En Colombia es urgente que el Ministerio de Educación haga trascendentales cambios imponiendo la formación ética
En la actualidad en Colombia vivimos una compleja y difícil situación, vemos cómo altos personajes cometen trágicos delitos cuando en viejos tiempos sólo los pobres del pueblo cometían actos delictivos. Hay altos delincuentes de las Cortes, del Senado y en otros importantes sectores. Detrás de todas esas tristes experiencias tenemos que estudiar la educación que se está impartiendo, y altos personajes también sufren las falencias de la educación que olvida enseñar los principios éticos.
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Los altos niveles de la educación están fallando por la carencia de enseñar principios éticos, lo que debería ser de la más alta importancia.
Es muy importante estudiar lo que ocurría en Colombia hace cien años cuando la Iglesia Católica era la autoridad más eficiente pues cada domingo la población entera estaba presente en la misa dominical, en la que los sacerdotes pronunciaban largos discursos, por lo que se controlaba y se dirigía a toda la población. En esos tiempos nadie se imaginaba que no asistiendo a la misa del domingo se podía llegar a altos niveles para controlar toda la población.
Es inexplicable que en la actualidad altísimos personajes cometan errores éticos, lo que produce alta preocupación pues si los importantes personajes caen en fallas, ¿qué se puede esperar del pueblo de bajos estratos? En Colombia es urgente que el Ministerio de Educación haga trascendentales cambios imponiendo la formación ética como el factor definitivo y fundamental.
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En la Colombia actual el Ministerio de Educación debería actuar rápidamente imponiendo una educación por medio de la televisión, que nos lleve a que los principios éticos sean la educación fundamental. La fuerza y la capacidad de la televisión debería enfocarse a impartir orientaciones éticas. La televisión no debería ser un simple negocio para unos pocos cuando estudios estadísticos demuestran que en la realidad de la vida la televisión tiene el poder más grande sobre toda la población.