Muchos pueblos originarios se han visto obligados a seguir la cultura dominante, siendo menospreciados y relegados, Extirpador de idolatrías relata la batalla interior que sufren los pueblos nativos al elegir seguir la cultura oficial o idear métodos de resistencia que les permitan preservar sus ancestrales raíces culturales.

Waldo, un policía de una comarca de los andes peruanos investiga una serie de crímenes de apariencia ritual, siempre relacionados con prácticas de religiosidad popular andina, bajo la forma de “mesas de pago” u ofrendas a los dioses andinos.

En esta misma comarca un personaje siniestro oculto tras la figura de un misionero dogmático e intolerante irrumpe en la comunidad de dos adolescentes, quienes viven su cosmovisión andina jugando con seres míticos. Esta es la historia que desencadena una serie de eventos inesperados a los que se encuentran expuestos los pueblos originarios al no seguir las normas impuestas por la cultura oficial, Extirpador de idolatrías representa una historia que puede ocurrir en cualquier comunidad víctima de discriminación gracias al choque entre cultura ancestral y dominante.

La película fue inspirada en la filmografía de kurosawa, y la cosmovisión andina, de donde resultó una cinta onírica al ritmo de Ikaros amazónicos, cantos sagrados que entonan los chamanes andinos.

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En 2016 fue catalogada como una de las tres mejores películas peruanas estrenadas en el país en dicho año, siendo seleccionada en 47 festivales internacionales, consiguiendo 16 premios por su calidad técnica y el talento de sus participantes.

Escrita y dirigida por Manuel Siles, alumno del reconocido cineasta peruano Armando Robles Godoy, quien ha ganado dos premios a Mejor Director (Premios Latino 2016, Marbella, España y en el Festival Encuentro Mundial de Cine 2014, en Denver, USA) y dos premios a Mejor Guión (Premios Latino 2016, Marbella, España y en el Festival Internacional de Cine de Montería 2014, Colombia) por su largometraje Extirpador de Idolatrías, ha trabajado en diferentes áreas de la cinematografía como la iluminación, sonido, dirección de arte y la asistencia del director.

Las extirpaciones de idolatrías son un fenómeno dado a lo largo del virreinato, desde México hasta los pueblos de la Patagonia, hoy en día aún hay persecución de una forma diferente pero igual de violenta hacia los pueblos que proponen un sistema de desarrollo o convivencia diferente al impuesto oficialmente. Muchas de las comunidades resisten al sistema mimetizándose con la cultura dominante renunciando a sus raíces para ocultarse y sobrevivir.

Extirpador de idolatrías se estrenará en Manizales, Cali, Medellín y Barranquilla en diciembre de 2017, y espera seguir su recorrido por las salas alternativas del país en 2018.