás. Somos una pequeña ONG. Estábamos interesados en incluir a los Yemenitas en nuestro estudio para el Reporte de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas (UNHDR en inglés) pero no teníamos los recursos para hacerlo porque querían que nos concentráramos en 5 regiones. Escogimos a Siria en vez de Yemen porque está sufriendo una crisis más urgente, pero en el futuro podríamos trabajar con este otro país. 

Uno no se espera a ver la cantidad de proyectos que tienen en Canadá con los indígenas. ¿Cómo se llevan a cabo sus acciones en su país?
Muchas de las innovaciones en cuanto a los derechos humanos vinieron del oeste, en parte porque la colonización inició en el este, moviéndose hacia el oeste. Eso implicó que cuando las autoridades británicas llegaron a la Columbia Británica, los indígenas eran más sofisticados, lo que les permitió firmar tratados. Hay mucha más resistencia en las comunidades indígenas del oeste que negociaron de manera concreta con compañías energéticas. Usaron la constitución canadiense, en la cual la idea de comunidad es muy importante, para defender sus derechos, reclamar sus tierras y tener poder de decisión en cuanto a los proyectos energéticos que se querían llevar a cabo en sus regiones. El trabajo inicial que hicimos con ellos fue darles a conocer el tratado sobre los Derechos de los Niños que no conocían y han estado usando la ley internacional con inteligencia. 

También apoya la implicación de los niños en la defensa del medioambiente, ¿Cómo pueden ellos actuar concretamente?
Pueden implicarse de diferentes maneras. Personalmente tengo escepticismo en cuanto a la capacidad de nuestros líderes. No estoy seguro que los políticos puedan resolver los enormes problemas medioambientales ni la cooperación bilateral por la manera en que funciona la política. Al final creo que son los propios ciudadanos que encontrarán soluciones más directamente con maneras eficaces de usar el agua, enfrentar inundaciones o sequías. Los jóvenes son interesantes porque usan las redes sociales para movilizar a la gente y cambiar las cosas.

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